LEDs azules…

Desde hace unos años se están introduciendo cada vez más los LEDs azules para el diseño de carteles luminosos. Aunque seguramente quienes disponen su instalación pueden verlos perfectamente, a muchos nos puede resultar imposible no ver más que un borrón azul, aún distinguiendo muy nítidamente todo lo que rodea a dichas luces. Lo mismo ocurre con las luces de los vehículos policiales.

 

1) Razón puramente física
Hay que recordar que la luz que llamamos «blanca» en realidad es la superposición de todo un espectro de frecuencias, o longitudes de onda. Lo que conocemos como colores son nombres que les damos a bandas de frecuencias más o menos anchas de forma absolutamente arbitraria dependiendo de cada cultura. Cuando decimos que algo es rojo, verde o azul queremos decir que la luz que refleja está en torno a 600nm o 550nm o 400nm de longitud de onda, respectivamente.

 

Partiendo entonces del hecho de que cada color es una frecuencia electromagnética distinta, se puede entender que existan materiales que «dejen pasar» la luz con mayor o menor velocidad dependiendo de su frecuencia. Cuando un rayo de luz blanca pasa de un material a otro con distintas características en este sentido, se produce el fenómeno de la dispersión cromática. Todos la hemos visto en el arcoiris, aunque se puede reproducir con un prisma del material adecuado.

 

En el dibujo del prisma ya se ve lo primero en lo que el azul se distingue: los colores azulados son los que más se desvían de la trayectoria inicial del rayo blanco.

 

Ahora pensemos que esos rayos son los que entran en el ojo para formar la imagen en «el fondo del ojo» (la retina), pasando antes por una lente natural (el globo ocular), y si es el caso, lentes artificiales (gafas, lentillas).

 

Para tener una visión perfecta, el objetivo es que todos los rayos que vienen de un mismo punto de un objeto que se está mirando, converjan exactamente en un punto en la retina. Evidentemente es imposible alcanzar la precisión absoluta, pero un ojo sin defectos se acerca mucho a este ideal.

 

Ahora bien, ¿qué pasa con los colores? Si el material del ojo (y de las gafas) tiene un índice de refracción que varía con el color (lo que es normal), será imposible que todos los colores estén enfocados exactamente a la vez. La sorprendente conclusión es que el ojo solo puede ver perfectamente en un único color.

 

Lo habitual es que el «color perfecto» de un ojo esté entre el rojo y el verde. Esta es la razón de que los oftalmólogos realicen la prueba de la figura, para detectar si el color para el que tu ojo está «calibrado» se ha desplazado de su óptimo entre esos dos colores.

 

Cuando en los dos lados, rojo y verde, se ve igual de bien enfocado (en realidad «igual de mal enfocado», pero con desenfoque apenas perceptible), se puede decir que la visión del ojo es óptima.

 

Pero si optimizamos el enfoque para un punto entre el verde y el rojo… ¿en qué situación deja eso a los azules? Pues mal enfocados. Bastante peor que los verdes y rojos. Sin embargo la mayoría de objetos de nuestro día a día tienen poco color azul, o si lo tienen no hace falta distinguir detalles muy finos (el cielo), por lo que no es importante.

 

2) Razón biológica
La retina dispone de células especiales sensibles a los fotones de luz. Algunas tienen una respuesta de ancho espectro («cualquier cosa» las activa), y otras son más selectivas (sólo responden ante un color más o menos concreto). Los primeros son los bastones (visión en «blanco y negro») y los segundos los conos. De estos últimos existen tres tipos, cada uno selectivo en un rango de frecuencias (que se solapan entre sí). Por la posición aproximada de su pico de respuesta, se asocia cada uno a un «color fundamental» (rojo, verde y azul).

 

El siguiente punto es que la distribución de estas células por la retina no es uniforme ni mucho menos. En general, hay una mucha mayor concentración de receptores en la parte central de la retina, en las zonas llamadas mácula y, especialmente, en la fóvea. Pero curiosamente, hay una diferencia fundamental entre los conos y los bastones en este sentido: la fóvea, la parte que nos permite ver en «alta resolución» en la dirección de la mirada, está especializada en el color. El resto del ojo no es ciego al color, pero apenas es capaz de distinguir detalles: ¡sólo vemos en alta resolución en un ángulo de ±3 grados!

