LEDs azules…

Desde hace unos años se están introduciendo cada vez más los LEDs azules para el diseño de carteles luminosos. Aunque seguramente quienes disponen su instalación pueden verlos perfectamente, a muchos nos puede resultar imposible no ver más que un borrón azul, aún distinguiendo muy nítidamente todo lo que rodea a dichas luces. Lo mismo ocurre con las luces de los vehículos policiales.

 

1) Razón puramente física
Hay que recordar que la luz que llamamos «blanca» en realidad es la superposición de todo un espectro de frecuencias, o longitudes de onda. Lo que conocemos como colores son nombres que les damos a bandas de frecuencias más o menos anchas de forma absolutamente arbitraria dependiendo de cada cultura. Cuando decimos que algo es rojo, verde o azul queremos decir que la luz que refleja está en torno a 600nm o 550nm o 400nm de longitud de onda, respectivamente.

 

Partiendo entonces del hecho de que cada color es una frecuencia electromagnética distinta, se puede entender que existan materiales que «dejen pasar» la luz con mayor o menor velocidad dependiendo de su frecuencia. Cuando un rayo de luz blanca pasa de un material a otro con distintas características en este sentido, se produce el fenómeno de la dispersión cromática. Todos la hemos visto en el arcoiris, aunque se puede reproducir con un prisma del material adecuado.

 

En el dibujo del prisma ya se ve lo primero en lo que el azul se distingue: los colores azulados son los que más se desvían de la trayectoria inicial del rayo blanco.

 

Ahora pensemos que esos rayos son los que entran en el ojo para formar la imagen en «el fondo del ojo» (la retina), pasando antes por una lente natural (el globo ocular), y si es el caso, lentes artificiales (gafas, lentillas).

 

Para tener una visión perfecta, el objetivo es que todos los rayos que vienen de un mismo punto de un objeto que se está mirando, converjan exactamente en un punto en la retina. Evidentemente es imposible alcanzar la precisión absoluta, pero un ojo sin defectos se acerca mucho a este ideal.

 

Ahora bien, ¿qué pasa con los colores? Si el material del ojo (y de las gafas) tiene un índice de refracción que varía con el color (lo que es normal), será imposible que todos los colores estén enfocados exactamente a la vez. La sorprendente conclusión es que el ojo solo puede ver perfectamente en un único color.

 

Lo habitual es que el «color perfecto» de un ojo esté entre el rojo y el verde. Esta es la razón de que los oftalmólogos realicen la prueba de la figura, para detectar si el color para el que tu ojo está «calibrado» se ha desplazado de su óptimo entre esos dos colores.

 

Cuando en los dos lados, rojo y verde, se ve igual de bien enfocado (en realidad «igual de mal enfocado», pero con desenfoque apenas perceptible), se puede decir que la visión del ojo es óptima.

 

Pero si optimizamos el enfoque para un punto entre el verde y el rojo… ¿en qué situación deja eso a los azules? Pues mal enfocados. Bastante peor que los verdes y rojos. Sin embargo la mayoría de objetos de nuestro día a día tienen poco color azul, o si lo tienen no hace falta distinguir detalles muy finos (el cielo), por lo que no es importante.

 

2) Razón biológica
La retina dispone de células especiales sensibles a los fotones de luz. Algunas tienen una respuesta de ancho espectro («cualquier cosa» las activa), y otras son más selectivas (sólo responden ante un color más o menos concreto). Los primeros son los bastones (visión en «blanco y negro») y los segundos los conos. De estos últimos existen tres tipos, cada uno selectivo en un rango de frecuencias (que se solapan entre sí). Por la posición aproximada de su pico de respuesta, se asocia cada uno a un «color fundamental» (rojo, verde y azul).

 

El siguiente punto es que la distribución de estas células por la retina no es uniforme ni mucho menos. En general, hay una mucha mayor concentración de receptores en la parte central de la retina, en las zonas llamadas mácula y, especialmente, en la fóvea. Pero curiosamente, hay una diferencia fundamental entre los conos y los bastones en este sentido: la fóvea, la parte que nos permite ver en «alta resolución» en la dirección de la mirada, está especializada en el color. El resto del ojo no es ciego al color, pero apenas es capaz de distinguir detalles: ¡sólo vemos en alta resolución en un ángulo de ±3 grados!

 

El porqué no notamos esta brusca diferencia entre las resoluciones de la visión central y la periférica es mérito del ordenador más complejo que existe, que se encarga de completar, interpolar y extrapolar la información que no entra por los ojos. Centrándonos ya sólo en la fóvea, los científicos se han dado cuenta de que ocurre algo muy especial y diferente en los conos de tipo S (los del color azul, o short-wavelength). Aparte de un cableado nervioso ligeramente distinto, existen solamente 2-10 conos detectores de azul por cada 98-90 conos de rojo y verde. ¡Son una inmensa minoría!

 

Por razones puramente geométricas, a mayor concentración de conos, mayor nivel de detalle se puede apreciar para el color correspondiente. Por lo tanto, por alguna razón hemos evolucionado para apenas ser selectivos al azul. Eso sí, el cerebro parece ecualizar automáticamente los distintos canales porque, ¡nadie nota que los azules sean más oscuros que el resto de colores!

 

Posibles razones para este hecho evolutivo serían que ese color no era muy importante en el entorno de nuestros ancestros, y además, que debido a la mayor dispersión del azul no tendría sentido tener muy alta densidad de conos-S si luego la imagen se iba a proyectar siempre desenfocada, lo que sería un desperdicio.

 

 

Mercado extrabursátil…

Pepe es un currante que vive en un apacible pueblecito. Tiene un sueldo modesto con el que lleva una vida sencilla, pero alberga sueños de prosperidad. Quiere montar un bar para mejorar su situación económica. Ha estimado los plazos para empezar a obtener un cierto rendimiento económico al bar: seis meses para montarlo, y otros seis para tenerlo funcionando a tope, repleto de clientes.

