Radiografía de la corrupción…

Un análisis local de la corrupción muestra que 1.498 de las 8.131 localidades de España (incluyendo Ceuta y Melilla), es decir, el 18,4% de los municipios, ha experimentado al menos un caso de corrupción política en el período de estudio. Este dato es más relevante si tenemos en cuenta que esas 1.498 localidades suponen el 73,5% de la población total de España:

Por tramos de población, el mayor número de casos se ubica en aquellos municipios menores a 100.000 habitantes y mayores a 2.000, que suponen el 62,7% de los 1.498 casos. Pero un dato resalta: cuanto mayor sea la población del municipio, mayor es la probabilidad que este haya tenido un caso de corrupción. Así, en el caso de los municipios con más de 100.000 habitantes, ha habido corrupción en el 92% de ellos.

 

Tipos de delitos

Casi un tercio (32,3%) de causas están relacionadas con la corrupción urbanística, especialmente en los gobiernos locales. España experimentó un ciclo económico expansivo apoyado en el boom inmobiliario desde mediados de los años 90 hasta la crisis económica de 2007, una etapa que propició la concesión irregular de licencias y operaciones de especulación urbanística.

En segundo lugar, se encuentran los delitos de malversación de caudales públicos (20,7%), que llevan aparejado un perjuicio económico para las Administraciones Públicas. La manipulación de licitaciones públicas (bid rigging), ya sea mediante el amaño directo de la subasta o el fraccionamiento de contratos, representa el 15,9% de los casos.

Por partido político

El Partido Popular (PP) es el que más causas de corrupción tuvo entre los años 2000 y 2020, participando en el 40,5% de los procedimientos recopilados. Le sigue el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), implicado en el 38,3% de los casos. Teniendo en cuenta que ambos partidos intervinieron de manera conjunta en 111 casos (aproximadamente el 3% del total), PP y PSOE han tenido algún cargo implicado en el 75,8% de las causas. No es trivial recordar que ambas formaciones acaparan la mayoría de las alcaldías, diputaciones y gobiernos regionales en el período de estudio. Izquierda Unida (IU) ocupa el tercer lugar en este ranking de corrupción, con acusados en el 4,1% de los casos, seguida de la extinta Convergència i Unió (CiU), que aparece en el 3,6% de las causas.

 

Fuente: https://nadaesgratis.es

Trabajo infantil…

Mi intención no es solo mostrar a los niños bangladesíes en el trabajo como víctimas de malos jefes que los explotan, sino que quiero mostrar la complejidad de la situación: Los padres que envían a su pequeño hijo a trabajar a una fábrica porque son pobres ; el niño que tiene que trabajar para ganarse la vida para la familia ; el jefe de la fábrica que está siendo presionado por las grandes empresas de confección para producir por menos dinero; y los consumidores occidentales como clientes que compran ropa barata.

G.M.B. Akash

Jainal trabaja en una fábrica de ollas de plata. Tiene 11 años.

Él ha estado trabajando en esta fábrica durante tres años. Su trabajo comienza a las 9 am y termina a las 6 pm Por su trabajo recibe 700 taka (10 USD) por un mes.

Sus padres son tan pobres que no pueden permitirse enviarlo a la escuela. Según el dueño de la fábrica, los padres no cuidan a sus hijos; envían a sus hijos a trabajar por dinero y supuestamente no sienten lástima por estos niños pequeños.

 

Liyakot Ali, de 13 años, trabaja en una fábrica de ollas de plata en Old Dhaka.

Los niños trabajan 10 horas al día en condiciones peligrosas, por un salario semanal de 200 taka (3 USD).

 

Jasmine, de 7 años, recoge basura de un basurero humeante en una fría mañana de invierno.

Ella gana dinero para mantener a su familia buscando artículos en el basurero de Kajla. Es uno de los tres vertederos en una ciudad de 12 millones de habitantes.

Aquí se arrojan alrededor de 5000 toneladas de basura todos los días y más de 1000 personas trabajan entre la basura, clasificando los desechos y recolectando artículos para venderlos a los minoristas para su reciclaje .

 

Niños en una fábrica de ladrillos en Fatullah. Por cada 1.000 ladrillos que cargan, ganan el equivalente a 0,9 USD.