 

El porqué no notamos esta brusca diferencia entre las resoluciones de la visión central y la periférica es mérito del ordenador más complejo que existe, que se encarga de completar, interpolar y extrapolar la información que no entra por los ojos. Centrándonos ya sólo en la fóvea, los científicos se han dado cuenta de que ocurre algo muy especial y diferente en los conos de tipo S (los del color azul, o short-wavelength). Aparte de un cableado nervioso ligeramente distinto, existen solamente 2-10 conos detectores de azul por cada 98-90 conos de rojo y verde. ¡Son una inmensa minoría!

 

Por razones puramente geométricas, a mayor concentración de conos, mayor nivel de detalle se puede apreciar para el color correspondiente. Por lo tanto, por alguna razón hemos evolucionado para apenas ser selectivos al azul. Eso sí, el cerebro parece ecualizar automáticamente los distintos canales porque, ¡nadie nota que los azules sean más oscuros que el resto de colores!

 

Posibles razones para este hecho evolutivo serían que ese color no era muy importante en el entorno de nuestros ancestros, y además, que debido a la mayor dispersión del azul no tendría sentido tener muy alta densidad de conos-S si luego la imagen se iba a proyectar siempre desenfocada, lo que sería un desperdicio.

 

 

Fata Morgana…

Es un espejismo o ilusión óptica que se debe a una inversión de temperatura. Objetos que se encuentran en el horizonte como, por ejemplo, islas, acantilados, barcos o témpanos de hielo, adquieren una apariencia alargada y elevada, similar a «castillos de cuentos de hadas».

Los efectos Fata Morgana son espejismos superiores, diferentes de los espejismos inferiores, que son más habituales y crean la ilusión de lagos de agua distantes en el desierto o en carreteras con el asfalto muy caliente.

Con el tiempo en calma, la separación regular entre el aire caliente y el aire frío (más denso) cerca de la superficie terrestre puede actuar como una lente refractante, produciendo una imagen invertida, sobre la que la imagen distante parece flotar.

Los efectos Fata Morgana suelen ser visibles por la mañana, después de una noche fría. Es un efecto habitual en valles de alta montaña, donde el efecto se ve acentuado por la curvatura del suelo del valle, que cancela la curvatura de la Tierra. También se suele ver por la mañana en mares árticos, con el mar muy en calma, y es habitual en superficies heladas de la Antártida.

Fuentes:

Percepción óptica cultural…

Ilusión óptica cultural

¿Qué está encima de la cabeza de la mujer?

Cuando los científicos mostraron un dibujo similar a las personas del este de África, casi todos los participantes en el experimento dijeron que estaba en equilibrio una caja o lata de metal en su cabeza, mientras que en el caso de los occidentales lo interpretaban como una ventana a través de la cual se puede ver unos arbustos.

¿Dónde se encuentran?

En un lugar que contiene pocas señales visuales angulares, la familia se ve sentada bajo un árbol. Los occidentales, por el contrario, estamos acostumbrados a las esquinas y formas similares a cajas de arquitectura, siendo propensos a interpretar el ángulo recto y situarla en el interior de una habitación.

Fuente: www.eyes-and-vision.com

¿Bolas rebotando…o no?

Cuando pensamos en nuestros sentidos solemos partir de un enfoque erróneo: creemos que se trata de percepciones puras y objetivas, que ves lo que ves y oyes lo que oyes. Pero eso está lejos de ser cierto. En realidad nuestro cerebro recombina los datos que le llegan desde diversas fuentes y reconstruye los hechos a su manera. Lo que ves influye en lo que oyes y viceversa. En el siguiente vídeo, de la serie «Brain games» de National Geographic, podéis comprobar cómo dos personas observan la misma escena pero interpretan cosas distintas en función de lo que oyen:

Fuente: www.fogonazos.es

Cuenta los pases…

El siguiente vídeo forma parte de una prueba de capacidad perceptiva. Son dos equipos, uno negro y otro blanco. La cuestión reside en contar los pases del equipo BLANCO. Presta mucha atención, solo vale un intento (solución en primer comentario):

Fuente: www.theinvisiblegorilla.com

Visión «made in China»…

A todos creo que nos suena la escritura China, formada por extraños símbolos que los occidentales no conseguimos entender lo más mínimo. Un claro ejemplo sería este caso:

Ahora vamos a aplicar las últimas tendencias en traducción china, mejores aún que el pesado ese de la radio que quiere enseñarnos inglés con solo 1000 palabras: «Achina» los ojos (estira los extremos de tus ojos, como si fueses chino) y mira la imagen de nuevo… ¡MAGIA! , ahora parece que está todo bastante más claro.

Visto en www.dondado.es