Como no tiene el dinero necesario para montar el bar, a principios de año pone a la venta entre sus vecinos mil papeletas. Estas papeletas cuestan cien euros, y le dan derecho al comprador a percibir 110 euros al final del año. Pepe cree que pasado un año el bar generara los beneficios necesarios para dar 110 euros al comprador de cada papeleta: los cien euros que le costó a este, más otros diez de regalo por cooperar económicamente en la realización de su sueño.

Pepe obtiene así financiación para montar su bar, 100.000 euros en metálico por la venta de las papeletas, mientras que los compradores de papeletas obtienen 10 euros de beneficio por papeleta al cabo de un año: un buen pico sin hacer nada.

Otros vecinos toman ejemplo de la idea de Pepe, e igualmente ponen a la venta sus propias papeletas para financiar sus proyectos.

El pueblo se llena de papeletas, y finalmente se habilita un local donde los ciudadanos se reúnen para intercambiar, comprar o vender todas estas papeletas. Se crea así la base de un Mercado de Papeletas. Puesto que las papeletas están cambiado de manos constantemente, al final del año se pagara la cantidad convenida al portador de las mismas, que no tiene que ser necesariamente el comprador original.

– Estoy en un aprieto y necesito dinero. Hace seis meses le compre esta papeleta a Pepe por 100 euros, y dentro de seis meses el dará 110 euros a quien se la entregue. Te la vendo por 105 euros: 5 euros de beneficio para mi, que obtengo en este momento, y otros 5 para ti, que recogerás dentro de seis meses.

– Trato hecho. ¿Sabes que Luis ha puesto a la venta 2.000 papeletas a 100 euros cada una y promete entregar 125 euros por papeleta al cabo de un año?

– ¿Que pretende montar?

– Una heladería en el Polo Norte.

– Ese negocio va a ser una ruina. Yo no compraría jamás esas papeletas, dudo que sea capaz de devolver ni un euro del dinero que obtenga con su venta.

– Bueno, yo creo que tiene algunas opciones de éxito. No obstante, puesto que el negocio es en sí arriesgado, le diré que se las compro solamente si me ofrece 150 euros al cabo de un año. Si no, que se busque la vida.

– Sabia decisión la tuya.

Al local lo llamaremos Bolsa de Valores, y a las papeletas las podemos llamar Bonos u Obligaciones. También podríamos llamarlas prestamos. Los 110 euros que pagara Pepe al cabo de un año son el Valor Nominal del Bono.

El alcalde ha decidido apuntarse al carro de la financiación con papeletas: pretende recaudar dinero para reparar la fuente de la Plaza Mayor, renovar las farolas del paseo marítimo y reconstruir la Ermita de la Patrona del pueblo. El Ayuntamiento saca a la venta sus propias papeletas, que llamaremos Títulos de Deuda Pública.

Además, hay quien tiene la idea de vender en el Mercado tacos compuestos por muchas papeletas. Estos tacos están formados por papeletas asociadas a diversos negocios; por ejemplo, diez papeletas de Pepe, otras diez de Luis, y otras muchas más de otros emprendedores. La finalidad de estos tacos consiste en minimizar el riesgo de perdidas metiendo en un mismo saco papeletas de negocios con grandes posibilidades de éxito, como el de Pepe, junto con papeletas de negocios con pocas posibilidades de éxito, como el de Luis.

Estos tacos son las Obligaciones de Deuda Colateralizada, del ingles Collateralized debt obligations, o CDO por su acrónimo anglosajón. Y en el fondo no son más que una forma de tapar la mierda escondiéndola debajo de la alfombra.

Tanto los tacos como las papeletas pueden ser adquiridos entre varias personas, cada una de las cuales obtendrá al final del año una parte correspondiente a su participación en la compra de los mismos. Algunos acaudalados ciudadanos de nuestro maravilloso pueblo deciden juntar sus ahorros y entregárselos a expertos compradores-vendedores de papeletas para que los manejen y les saquen un buen rendimiento al final del año.

Estos expertos son los bancos de inversiones.

Los Credit Default Swaps

Puesto que algunas papeletas son vendidas por personas que pretenden montar negocios arriesgados, con pocas posibilidades de éxito, hay quien ofrece seguros para la compra de papeletas.

– ¡Oye! Me han dicho que finalmente compraste papeletas de Luis, que accedió a pagarte 150 euros al final del año, ¿qué tal si te vendo un seguro para esas papeletas?

– ¿De qué me hablas?

– Muy fácil. Tú me pagas 5 euros todos los meses, y si se anuncia que Luis se ha ido a la ruina con su heladería y es incapaz de entregar a final de año el dinero que prometió, te daré 150 euros por cada papeleta suya que me entregues. Justo lo que él debía pagarte.

– ¡Tremenda idea! Así me sentiré mucho más seguro. Y es que, ciertamente, la idea de montar una heladería en el Polo Norte es sumamente arriesgada. ¿Tú crees que a los esquimales les gustaran los polos de fresa?

– No sé. Dicen que son gente rara. Tal vez los de frambuesa con virutas de jamón les hagan alguna gracia.

A los seguros para papeletas los llamaremos seguros de impago de deuda, del inglés Credit Default Swaps, o CDS por su acrónimo anglosajón.

Algunos seguros tan solo cubren la pérdida de valor de las papeletas. ¿Cómo puede perder valor una papeleta? Fácil. Si a mitad del año Luis fracasa con su heladería porque a los esquimales no les gustan los helados, venderá el carrito de los helados y su gorro de heladero. Con el dinero que obtenga, pagara a los portadores de sus papeletas una parte de lo que inicialmente había convenido en pagarles por cada una. Por ejemplo, 50 euros. La aseguradora habrá de pagarte entonces 100 euros por cada papeleta de Luis que tú tengas: la diferencia entre los 150 euros que Luis había de darte al final del año y los 50 euros que realmente te podrá dar por cada una. Obviamente, seguirás teniendo en tu poder las papeletas. Puesto que Luis te dará 50 euros por cada una y la aseguradora otros 100, finalmente obtendrás, de alguna manera, los 150 euros que esperabas.

