Categoría: Reflexiones
Para esos momentos de «ralladas mentales» en los que el cerebro decide funcionar por encima de su nivel normal y se vuelve creativo.
Conformidad…
Tomando como punto de partida el vídeo de esta entrada referente a la presión social,he aquí la demostración científica del hecho:
Asch forma un grupo compuesto por un estudiante y varios colaboradores del investigador que se hacen pasar por sujetos. La tarea consiste en que el investigador presenta una hoja en la que hay imprimidas tres barras horizontales de diferentes tamaños, y cada sujeto debe decir en voz alta cuál de ellas es la más alta. Los colaboradores están preparados para responder de forma correcta en los primeros ensayos, pero a medida que progresa la situación empiezan a equivocarse y a indicar una barra que claramente no es la más alta.
El sujeto que no sabe qué está ocurriendo comienza respondiendo correctamente, tal como él piensa, pero a medida que los demás insisten en indicar la barra equivocada, sus respuestas comienzan a ser iguales que las de los demás. Así, se concluye que el fenómeno de la conformidad sí es observable en situaciones en las que el estímulo sobre el que hay que emitir un juicio es objetivo.
Al entrevistar a los sujetos que habían pasado por el experimento, explicaron que a pesar de saber con certeza cuál era la respuesta correcta, se amoldaron a las expectativas de los demás por temor a ser ridiculizados de alguna manera. Algunos de ellos incluso afirmaron pensar que las respuestas eran realmente correctas.
Experimentos siguientes
No contento con este resultado, Asch llevó a cabo experimentos parecidos con pequeñas modificaciones para ver de qué forma era posible romper con la conformidad en las respuestas. Bajo el mismo paradigma, introdujo una serie de variaciones que mostraron unos resultados muy interesantes.
En una de las condiciones, introdujo dentro del grupo a un “aliado”. Aparte del sujeto que no sabe nada, se introduce otro sujeto o un investigador que debe dar las respuestas correctas independientemente de los demás. Se observa que cuando el sujeto ve que no es el único que piensa diferente al resto, la conformidad disminuye drásticamente. De alguna forma, la presencia de otra opinión minoritaria valida la propia.
Sin embargo, cuando este aliado se retira a mitad del experimento, el sujeto vuelve a sufrir los efectos de la conformidad. Aunque durante la primera mitad del experimento haya conseguido resistir a la presión social, cuando pierde su fuente de validación vuelve a tomar la opinión mayoritaria como guía.
Además, observó que cuanto mayor el número de gente que componga el grupo, más poderosa es la conformidad. En los grupos pequeños, la opinión minoritaria no sufre tanta presión al cambio como cuando se añaden tres o cuatro personas más. Otros factores como escribir la respuesta en lugar de decirla en voz alta y exponerse a la crítica o burla, explícita o no, favorece la resistencia a la conformidad.
¿Por qué ocurre la conformidad?
Las primeras explicaciones consideraban que la influencia social se producía a través de una imitación de la conducta de los otros, que a su vez se basaba en procesos de sugestión y contagio que ocurren en contextos de grupo. Se considera que este tipo de contextos facilitan el contagio y la difusión de ideas, y la imitación permite que lo individual se transforme en social.
Sin embargo, a partir de los experimentos de Asch, la conformidad pasa a explicarse por la asimetría entre el blanco y la fuente de influencia. El sujeto o blanco reconoce el poder de una fuente (una mayoría, por ejemplo) y depende de ella para obtener la información correcta en situaciones ambiguas y saber cuáles son las normas que debe seguir para mantener una relación positiva con los otros.
Cuando hablamos de que el sujeto se fija en la opinión de la mayoría para mantener una respuesta adaptada a la realidad porque la situación es ambigua, hablamos de dependencia informativa. Por otro lado, cuando decimos que el sujeto se fija en la opinión de la mayoría para saber cuál es el comportamiento que debe seguir para conseguir la aprobación de los otros, hablamos de dependencia normativa.
Fuente: https://psicologiaymente.com
Teoría de las ventanas rotas…
En criminología, la teoría de las ventanas rotas es una teoría que sostiene que los signos visibles de la delincuencia, el comportamiento antisocial y los disturbios civiles crean un entorno urbano que fomenta la delincuencia y el desorden, incluidos los delitos graves. La teoría sugiere que los métodos policiales que se centran en atacar los delitos menores, como el vandalismo, la vagancia, el consumo de alcohol en público o el cruce incorrecto de peatones , ayudan a crear una atmósfera de orden y legalidad.
Consideren un edificio con una ventana rota. Si la ventana no se repara, los vándalos tenderán a romper unas cuantas más. Finalmente, quizás hasta irrumpan en el edificio; y, si está abandonado, es posible que lo ocupen ellos y que prendan fuego dentro.
O consideren una acera: se acumula algo de basura; pronto, más basura se va acumulando; con el tiempo, la gente acaba dejando bolsas de basura de restaurantes de comida rápida o hasta asaltando coches.