 

Munna, de ocho años, trabaja en una fábrica de rickshaws. Gana alrededor de 500 taka (7 USD) al mes, trabajando 10 horas al día.

Cuando la producción se detiene a menudo por falta de electricidad, tiene tiempo para jugar.

 

Fuente: www.zoriah.net

En la guerra, sigue al dinero…

Yemen lleva ya más de 10 años en guerra. El bloqueo al que Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos han sometido al país, ha provocado, según las estimaciones más optimistas de Save the Children, la muerte por inanición de 87.000 niños. La cifra de muertos, según la ONU, ya va por los 233.000. Es el peor conflicto humanitario desde la Segunda Guerra Mundial.

Mientras tanto, no es que no se vayan a aplicar sanciones a estas dos dictaduras, sino que países europeos, Canadá y EEUU, siguen cerrando contratos millonarios con Arabia Saudí y EAU relacionados con la construcción, las renovables y el petróleo.

Son decenas los clubes de fútbol patrocinados por empresas de Emiratos, algunos de los cuales han condenado la injusta e ilegal invasión (que no Guerra) del miserable de Putin. Son muchos los grupos que han suspendido sus conciertos en Rusia pero no en Israel. Escuchar al primer ministro israelí calificar de «barbarie» lo de Ucrania, más allá de que sea cierto, es de una hipocresía insoportable.

Decía Kapuscinski: «En la guerra, no sigas la estela invertida de la bala para encontrar al culpable. Sigue al dinero. Siempre es el dinero».

La propia España ha cerrado contratos armamentísticos millonarios con Arabia Saudí. El Rey, como todos sabemos, guarda una especial amistad con la familia real saudí que, por cierto, lleva más de 30 años financiando el terrorismo yihadista, algo que la CIA sabe desde los años 80, pese a que solo se haya buscado a los terroristas en Irak o Afganistán.

Fuente: www.meneame.net

Ampliación geopolítica: www.luisgonzalosegura.es

Vaciado de los embalses…

Según el estudio Precios y Costes de la Generación de la Electricidad (Comisión Nacional de Energía, 2008), producir un megavatio hora eléctrico en una central nuclear amortizada costaba en ese año, en el año 2008, año de la publicación de ese informe, dieciocho euros (18 €). Hoy, las centrales nucleares españolas están 13 años más amortizadas que en 2008, cuando fueron publicadas aquellas cifras, por lo que generar un megavatio hora nuclear es presumiblemente más barato aún.

Además, hoy, el uranio, la materia prima con la que las centrales nucleares producen electricidad, cuesta poco más de la mitad de lo que costaba en 2008, porque Fukushima cerró muchas centrales en Japón y en Alemania (dos enormes potencias nucleares), y porque en otras latitudes la solución atómica ha dejado de ser atractiva a los ojos de la opinión pública, todo lo cual ha deprimido muy considerablemente el precio del uranio.

A pesar de todo ello, a pesar de que hoy, producir un megavatio hora nuclear cuesta muy probablemente mucho menos de esos 18 euros en las centrales amortizadas… a pesar de ello, lo estamos pagando a 116,73 euros, lo que implicaría un beneficio de más del 650%.

Los números, con la hidráulica, se salen ya por completo de madre. Según el mismo informe de la CNE, generar entonces (en 2008) un megavatio hora hidroeléctrico en una central amortizada costaba 3 euros. Y volvemos a lo mismo: aunque hoy esas centrales están 13 años más amortizadas, la gran hidráulica también está cobrando la electricidad hoy a 116,73 euros el megavatio. ¿Beneficio por megavatio hora? Más de un 3.800%.

 

¿Cómo infla el precio la hidráulica?

La hidráulica espera, espera y espera en la subasta, sabedora de que esta -la subasta- irá calentándose y encareciéndose. Espera… porque puede esperar: es una energía almacenable, como el carbón, el petróleo o el gas.

Espera, pues, y, llegado un cierto momento, cuando la demanda está a punto de colmarse (hay una demanda de 100 y otras tecnologías ya se han adjudicado 95, por ejemplo), entonces la hidráulica estima “a cuánto puede ofertar el gas para cubrir costes y obtener un margen de beneficio” y, una vez hecha esa estimación, la hidráulica oferta en la subasta un ápice por debajo y se adjudica esos cinco últimos megavatios hora. Por ejemplo, la hidráulica estima que el gas podría ofertar a 116,74 euros el megavatio hora. Pues bien, los señores del agua van y dicen: pues yo puedo generar ese megavatio hora a 116,73 euros… y se lo adjudican.