Esto es lo que se llama liquidación por diferencias. La liquidación física se produce cuando se obtiene el valor nominal de las papeletas, lo que se había de cobrar al final del año, simplemente entregándolas a la aseguradora.

En un momento dado, a alguien se le ocurre una estúpida idea: no será necesario tener papeletas para contratar un seguro de papeletas. Esto es, tú puedes contratar un seguro asociado a las papeletas de Luis aunque no hayas comprado ni tengas ni una sola de ellas en casa. Pagaras mensualmente las cuotas del seguro, y si a mitad de año Luis quiebra con su heladería, tan solo tienes que preocuparte de comprar papeletas de Luis en la Bolsa y entregárselas a quien te vendió el seguro. La aseguradora te pagara entonces lo que había de pagar Luis si este hubiera podido cumplir con sus obligaciones: 150 euros por papeleta si corresponde a una liquidación física.

A los seguros contratados sin poseer papeletas se les llama CDS en descubierto, del ingles naked CDS.

Como estáis viendo, estos seguros de papeletas resultan ser bastante flexibles. Más aun, las cuotas que se pagan por dichos seguros pueden ser no fijas sino variables, y dan para muchas especulaciones que ahora mismo no vienen al caso.

Y a todo esto, aparece en el pueblo un menda que se dedica a ponerle nota a las diferentes papeletas. Este menda estudia el desarrollo de cada uno de los negocios emprendidos mediante financiación por papeletas, y si un negocio marcha viento en popa pondrá una nota alta a las papeletas asociadas a dicho negocio. Por el contrario, pondrá una baja nota a las papeletas de los negocios que marchen mal. De alguna manera, esta nota refleja la posibilidad de cobrar el dinero de las papeletas al final del año. El menda no suele tener problemas para acertar con la nota de las papeletas asociadas a un negocio en concreto, pero suele fallar cuando se trata de ponerle una nota global a los tacos de papeletas. Y es que son demasiados negocios de distinta naturaleza metidos en el mismo saco.

Estas son las agencias de calificación crediticia, que algunas veces se equivocan sin querer; y otras, sin querer queriendo.

Las notas que pone este menda sirven, entre otras cosas, para decidir cuánto se ha de pagar de cuota para cada seguro de papeletas contratado. Obviamente, los seguros para papeletas asociadas a negocios arriesgados tendrán una cuota mayor que los demás. También sirven para saber si se debe pedir más o menos dinero al final del año por una papeleta puesta en venta. No es lo mismo comprar una papeleta del idiota de Luis, que nada más anunciar su propuesta de negocio recibió una pésima nota por razones obvias, que comprársela a Pepe, ese hombre que sabe cual es el negocio más seguro del pueblo: montar un bar.

El germen de la debacle

Gracias a los seguros de papeletas y a la puesta en venta de tacos de papeletas, en nuestro pueblo se empieza a producir un peligroso fenómeno: la gente compra alegremente papeletas asociadas a negocios peligrosos, con bajísimas probabilidades de éxito. Otros compran tacos de papeletas sin saber muy bien lo que tienen dentro. Lo hacen porque creen tener las espaldas cubiertas pase lo que pase. Los que en su día fueron inversores precavidos, demuestran ahora una gran irresponsabilidad en la compra de papeletas. El gran problema es que algunos de esos inversores irresponsables son los banqueros del pueblo: no los que tienen bancos de inversión y trabajan con ciudadanos acaudalados, sino los banqueros de toda la vida que guardan el dinero de aquellos pequeños ahorradores que depositaron su confianza en ellos.

Pasado un tiempo, en el pueblo se llega a una situación absurda. Se han contratado tantos seguros, la mayoría de ellos en descubierto, que si se fueran a la ruina antes del año todos los negocios que se quisieron financiar vendiendo papeletas, las aseguradoras tendrían que pagar en indemnizaciones muchísimo más dinero que el valor total que suman todas las papeletas vendidas.

La situación resulta ser un pelín peliaguda, en tanto que las aseguradoras en realidad no tienen dinero con que pagar tales indemnizaciones.

Y es que los seguros de papeletas no han sido regulados por la Concejalía de Economía del Ayuntamiento. Así que las aseguradoras se dedican a vender seguros sin tener en la caja fuerte ni una mínima parte del dinero que tendrían que desembolsar a sus clientes en el caso de que, por ejemplo, la heladería de Luis se fuera al garete.

Esta graciosa situación se produce gracias a la desregulación del mercado financiero.

Notas finales

La Canciller alemana Angela Merkel dijo con respecto a los CDS al descubierto: “Estos CDS equivalen a comprar un seguro contra incendios para la casa del vecino para luego prenderle fuego y ganar con ello dinero”. El Parlamento Europeo prohibió las CDS «desnudas» de deuda de estado a partir del 1 de diciembre de 2011.

Fuente: https://musicayvino.com

Conformidad…

Tomando como punto de partida el vídeo de esta entrada referente a la presión social,he aquí la demostración científica del hecho:

El experimento de Asch.

Asch forma un grupo compuesto por un estudiante y varios colaboradores del investigador que se hacen pasar por sujetos. La tarea consiste en que el investigador presenta una hoja en la que hay imprimidas tres barras horizontales de diferentes tamaños, y cada sujeto debe decir en voz alta cuál de ellas es la más alta. Los colaboradores están preparados para responder de forma correcta en los primeros ensayos, pero a medida que progresa la situación empiezan a equivocarse y a indicar una barra que claramente no es la más alta.

El sujeto que no sabe qué está ocurriendo comienza respondiendo correctamente, tal como él piensa, pero a medida que los demás insisten en indicar la barra equivocada, sus respuestas comienzan a ser iguales que las de los demás. Así, se concluye que el fenómeno de la conformidad sí es observable en situaciones en las que el estímulo sobre el que hay que emitir un juicio es objetivo.

Al entrevistar a los sujetos que habían pasado por el experimento, explicaron que a pesar de saber con certeza cuál era la respuesta correcta, se amoldaron a las expectativas de los demás por temor a ser ridiculizados de alguna manera. Algunos de ellos incluso afirmaron pensar que las respuestas eran realmente correctas.