Una buena estrategia para prevenir el vandalismo es arreglar los problemas cuando aún son pequeños. Repara las ventanas rotas en un período corto, digamos un día o una semana, y la tendencia es que será menos probable que los vándalos rompan más ventanas o hagan más daños. Limpia las aceras todos los días, y la tendencia será que la basura no se acumule (o que la basura acumulada sea mucho menor). Los problemas no se intensifican y se evita que los residentes huyan del vecindario.
Fuente: https://es.wikipedia.org
El dilema del prisionero…
Morir con cero…
Jack Welch, el legendario CEO de General Electric, tenía fama de agarrado. Nuestros orígenes explican aquello que somos y Jack había crecido en una humilde familia americana, con un padre que conducía trenes y una madre que cuidaba la casa. Nunca tuvieron mucho dinero pero él se ganó sus oportunidades trabajando. Se graduó en ingeniería química y obtuvo el doctorado, para luego aceptar una oferta de General Electric, empresa que terminaría liderando. Era temido y admirado y está considerado uno de los grandes directivos del siglo pasado. 20 años estuvo al frente de la compañía, vigorizando un viejo conglomerado con su filosofía de responsabilidad y meritocracia. Al cumplir 60, todavía al mando de la firma, sufrió un ataque al corazón del que afortunadamente pudo recuperarse. El periodista Stuart Varney, presentador de CEO Exchange, quiso saber qué le pasó por la cabeza antes de que llegara la ambulancia, cuando no sabía si iba a contarlo. La respuesta de Jack es sorprendente:
Debería haber gastado más dinero.
El periodista pensó que bromeaba y Jack insistió:
Todos somos producto de nuestro entorno. Y yo de joven no juntaba dos centavos, así que siempre he sido relativamente tacaño. Siempre compraba el vino más barato, siempre miraba el precio en el restaurante. Y nunca más, me juré por Dios, volvería a comprar una botella por debajo de los 100 dólares. Esa fue la lección.
Jack amasó una fortuna de 750 millones de dólares. El valor de mercado de General Electric, durante su etapa de CEO, pasó de 12.000 millones a 410.000 millones de dólares. Se había ganado todas las botellas que quisiera. Solo tenía que darse permiso.
Fuente: https://joantubau.substack.com
Descubrir…
Sólo hay una primera vez de algo en la vida, y viajar nos recuerda esa emoción que sentíamos cuando éramos pequeños y vivíamos el mundo por primera vez.
Recordar…
Economía de la amistad…
La amistad responde a la «fórmula 11-3-6″. Es decir, que necesitas un mínimo de 11 citas de al menos tres horas de duración en un periodo de seis meses para “convertir a un conocido en un verdadero amigo”. La amistad, concebida en esos términos, vendría a ser un proceso de producción industrial cuyos ingredientes serían “afinidad más voluntad más tiempo”.
El problema, en opinión de Nayeem, es que “las amistades se obtienen con relativa facilidad, pero luego hay que invertir mucho tiempo y esfuerzo en conservarlas”. Según el matemático italiano Vilfredo Pareto, en la mayoría de los procesos, el 20% de las causas produce el 80% de los resultados. Traducido a la amistad, según Juran, el 20% de tus amigos es el que acabará produciendo el 80% de las interacciones sociales enriquecedoras y satisfactorias. Así que, si no dispones de tiempo para cultivar a conciencia tu relación con todos ellos, identifica a esos uno de cada cinco que marcan la diferencia y céntrate en ellos. Al resto se les podría negligir o desechar sin remordimiento. Sencillamente, no contribuyen con réditos significativos a la economía de la amistad.
Sostener los sentimientos a lo largo del tiempo es un reto muy exigente, y eso explica que muchas amistades vayan quedando atrás en cuanto entras en la mediana edad, la época en que por fin comprendes que, como decía Gil de Biedma, la vida va en serio, o sea, que es mucho más efímera de lo que parecía”. Añorar esas conexiones íntimas basadas en “la afinidad, la complicidad y la pureza de intenciones” y sentir un cierto duelo por su pérdida forma parte del proceso vital.
Por desgracia, este carácter corpóreo y “táctil” de la amistad, tal y como veníamos entendiéndola, resulta poco compatible con los estilos de vida a los que nos hemos ido acostumbrando (él habla de “trenes, hipotecas, lavavajillas y dibujos animados”) y hace que nos acabemos conformando con lo otro, con el sucedáneo: “Hasta que llega el día en que un encuestador te pregunta a quemarropa cuántos amigos tienes y tú, en un acto de introspección fría, acabas reconociendo que muy pocos, solo los que no se han ido quedando por el camino y han conseguido atravesar, entre otros obstáculos, el desierto de la virtualidad”.