Cobran 116,73 euros por ese megavatio hora, aunque la hidráulica está produciendo ese megavatio hora a 3 euros. Es decir, que la hidráulica está aprovechando (1) la subida en los mercados internacionales del precio del combustible que utiliza su competidor (el gas natural) y está aprovechando (2) la subida del precio del CO2 en el mercado europeo (el CO2 es otro coste de los ciclos combinados) para hacer el agosto.

Se da la circunstancia además de que los propietarios de las centrales hidroeléctricas (Iberdrola, Endesa y Naturgy) son así mismo propietarios de 15.000 megavatios de potencia en centrales de ciclo combinado (gas natural), por lo que conocen con mucha precisión a qué coste pueden operar para obtener un margen de beneficio suficiente).

Y, ahora, una cuenta muy sencilla: la hidráulica ha colocado en el mercado de hoy 74.275 megavatios hora, según muestra la tabla elaborada por OMIE (el operador del mercado ibérico de electricidad). El coste de generación de todos esos megavatios asciende, según el informe de la CNE, a unos 222.000 euros (74.000 megavatios por 3€ de coste de generación por megavatio). Pues bien el precio que van a cobrar Iberdrola, Endesa y Naturgy por esa electricidad hidro asciende a más de ocho millones y medio de euros. En 24 horas.

Con la nuclear podemos hacer la misma cuenta. Según OMIE, la nuclear ha colocado en el mercado hoy 166.000 megavatios hora. Generarlos le ha costado (a razón de 18€ el megavatio, si nos atenemos a la cifra de la CNE de 2008) casi tres millones de euros. Pues bien, de la venta de hoy obtendrá (a razón de 116,73€ el megavatio) casi 20 millones de euros. En 24 horas.

Según Red Eléctrica de España, que es el operador del sistema eléctrico nacional, actualmente hay en el país 17.098 megavatios de potencia hidráulica. Iberdrola controla 9.715. Endesa, 4.793. Naturgy, 1.951. O sea, que tres empresas manejan los grifos de 16.459 megavatios hidro, el 96,2% del total.

Se da la circunstancia de que los que manejan el grifo de la hidráulica (Iberdrola, Endesa y Naturgy) también son propietarios del 100% de la potencia nuclear (más de 7.000 megavatios) y de 15.000 de los 26.000 megavatios de gas natural que hay instalados en España.

Fuente: www.energias-renovables.com

Doctrina Botín…

Documentación a la que ha tenido acceso Diario16 y que se adjunta a una denuncia presentada por la asociación contra la corrupción ACODAP, revelaría una trama de presuntos chantajes y sobornos a cuatro magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, en la actualidad jubilados. Dichos documentos manuscritos mostrarían cómo, supuestamente, a estos jueces se les habría condicionado su decisión respecto a una querella presentada contra un fiscal quien, en base a la documentación, sería la persona que presuntamente chantajeó a los magistrados a través de supuestas actividades de sus esposas.

Los hechos sucedieron en el año 2006, según manifiestan los documentos. Un año después, tres de estos cuatro magistrados intervinieron un año después en la Sala que tenía que resolver la Doctrina Botín y votaron a favor de exonerar de cualquier tipo de responsabilidad al entonces presidente de Banco Santander, Emilio Botín, respecto al caso de las Cesiones de Crédito.

Según los documentos manuscritos incorporados en la denuncia de ACODAP, los magistrados Joaquín Giménez García, Carlos Granados Pérez, Antonio Ramos Gancedo y José Ramón Soriano Soriano se les indicó lo siguiente para que apoyaran al fiscal en una querella presentada contra él.

A Joaquín Giménez: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo la procedencia del dinero con que tu esposa compró 40.000 m2 de terreno en Jaén el 4-9-2005 días antes de que resolvieses favorablemente un recurso presentado por el autor de una estafa, en la que robaron 8 millones de euros, sin que apareciera el dinero por ninguna parte».

A Carlos Granados: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo la titularidad de tu esposa sobre un depósito de 1.000.000 € que Emilio Botín le abrió en Suiza el pasado mes de febrero en compensación por tus gestiones acerca del problema personal del banquero con la justicia».