Experimentos siguientes

No contento con este resultado, Asch llevó a cabo experimentos parecidos con pequeñas modificaciones para ver de qué forma era posible romper con la conformidad en las respuestas. Bajo el mismo paradigma, introdujo una serie de variaciones que mostraron unos resultados muy interesantes.

En una de las condiciones, introdujo dentro del grupo a un “aliado”. Aparte del sujeto que no sabe nada, se introduce otro sujeto o un investigador que debe dar las respuestas correctas independientemente de los demás. Se observa que cuando el sujeto ve que no es el único que piensa diferente al resto, la conformidad disminuye drásticamente. De alguna forma, la presencia de otra opinión minoritaria valida la propia.

Sin embargo, cuando este aliado se retira a mitad del experimento, el sujeto vuelve a sufrir los efectos de la conformidad. Aunque durante la primera mitad del experimento haya conseguido resistir a la presión social, cuando pierde su fuente de validación vuelve a tomar la opinión mayoritaria como guía.

Además, observó que cuanto mayor el número de gente que componga el grupo, más poderosa es la conformidad. En los grupos pequeños, la opinión minoritaria no sufre tanta presión al cambio como cuando se añaden tres o cuatro personas más. Otros factores como escribir la respuesta en lugar de decirla en voz alta y exponerse a la crítica o burla, explícita o no, favorece la resistencia a la conformidad.

¿Por qué ocurre la conformidad?

Las primeras explicaciones consideraban que la influencia social se producía a través de una imitación de la conducta de los otros, que a su vez se basaba en procesos de sugestión y contagio que ocurren en contextos de grupo. Se considera que este tipo de contextos facilitan el contagio y la difusión de ideas, y la imitación permite que lo individual se transforme en social.

Sin embargo, a partir de los experimentos de Asch, la conformidad pasa a explicarse por la asimetría entre el blanco y la fuente de influencia. El sujeto o blanco reconoce el poder de una fuente (una mayoría, por ejemplo) y depende de ella para obtener la información correcta en situaciones ambiguas y saber cuáles son las normas que debe seguir para mantener una relación positiva con los otros.

Cuando hablamos de que el sujeto se fija en la opinión de la mayoría para mantener una respuesta adaptada a la realidad porque la situación es ambigua, hablamos de dependencia informativa. Por otro lado, cuando decimos que el sujeto se fija en la opinión de la mayoría para saber cuál es el comportamiento que debe seguir para conseguir la aprobación de los otros, hablamos de dependencia normativa.

Fuente: https://psicologiaymente.com

 

Teoría de las ventanas rotas…

En criminología, la teoría de las ventanas rotas es una teoría que sostiene que los signos visibles de la delincuencia, el comportamiento antisocial y los disturbios civiles crean un entorno urbano que fomenta la delincuencia y el desorden, incluidos los delitos graves. La teoría sugiere que los métodos policiales que se centran en atacar los delitos menores, como el vandalismo, la vagancia, el consumo de alcohol en público o el cruce incorrecto de peatones , ayudan a crear una atmósfera de orden y legalidad.

Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas más. Finalmente, quizás hasta irrumpan en el edificio; y, si está abandonado, es posible que lo ocupen ellos y que prendan fuego dentro.
O consideren una acera: se acumula algo de basura; pronto, más basura se va acumulando; con el tiempo, la gente acaba dejando bolsas de basura de restaurantes de comida rápida o hasta asaltando coches.

Una buena estrategia para prevenir el vandalismo es arreglar los problemas cuando aún son pequeños. Repara las ventanas rotas en un período corto, digamos un día o una semana, y la tendencia es que será menos probable que los vándalos rompan más ventanas o hagan más daños. Limpia las aceras todos los días, y la tendencia será que la basura no se acumule (o que la basura acumulada sea mucho menor). Los problemas no se intensifican y se evita que los residentes huyan del vecindario.

Fuente: https://es.wikipedia.org

ISS a 51,6 grados…

¿Por qué la órbita de la Estación Espacial Internacional tiene 51,6 grados en comparación con los 0 grados del ecuador?

Tradicionalmente, los vehículos de la NASA lanzados desde el Cabo entran en órbitas con una inclinación de ~28 grados (la latitud de Cabo Cañaveral). Los vehículos rusos normalmente se lanzan a órbitas con una inclinación de 51,6 grados.

Podemos llevar una nave espacial a cualquier orientación, pero cuando lanzamos un vehículo, nos gusta aprovechar la velocidad que ya tiene de la rotación de la Tierra. La Tierra gira más rápido en el ecuador y más lento en los polos. Por lo tanto, es significativamente más barato orbitar con una inclinación igual a la latitud de lanzamiento. Cualquier otra cosa requiere una maniobra que utiliza combustible adicional. Se necesita más combustible para dirigirse hacia el ecuador y menos para dirigirse hacia los polos.

Por lo tanto, cuando la NASA y los rusos negociaron la ubicación de la ISS, se acordó que sería más económico colocarla en una posición favorable a los rusos. También permite muchos más experimentos de observación, ya que se recorre una mayor parte de la Tierra.

Ahora, en cuanto a por qué específicamente 51,6 grados, esto parece un poco extraño. Las naves rusas Soyuz y Progress se lanzan desde el Cosmódromo de Baikonur. Pero si buscamos Baikonur en un mapa vemos que su latitud es de unos 46 grados.

Pero, a veces, los cohetes fallan en el ascenso. Y teniendo un vecino que podría ver cuerpos de cohetes cayendo sobre él como un ataque, se vuelve prudente tratar de evitar volar sobre ese vecino en ascenso. El lanzamiento con una inclinación de 51,6 grados asegura que la nave espacial no pase sobre China hasta que esté claramente en el espacio.

La EEI se mantiene en una órbita casi circular con una altitud media mínima de 330 km y máxima de 410 km, en el centro de la termosfera, con una inclinación de 51,6 grados respecto al ecuador de la Tierra. Viaja a una velocidad media de 27.724 km/h, y completa 15.54 órbitas cada día (93 minutos por órbita).​ La altitud de la estación se dejaba disminuir para permitir a los vuelos de los Transbordadores Espaciales transportar cargas más pesadas a la estación. Tras la retirada del transbordador, la órbita de la estación aumentó en altitud.​

Fuentes:

Oclocracia…

Oclocracia o gobierno de la muchedumbre (poder de la turba) es una de las formas de degeneración de la democracia, del mismo modo que la monarquía puede degenerar en tiranía o la aristocracia en oligarquía.

Mientras que, etimológicamente, la democracia es el ‘gobierno del pueblo’ que con la voluntad general legitima al poder estatal, la oclocracia es el ‘gobierno de la muchedumbre’,​ es decir, «la muchedumbre, masa o gentío es un sistema político que, a la hora de abordar asuntos políticos, presenta una voluntad viciada, propensa a la evicción, confundida e irracional, por lo que carece de capacidad de autogobierno y, por ende, no conserva los requisitos necesarios para ser considerada como pueblo».​

En el desarrollo de esta política, sólo se tiene en cuenta de una forma superficial y burda los reales intereses del país, dirigiéndose el objetivo de la conquista al mantenimiento de un poder personal o de grupo, mediante la acción demagógica «en sus múltiples formas» apelando a emociones irracionales mediante estrategias como la promoción de discriminaciones, fanatismos y sentimientos nacionalistas exacerbados, el fomento de los miedos e inquietudes irracionales, la creación de deseos injustificados o inalcanzables, etc., para ganar el apoyo popular, frecuentemente mediante el uso de la oratoria, la retórica y el control de la población. La apropiación de los medios de comunicación y de los medios de educación por parte de dichos sectores de poder son puntos clave para quien busca esta estructura de gobierno, a fin de utilizar la desinformación.

Fuente: https://es.wikipedia.org

Agua a 24Hz…

El asunto está en hacer pasar el agua por delante del altavoz a través de un tubito, generar entonces una onda de sonido de 24 hertzios que pueda impulsar un poco las gotas y a la vez configurar la cámara de vídeo para que grabe a 24 fotogramas por segundo. ¿El resultado? El agua parece «mágicamente» detenerse en el aire, al estar perfectamente sincronizada con la captura de imágenes.

Al modificar las ondas y en vez de usar 24 usar 23 o 25 el agua parece moverse hacia adelante a hacia atrás (¡el efecto es buenísimo) El montaje es un poco como el efecto estroboscópico de toda la vida, que hace parecer estáticas las ruedas de coches y bicicletas mientras giran. También es el mismo efecto óptico que puede verse en helicópteros, hélices y otro tipo de escenas en las que las frecuencias de los objetos en movimiento sean un múltiplo exacto de los 24, 25 o 30 cuadros por segundo a los que esté grabando la cámara de vídeo.

Fuente: www.microsiervos.com

Libertad condicional…

Pues no, Alves no sale de prisión por ser rico. Ni se compra la responsabilidad penal. Hablar de estas cosas así NO AYUDA. Si de verdad se quiere evitar la revictimización hay que explicar técnicamente qué es lo que está ocurriendo.

Para ello creo que hay que explicar qué es una medida cautelar privativa de libertad y su diferencia con la pena y porqué en los Estados de derecho rige el principio de limitar al mínimo las privaciones de libertad.  La prisión provisional es una medida cautelar, es decir, el sujeto está en prisión para evitar “algo”. ¿Qué se pretende evitar? Qué oculte pruebas, o que reincida o que se fugue. La medida se dicta en atención, también, a la gravedad del delito y la posible pena imponible. (503 LeCrim)

La prisión provisional se aplica cuando no hay otras medidas menos graves para garantizar que no pasa todo eso que no queremos que pase. Cuando se puede conseguir que no haya fuga, ocultación de pruebas o reincidencia de otro modo, evidentemente se prefiere ese otro modo. (502 LeCrim)

En un Estado de Derecho las garantías del ciudadano frente al Estado deben prevalecer, para evitar abusos y transformaciones en estado autoritario. Y esto es muy importante. Si pedimos que se acaben las garantías para uno, se acabarán para todos. En el caso Alves, en un primer momento se dicta prisión provisional porque se pueden manipular/ocultar pruebas (se está investigando), y no se sabe qué pena se va a imponer-grave en todo caso- en Brasil no existe extradición, y hay que proteger proceso y víctima.

Dictada sentencia de 4 años y 6 meses de prisión, la medida cautelar ha de revisarse. Ya no hay peligro para las pruebas, ya está la investigación realizada, no hay riesgo de reiterar la conducta (es delincuente primario) y todas las partes han presentado recurso. Eso significa que la condena no es firme. Es decir, el tribunal que ha de ver los recursos y la siguiente instancia si se vuelve a recurrir, puede subir la pena, pero también puede rebajarla o dejarla como está. Y eso puede tardar años.

La prisión provisional tiene un limite; el tiempo IMPRESCINDIBLE para conseguir el fin propuesto y, en todo caso, 2 años por riesgo de fuga o reiteración, 6 meses por destrucción de pruebas y la mitad de la pena si ya hay condena. (504 LeCrim)

Esto significa que si no hay justificación y se han conseguido los fines propuestos, hay que poner en libertad y que si no es ahora, justificándolo, se le tendría que poner en un año y un mes si los recursos no están resueltos, que no lo estarán… Como no es posible ponerle en libertad sin más, porque ahí si que se estaría abriendo la puerta al incumplimiento, se imponen medidas sustitutivas de la prisión para seguir cumpliendo el fin principal: en nuestro caso evitar la fuga.

Se dictan tres medidas: una fianza, de 1 millón de euros porque es lo que hará que este sujeto se piense la fuga (en otros casos será menor, claro. Va en función de la capacidad económica del reo), comparecencia semanal en la Audiencia (para saber que no se ha ido) y retirada pasaporte.