A Diego Antonio Ramos Gancedo: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo cómo te hiciste con tu casa de Menorca, que era patrimonio, a través de sociedades interpuestas, del narco Fajardo, al que tú dejaste en libertad y se dio a la fuga».

A José Ramón Soriano: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo el depósito de 600.000.-€ abierto en el Santander en mayo de 2003, a nombre de una sociedad administrada por tu esposa, justo 2 días antes de que dictaras una sentencia absolutoria de un conocido narcotraficante gallego. Si tenemos en cuenta que la profesión de tu esposa es sus labores, el citado depósito es harto sospechoso, ¿no lo crees así también?».

Estas cartas estarían mostrando, además del presunto chantaje por parte del fiscal que se quería proteger de una querella, algunos supuestos manejos internos de determinados miembros de la Administración de Justicia que mostrarían la presunta corrupción judicial existente en España y que, tal y como hemos publicado en Diario16, ha provocado la presentación ante la Justicia Europea de denuncias por parte de cientos de ciudadanos y ciudadanas que se encuentran desamparados por las decisiones favorables a determinadas élites por una parte de la judicatura.

La gravedad de las acusaciones de la denuncia de ACODAP obligan al fiscal y a los magistrados ya jubilados a, en el caso de no ser ciertos los hechos denunciados, hacer un comunicado público o convocar una rueda de prensa para exponer su versión de los hechos denunciados o para desmentirlos.

Las Cesiones de Crédito y la Doctrina Botín

Tal y como indicamos anteriormente, estos cuatro magistrados votaron a favor de la exoneración de Emilio Botín y de la implantación de la Doctrina Botín, uno de los mayores escándalos judiciales de la historia de España. No hay más que recordar cómo, durante la declaración del entonces presidente del Santander, un furgón blindado, que cargaba en su interior 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros), daba vueltas por los alrededores de la Audiencia Nacional en espera de que el juez Moreiras le impusiera una fianza para no entrar en prisión calculada en esa cifra.

Entre 1987 y 1991 el Santander captó 430.000 millones de pesetas (2.584,35 millones de euros) a través de las cesiones de crédito, un producto que ofreció la posibilidad de eludir el pago a Hacienda del 25% del capital invertido. La entidad cántabra colaboró con el fisco, pero quedó sin resolver un asunto: un importante número de suscriptores tenían identidad falsa. Por tanto, el Santander había incurrido en un presunto delito de falsedad documental y colaboración necesaria para el fraude.

El fiscal Jesús Santos, junto a varios peritos fiscales, elaboró un informe demoledor que demostraba, precisamente, que el Santander había ocultado la titularidad de algunos suscriptores con nombres falsos o con identidades de personas fallecidas. Por ello, en contra del criterio de la Fiscalía, propuso la imputación de Emilio Botín, Rodrigo Echenique y del resto del Comité Ejecutivo del banco. Tal fue la presión que debió asumir Santos que dejó el caso para que continuara con su labor Eduardo Fungairiño que apenas tardó un par de meses en retirar la acusación en contra del criterio de la jueza instructora: Teresa Palacios. A principios de 2001 Fungairiño volvió a la carga y volvió a pedir el archivo de la causa. Finalmente, en diciembre de 2007, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, en la que se hallaban los cuatro magistrados citados, determinó que un procedimiento penal no podía continuar si quien sostenía la acusación era, en exclusiva, la acusación popular y no la Fiscalía, creando, de este modo, la Doctrina Botín.

Fuente: https://diario16.com

Un yogur para cenar…

Conocí a Sandra en 2012 en un edificio de viviendas que fue ocupado por familias desahuciadas en Sevilla capital y que se convirtió en un símbolo internacional de la maldad ideológica del poder financiero. Entre cita informativa y cita informativa, yo me fijaba en una mujer de menos de 30 años que cargaba con tres niños y ninguno superaba los 10 años.

Sandra no era de las más echadas para adelante. Siempre se mantenía en un segundo plano, como preguntándose qué hacía allí una mujer como ella. Acompañada de sus hijos y su marido, tan joven como ella, esquivaba la mirada cuando nos cruzábamos en aquel ir y venir de gente que se convirtió aquel edificio ocupado en defensa del derecho a la vivienda.