No parece que el Tribunal haya dado facilidades para que el sujeto se escape, precisamente. Ha cumplido con una ley QUE NO HAY QUE CAMBIAR, porque nos PROTEGE a todos. (Lo de autocomprendernos siempre como posibles víctimas y no como posibles reos no vale, es absurdo, es mentira).

El riesgo de fuga se ha aminorado, porque existe cierto arraigo, la fianza es elevada, el resto de medidas son adecuadas, el sujeto se ha comprometido a no irse, es una persona conocida por lo que resultará difícil que pueda engañar a nadie si intenta escapar….

¿Existe riesgo? Claro. En la vida siempre hay riesgos. Pero este es menor que el incumplimiento de la garantía que debe prestar un Estado de Derecho.

No, esto no es justicia para ricos. Lo que no significa que no haya desigualdades. Las hay. Y muchas, por eso hay que trabajar también la perspectiva de clase. Pero ser famoso también tiene sus inconvenientes. Sufre más la pena de banquillo, es más difícil volver a trabajar, etc.

No todo es blanco o negro. Y trasladar que esto es una vergüenza, porque no cumple la pena y paga la libertad es una grave irresponsabilidad, que fomenta el populismo punitivo y, por lo tanto, la creencia en que la mano dura es lo bueno. Y eso, es malo para el Estado de Derecho.

Fuente: https://threadreaderapp.com

Esperanza de vida…

¿Qué es lo que buscan los inmigrantes cuando viene a España?

Las primeras respuestas fueron en broma y hablaron de las chicas, que aquí no se tapan tanto. Mi respuesta fue que eso se arreglaba destapando un poco las suyas, o dejándolas salir a la calle, y terminamos en risas porque no era momento de terminar en lágrimas.

Sin embargo, siguiendo ese mismo hilo, llegué a un par de conclusiones que nunca se me habían ocurrido. Porque resulta que lo que más codician la mayoría de inmigrantes africanos que vienen a España no es la libertad ni la prosperidad, sino otra cosa.

La mayoría de los que vienen viven bajo regímenes más o menos opresores, pero eso no parece preocuparles mucho. Mientras no sean gobiernos que prohíban la emigración, todo tiene fácil arreglo, a su ver. Y si no te quieres ir, basta con no meterte en política, una cosa que, aunque nos disguste pensarlo, tampoco le importa mayormente a la mayoría de la gente.

Todos los que vienen, sin excepción, vienen a ganar dinero. Quieren mejorar su vida, y enviar dinero a casa, y tener mejores oportunidades, y prosperar, y tener algunas de las cosas que ven por televisión y que nunca conseguirían en su país. Es legítimo y es hasta positivo para todos, pero tampoco es eso lo que más despierta su codicia.

Lo que realmente les impulsa a cruzar el estrecho jugándose el pellejo, son los veinte años, ¡veinte años! de diferencia de esperanza de vida, porque en buena parte de los países d África ya se es viejo a los 50, muy viejo a los 60 y casi nadie, menos de un 1 % llega a los 70 años de edad.

Lo que más quieren es que no mueran sus mujeres en los partos, y que los operen si están enfermos, y que su vida pueda durar razonablemente setenta o setenta y cinco años, sin pensar que a los cincuenta ya tienes que dar gracias por lo que has vivido porque tienes un pie en la sepultura.

Por eso se arriesgan a cruzar: porque juegan al doble o nada. Al triple o nada. Al quíntuple o nada. Y a medida que aumenta su familia allí, el riesgo vale cada vez más la pena.

Como me dijo uno, para evitar la inmigración descontrolada en Europa quizás valiese más la pena invertir allí en hospitales que en fábricas. Porque a la gente de allí, de veras, no le importa vivir con un poco menos con tal de poder vivir. Con tal de no ser ancianos a los cincuenta años.

Fuente: www.remaycalla.com

Bombillas halógenas…

¿Se deben manipular con guantes o con una esponjita o con un plástico, como el de la funda en las que suelen venir envueltas? ¿Y eso por qué? Pues porque se reduce su vida útil, se funden antes. Pero para saber por qué ocurre esto, antes veremos cómo funcionan las lámparas.

Las lámparas de incandescencia -las bombillas de toda la vida- constan de una ampolla de vidrio que contiene un gas inerte (argón o criptón) y un filamento de wolframio. Y es el paso de la corriente eléctrica la que hace que el filamento de wolframio alcance altas temperaturas -que oscilan alrededor de los de 2000 ºC- que dan como resultado la emisión de luz visible.

Comoquiera que el color de esta luz es algo amarillento -como corresponde a la zona de menor energía del espectro visible- se hace necesario aumentar la temperatura del filamento para conseguir una luz más blanca. Pero el wolframio puede sublimar y el filamento hacerse más delgado en algunos puntos. Y es en estos puntos en los que puede fundirse, dando como resultado un filamento roto y una bombilla oscurecida por el wolframio enfriado y depositado. Decimos entonces que la bombilla se ha fundido.

Para obtener una luz más blanca se utilizan actualmente las lámpara halógenas, que permiten que el filamento alcance una temperatura más elevada sin que el wolframio llegue a fundir.

¿Y cómo lo consiguen?

Las lámparas halógenas además de su filamento de wolframio o tungsteno, contienen una atmósfera gaseosa formada por el gas inerte y por un halógeno (generalmente yodo o bromo), que consigue que el wolframio se mantenga más estable de la siguiente manera: cuando el wolframio pasa a estado gaseoso y entra en contacto con las paredes de la lámpara se enfría, combinándose con el halógeno para formar el halogenuro correspondiente. Por otra parte, en las zonas del filamento donde haya sublimado más wolframio, el conductor disminuye de grosor y por tanto aumenta la temperatura. Y es en estas zonas donde el metal se deposita sobre el filamento reparándolo.

Este ciclo regenerador permite una temperatura mayor de lo habitual y ofrece una luz más blanca, pero requiere de un compuesto de cuarzo -que soporta mejor las altas temperaturas- para la fabricación de la bombilla.

Pero el compuesto de cuarzo no se puede tocar con los dedos, porque restos de grasa corporal quedan adheridos a la superficie. Esta fina capa adherida se calienta y presenta diferente temperatura que el resto de la lámpara. Cuando el wolframio llega al cuarzo ya no se enfría y se rompe el ciclo regenerador. Además la huella de suciedad provoca una alteración química del cuarzo que es conocida como desvitrificación y que provoca su deterioro y contribuye a que el filamento se funda.

Fuente: www.sabercurioso.es

Gestos «universales»…

Viajar por el mundo es la ocasión perfecta para aprender mucho de otras culturas: su historia, gastronomía, su gente… pero, en ocasiones, hay que tener precauciones, sobre todo si se viaja a ciertos países. Algunos gestos que en España significan una cosa quieren decir todo lo contrario en según qué destinos, y conocerlo nos puede ahorrar más de un malentendido. Gestos con las manos y los dedos, expresiones, saludos… cuando uno está acostumbrado a hacerlos cada día y con total naturalidad, cuesta imaginar que alguien podría ofenderse por ellos, pero así sucede e, incluso, te puedes enfrentar a penas de cárcel en según qué situaciones. Te contamos algunos de los más llamativos.

Pulgares arriba: en España y países angloparlantes se utiliza para transmitir un mensaje positivo «ok», «vale», «bien», pero en otras culturas su significado es totalmente diferente. En Irán, por ejemplo, se usa como insulto obsceno, mientras que en Japón tiene el sentido de hombre o varón. También es un insulto en Grecia, Rusia y el África occidental.

Cruzar los dedos: en la mayoría de los países occidentales, cruzar los dedos se hace para atraer la suerte, pero mejor que no lo hagas en Vietnam: estarás ofendiendo a quien esté frente a ti, pues para ellos el gesto señala los genitales femeninos.

Hacer la »V» con los dedos: signo de »victoria» y de »paz» en algunos países como Estados Unidos; forma de »saludar» en las fotos en Japón… pero mejor no hacerlo en Reino Unido, Nueva Zelanda, Australia e Irlanda, donde se toma por un insulto.

Palma de la mano en señal de »Stop»: lo usamos para, por ejemplo, parar un taxi: levantas la mano, todos los dedos hacia arriba, y la palma mirando al exterior. Pero mejor no hacerlo en Grecia: les estarás mandando al infierno.

Mover el dedo índice para llamar a alguien: si vas a Filipinas, mejor no trates de decir a alguien «ven aquí» mediante el movimiento de tu dedo índice, como haces en España y otros países. Este gesto es usado solo para llamar a los perros, y quien lo ejerce se enfrenta a penas de incluso cárcel.

Mirar a los ojos: gesto de franqueza en culturas occidentales, mirar a los ojos mientras hablas con alguien de Asia u Oriente Medio puede ser entendido como irrespetuoso. Ocurre especialmente con las mujeres, quienes lo evitan porque mirar a los ojos puede ser tomado como muestra de interés sexual.

Fuente: www.teinteresa.es

Radiografía de la corrupción…

Un análisis local de la corrupción muestra que 1.498 de las 8.131 localidades de España (incluyendo Ceuta y Melilla), es decir, el 18,4% de los municipios, ha experimentado al menos un caso de corrupción política en el período de estudio. Este dato es más relevante si tenemos en cuenta que esas 1.498 localidades suponen el 73,5% de la población total de España:

Por tramos de población, el mayor número de casos se ubica en aquellos municipios menores a 100.000 habitantes y mayores a 2.000, que suponen el 62,7% de los 1.498 casos. Pero un dato resalta: cuanto mayor sea la población del municipio, mayor es la probabilidad que este haya tenido un caso de corrupción. Así, en el caso de los municipios con más de 100.000 habitantes, ha habido corrupción en el 92% de ellos.

 

Tipos de delitos

Casi un tercio (32,3%) de causas están relacionadas con la corrupción urbanística, especialmente en los gobiernos locales. España experimentó un ciclo económico expansivo apoyado en el boom inmobiliario desde mediados de los años 90 hasta la crisis económica de 2007, una etapa que propició la concesión irregular de licencias y operaciones de especulación urbanística.

En segundo lugar, se encuentran los delitos de malversación de caudales públicos (20,7%), que llevan aparejado un perjuicio económico para las Administraciones Públicas. La manipulación de licitaciones públicas (bid rigging), ya sea mediante el amaño directo de la subasta o el fraccionamiento de contratos, representa el 15,9% de los casos.

Por partido político

El Partido Popular (PP) es el que más causas de corrupción tuvo entre los años 2000 y 2020, participando en el 40,5% de los procedimientos recopilados. Le sigue el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), implicado en el 38,3% de los casos. Teniendo en cuenta que ambos partidos intervinieron de manera conjunta en 111 casos (aproximadamente el 3% del total), PP y PSOE han tenido algún cargo implicado en el 75,8% de las causas. No es trivial recordar que ambas formaciones acaparan la mayoría de las alcaldías, diputaciones y gobiernos regionales en el período de estudio. Izquierda Unida (IU) ocupa el tercer lugar en este ranking de corrupción, con acusados en el 4,1% de los casos, seguida de la extinta Convergència i Unió (CiU), que aparece en el 3,6% de las causas.

 

Fuente: https://nadaesgratis.es

Morir con cero…

Jack Welch, el legendario CEO de General Electric, tenía fama de agarrado. Nuestros orígenes explican aquello que somos y Jack había crecido en una humilde familia americana, con un padre que conducía trenes y una madre que cuidaba la casa. Nunca tuvieron mucho dinero pero él se ganó sus oportunidades trabajando. Se graduó en ingeniería química y obtuvo el doctorado, para luego aceptar una oferta de General Electric, empresa que terminaría liderando. Era temido y admirado y está considerado uno de los grandes directivos del siglo pasado. 20 años estuvo al frente de la compañía, vigorizando un viejo conglomerado con su filosofía de responsabilidad y meritocracia. Al cumplir 60, todavía al mando de la firma, sufrió un ataque al corazón del que afortunadamente pudo recuperarse. El periodista Stuart Varney, presentador de CEO Exchange, quiso saber qué le pasó por la cabeza antes de que llegara la ambulancia, cuando no sabía si iba a contarlo. La respuesta de Jack es sorprendente:

Debería haber gastado más dinero.