Un día, en la fuente donde iba a llenar las garrafas de agua, pudimos hablar un poco más, dentro de los límites de su timidez. En 2010, dos años atrás, su marido llegó a casa con la carta de despido del taller donde trabajaba. A ella, año y medio más tarde, le hicieron lo mismo en la empresa donde limpiaba bloques, escaleras y oficinas.

De pronto, dejaron de entrar ingresos en la casa y se hizo imposible pagar la hipoteca y el resto de recibos. “Llegó un día que tuve que decidir si darle de comer a mis niños o pagar la hipoteca”, me confesó en la fuente una calurosa tarde de septiembre de 2012.

El miedo a que la policía llegara al piso a desahuciarlos hizo que abandonaran la noche antes de la cita del juez para la ejecución hipotecaria. Llamaron a un amigo con una furgoneta y en dos horas recogieron cinco vidas, una historia de amor y el sueño frustrado de criar a sus tres hijos en armonía.

Sandra se fue con los niños a casa de su madre y su marido se marchó solo con su familia, con la idea de buscar una solución que permitiera reagrupar a los cinco nuevamente. Sandra, que por aquellas tendría 30 años, tenía surcos en la cara propios de una señora de 60. Dicen los médicos que nada envejece más que la pobreza y Sandra estaba marcada por el dolor social de una crisis que se había cebado con ella.

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Aplausos…

He vivido con alegría las oleadas de aplausos en los balcones al personal sanitario que más tarde se ha extendido a las cajeras de supermercados, transportistas, auxiliares de ayuda a domicilio y limpiadoras. A pesar de que me parece que ese aplauso nos engrandece como sociedad, porque nos abraza y es la victoria del nosotros frente al yo en tiempos de individualismo neoliberal. Nos querían solos y nos tienen aplaudiendo a nuestros servicios públicos en los balcones. Poético es, qué duda cabe.

Me parece una trampa en la que caemos recurrentemente que, cada vez que un colectivo es víctima de injusticia, la sociedad lo convierte en héroe. Es el truco neoliberal, la ideología que ha arruinado y privatizado nuestros sistemas públicos de salud, para ocultar la desigualdad y llenarnos los ojos de lágrimas con las que no nos dejan razonar.

Detrás de esta mística emocional del capitalismo, que es capaz de convertir en emoción que unos abuelos se tiren tres noches haciendo cola en la puerta de un colegio público para matricular a su nieto, en lugar de denunciar la falta de plazas ofertadas o el privilegio de la educación privada frente a la pública por parte de los gobiernos sujetos al dogma neoliberal.

Impensable sería hace 30 años que estuviéramos hablando de que una médica o un enfermero fueran trabajadores precarios, el eufemismo con el que en la posmodernidad nos hemos dado para llamar a los nuevos pobres generados por esta fase salvaje del capitalismo.

Entre aplauso y aplauso a los sanitarios, cajeras o limpiadoras, poco o nada se ha publicado de sus condiciones de vida, de los contratos de días que van emparedando o de los sueldos de mierda que cobran todos los trabajadores que, de precarios que son, no tienen derecho ni a hacer cuarentena porque son la base fundamental sobre la que se sostiene nuestra vida, aunque el sistema se lo paga con relegarlos a la cola de importancia social.

No he visto ni un solo cartel en redes sociales que pida la subida del sueldo de las enfermeras, médicos, limpiadoras o cajeras de supermercados; no he visto un solo cartel, ni una sola noticia, que explique cómo tiene la espalda y las manos una cajera de supermercado con 45 años después de toda una vida de movimientos repetitivos; nada se ha dicho de que muchas de las auxiliares de ayuda a domicilio, a las que les pagan 4 y 5 euros la hora por cuidar ancianos y personas dependientes, tienen salarios por debajo de los 600 euros al mes, contratos de 25 horas semanales y con jornadas partidas de mañana y tarde.

Espero veros en las calles a todos los que aplaudís ahora, a todos los que pintáis arco iris en las ventanas y gritáis viva España. Espero veros a todos lo que hacéis de policía desde vuestro balcón cuando pasa alguien por la calle. Espero que la exaltación con la que salís a corear a los que se están dejando la vida por nosotros, se convierta en concienciación que nos haga movilizarnos de una vez por nuestros derechos y los de todos.

Porque sois muchos ahora los que hacéis ruido desde vuestro balcón, muchos más de los que he visto nunca en cualquier manifestación para que no arrasaran con nuestros derechos y muchos más de los que jamás han secundado una huelga general en nuestro país para reivindicar no solo pan, sino también dignidad. ¿Dónde estabais entonces cuando tanto os necesitamos? ¿Pasaréis de la arenga y el fervor a la acción y la lucha? Porque está bien animarse, lo hacen todos los jugadores de cualquier deporte o los militares, antes de pasar a la acción. Pero saben que luego viene la acción, que el grito, la palmada al compañero y el enaltecimiento por sí solos no sirven para nada.

Cuando todo esto acabe habrá fiesta, jolgorio y alegría, pero también nos quedará por delante mucha lucha. Lucha por reconquistar los derechos que nos quitaron y por hacer, entre todos, una sociedad mucho más justa en la que el centro seamos las personas, no los beneficios de las empresas para las que somos tan solo un número en su balance de cuentas. Espero veros en las calles entonces, porque con los aplausos no basta.

Fuentes:

Sanfermines de 1978…

En los Sanfermines de 1978, el 8 de julio de 1978 en Pamplona (España), tras el despliegue de una pancarta en favor de la amnistía total, la Policía Armada intervino dejando más de 150 heridos y un estudiante muerto por un tiro en la frente. Esta intervención llevó una huelga general en Navarra y protestas que se extendieron por Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y el resto de Navarra. Estos sucesos nunca fueron juzgados.

Posteriormente se contabilizaron más de 150 heridos, de ellos once con heridas de bala. Según Rodolfo Martín Villa, ministro del Interior en aquel momento, solo en seis horas y en la zona del centro de Pamplona se hicieron 7000 disparos de material antidisturbios y 130 disparos de bala.3

El grado de violencia empleado quedó reflejado en las órdenes que se daban desde la central a los policías por radio, y que fueron grabadas:

«Preparad todas las bocachas y tirad con todas las energías y lo más fuerte que podáis.»

«No os importe matar.»

La Primera de TVE, que retransmitía la corrida en directo por televisión, emitió las imágenes de los incidentes en directo para toda la nación desde la plaza de toros. Sin embargo, misteriosamente esas imágenes desaparecieron y a día de hoy no constan en sus archivos.

Fuente: www.youtube.com

Libereco Assange…

En 2012, el año en que llegué a Londres como embajadora, Julian Assange obtuvo el asilo diplomático de Ecuador y se instaló en la embajada de la calle Hans Crescent. Ese dia la embajada fue rodeada de carros de la policía británica y algunos agentes pugnaban por entrar. Mi primer reflejo fue mandar unas bandejas de empanadas y alfajores para aliviar los trajines de la embajadora Ana Alban. Juntas organizamos en los días subsiguientes una reunión de embajadores latinoamericanos para seguir desde la legación de Ecuador la sesión de la OEA donde se discutía el asilo de Assange. Nos sentamos, por primera vez, alrededor de esa mesa oscura, en una sala austera. De pronto, discretamente, como todos esperábamos, irrumpió Julian Assange. Ya era una leyenda. Le expresé cuánto teníamos que agradecerle los latinoamericanos por sus revelaciones de los cables diplomáticos que muestran el grado íntimo y perverso de injerencia del gobierno de Estados Unidos en nuestros asuntos. Yo misma tenía como prueba el cable que escribió el embajador de Estados Unidos en Argentina, Lino Gutierrez, sobre mi designación como embajadora en Venezuela, donde se describen detalles puntuales de mis actuaciones, que ni yo misma recordaba.

Ese día comenzó una larga serie de encuentros que tuve con Julian a lo largo de los cuatro años de mi misión en Londres y en los años subsiguientes, en que lo visité varias veces. Nuestra primera conversación giró en torno a las acusaciones que tenía en Suecia sobre abuso sexual; hablamos con franqueza, y concluí que se trataba de una fabricación de dos mujeres inescrupulosas con las que tuvo relaciones casuales, quienes habían sido manipuladas para criminalizarlo. Suecia reclamaba su extradición para responder a esas denuncias –nunca configuraron cargos– mientras que sus abogados solicitaron incansablemente que pudiera declarar en Londres, ya que Suecia lo extraditaría a los Estados Unidos por haber revelado secretos de Estado.