El periodista pensó que bromeaba y Jack insistió:

Todos somos producto de nuestro entorno. Y yo de joven no juntaba dos centavos, así que siempre he sido relativamente tacaño. Siempre compraba el vino más barato, siempre miraba el precio en el restaurante. Y nunca más, me juré por Dios, volvería a comprar una botella por debajo de los 100 dólares. Esa fue la lección.

Jack amasó una fortuna de 750 millones de dólares. El valor de mercado de General Electric, durante su etapa de CEO, pasó de 12.000 millones a 410.000 millones de dólares. Se había ganado todas las botellas que quisiera. Solo tenía que darse permiso.

Fuente: https://joantubau.substack.com

Cañón de vórtices…

Se puede usar humo, para ver los vórtices toroidales, o incluso no usarlo y que parezca que actúa por efecto de la magia. Con un poco de práctica es fácil generar vórtices con suficiente energía para recorrer más de 10 metros de distancia y apagar velas, romper una torre de vasos de plástico (como en el vídeo), o incluso simular un fantasma de aire que acaricia la cara de una persona. La potencia del cañón de vórtices depende del volumen de aire de la cavidad que lo produce, por lo que se recomienda usar una gran caja de cartón (en la que se cortará un agujero circular de unos ~15 cm de diámetro).

Fuente: https://francisthemulenews.wordpress.com

Burbuja cripto…

Se ha constatado empíricamente que ni somos capaces de calcular las probabilidades de los sucesos que pueden acontecer, y que van a afectar a nuestros resultados, ni tomamos en la mayoría de los casos las decisiones de manera meditada y reflexiva. La situación más paradigmática de entre los comportamientos irracionales corresponde a las burbujas económicas.

Una burbuja especulativa es un fenómeno económico consistente en el incremento desproporcionado del precio corriente de algún activo o producto, de forma que dicho precio se aleja sustancialmente del valor teórico del mismo. La principal características de las burbujas es la especulación, que se mantiene durante el desarrollo de las burbujas hasta que acaba la euforia y los inversores cambian sus expectativas. La euforia es sucedida por un periodo en el que predomina el pánico financiero y se producen ventas masivas para intentar reducir las pérdidas lo máximo posible. Las burbujas se crean cuando los inversores confían en un crecimiento sin límites, y se dejan llevar por el pensamiento irracional y la histeria colectiva, de forma que no actúan valorando correctamente el riesgo.

En la figura observamos como se desarrolla una burbuja especulativa de acuerdo al precio o valor percibido del bien en el eje Y y el tiempo medido en el eje X. En primer lugar contamos con una fase invisible, que solo podrá ser estudiada con posterioridad al desarrollo de la burbuja. En esta fase el dinero inteligente se posiciona en el producto financiero que comienza a incrementar su precio de forma moderada, despegando la burbuja de manera desapercibida.

Tiempo después comienza la toma de conciencia del alto beneficio y potencial que tiene ese activo. Los inversores institucionales toman posiciones y se produce la primera liquidación. El precio cae y hay una trampa para bajistas. Los inversores menos optimistas abandonan el activo en este momento porque creen que seguirá cayendo hasta retornar al punto inicial. Sin embargo esta caída es moderada y pronto comienza la fase de manía.

Los medios de comunicación comienzan a hablar de ese activo, los precios suben a ritmos cada vez mayores, los pequeños inversores compran, se comienza a hablar de los rendimientos tan altos que se están produciendo, hay entusiasmo. Los pequeños inversores que tienen beneficios no ejecutados porque no han ejecutado las posiciones en su inversión comienzan a invertir más en ese activo, tomando riesgos que no perciben y cayendo en la avaricia. Finalmente se producen situaciones de autoengaño, con frases como las que se oían en 2006 en España en boca de parroquianos con el codo apoyado en la barra del bar y ataviados con palillo entre los dientes afirmando que «los pisos nunca bajan», mientras discutían sobre el Euribor y si comprar dos o tres viviendas sobre plano en la siguiente promoción a veinte kilómetros del centro de la ciudad.

Los precios dejan de subir a una velocidad absurda y en poco tiempo se paran en seco. Se habla del nuevo paradigma, en el caso de la burbuja inmobiliaria los pisos serían demandados por los turistas y los millones de inmigrantes que vendrían a nuestro país en los próximos años. El país estaba en la Champions League de la economía gracias al ladrillo. Con las primeras caídas de precios empieza la fase de liquidación. En esta etapa abunda la negación y se alude al carácter temporal de la bajada que se ve solo un paso atrás para coger impulso. Los precios se estabilizan y vuelven a subir. Es en este momento cuando los alcistas que no invirtieron tanto como quisieran haberlo hecho se lanzan a comprar y los precios continúan aumentando.

Se habla de vuelta a la normalidad, los precios altos están aquí para quedarse, el señor con siete pisos y seis hipotecas y un palillo entre los dientes vuelve a pontificar en la barra del bar «si es que ya lo decía yo, los pisos nunca bajan«. De nuevo los precios caen y esta vez el miedo se apodera de los inversores. Pasado el tiempo comienza la capitulación y se reconoce que el precio aumento de forma exagerada. Todos afirman que hubo comportamientos irracionales y los pisos de cincuenta metros cuadrados a medio construir en las afueras de Villalejos del Páramo no encontrarán nunca comprador. Los inversores que no salieron a tiempo caen en la desesperación.

Ahora el activo vale la mitad, la tercera parte o incluso menos de lo que ellos pagaron por él. En el bar el tono es más sombrío y el señor comenta con rabia que no piensa aceptar ninguna de las ofertas que recibe por sus piso en venta «antes de malvenderlo lo quemo». El tiempo pasa, la burbuja termina y se retorna a la media del precio de ese activo financiero. La racionalidad vuelve a ese mercado tras la euforia y el pánico.

Fuente: https://blogs.udima.es