Fuente: https://elpais.com
5 dólares y 2 horas…
¿Qué harías para ganar dinero si tuvieras sólo 5 dólares y 2 horas para hacerlo?
Con ésta persuasiva pregunta inicia su libro, What I wish I Knew When I Was 20, Tina Seelig, hoy Executive Director for the Stanford Technology Ventures Program (STVP) en la Universidad de Stanford.
No leí el libro aún, solo pude hojear las primeras hojas desde el preview de Amazon, pero el juego que Tina propone a sus alumnos de Stanford me pareció genial.
Cada uno de los equipos recibe un sobre con 5 dólares de «seed fundind«. Se los instruye que pueden tomarse todo el tiempo que quieran en el proceso de planificación, pero una vez que abren el sobre, sólo tienen 2 horas para generar todo el dinero que sea posible en función a la estrategia de negocio que hayan ideado.
Tina dice que otorga desde el miércoles por la mañana hasta el domingo por la tarde para completar la tarea. El domingo por la tarde, cada equipo debe enviarle un slide indicando que es lo que han hecho y el lunes cada equipo tiene 3 minutos para presentar lo que han logrado.
Lo que intenta este desafío es alentar el espíritu emprendedor identificando oportunidades, asumiendo desafíos, enseñando a apalancar los recursos limitados que los alumnos poseen y alentando la creatividad.
¿ Qué harías si te dieran este desafío a tí ? pregunta. Dice que algunas personas responden que irían a Las Vegas o comprarían un billete de lotería. Este claramente es el grupo de personas que asumen un riesgo significante en la probabilidad de retorno en busca de una pequeña oportunidad de obtener grandes ganancias.
El siguiente grupo común de respuestas esta dado por aquellos que deciden lavar autos ó iniciar un stand de venta de limonada utilizando los 5 dólares para comprar los insumos iniciales. Esta es una opción interesante para aquellos que quieren ganar unos dólares extras a partir de sus 5 dólares iniciales (o perderlos en 2 horas).
Algunos de los estudiantes, subraya, encuentran la forma de ir más allá de las respuestas estándar. De hecho, el equipo que más dinero ganó ni siquiera usó los 5 dólares. Ellos se han dado cuenta que focalizarse únicamente en el dinero suscribe el problema a un ámbito bastante ajustado.
Lo que han interpretado es que los 5 dólares son esencialmente nada y deciden leer el problema en una forma más amplia: ¿ Qué podemos hacer para ganar dinero si comenzamos con absolutamente nada ?
Aprovechando sus habilidades de observación, talentos y usando su creatividad tratan de identificar soluciones a problemas que descubren en su medio, que han observado antes pero que nunca han pensado como resolverlos. Intentan buscar problemas que molestan mucho pero que no necesariamente están en el primer plano a los ojos de todo el mundo.
Al redefinir el problema y trabajando para resolverlo, el equipo que más valor alcanzó logró más de 600 dólares, y entre todos los equipos, un retorno promedio sobre los 5 dólares originales del 4000%. Si tenemos en mente que algunos de los equipos directamente no utilizaron los 5 dólares el retorno financiero se vuelve infinito.
¿ Cuáles fueron las soluciones de los equipos ?
Uno de los equipos identificó la frustrante espera en los restaurantes más populares durante los sábados por la noche y decidieron ofrecer una solución a aquellos que no estaban dispuestos a esperar. Realizaron previamente varias reservas y al acercarse el horario de las mismas las vendieron hasta por 20 dólares a contentos clientes que así evitaban las largas colas de espera.
Otro equipo tomó un approach más simple. Organizaron un punto de venta donde ofrecían en forma gratuita a otros estudiantes medir la presión de aire de las ruedas de sus bicicletas. En el caso que las ruedas necesitaran aire, cobraban un dolar por el servicio. Lo que descubrieron fue un gran número de clientes agradecidos, un servicio conveniente, valorado y fácil de ejecutar. A la mitad de las dos horas permitidas por el desafío como tiempo máximo de ejecución dejaron de solicitar el dólar adicional por el servicio y pasaron a una modalidad de donación. Lo que lograron fue un aumento en el monto retornado por los satisfechos clientes.
Estos procesos iterativos con pequeños cambios en respuesta al feedback de los clientes les permitió optimizar su estrategia en el mismo momento que ejecutaban su negocio.
Los proyectos anteriores lograron algunos cientos de dolares de ganancia lo cual es un resultado muy impresionante. Sin embargo, el equipo que obtuvo los mayores beneficios observó los recursos disponibles a su disposición a través de lentes totalmente diferentes y lograron 650 dólares de ganancia.
Estos estudiantes identificaron que el activo más valioso con el que disponían no eran ni los 5 dólares iniciales ni las 2 horas para ejecutar el desafío. En su lugar identificaron como su activo más valioso los 3 minutos disponibles para la presentación del día lunes y decidieron venderlos a una compañía que quería reclutar estudiantes de una clase.
El equipo creo un comercial de tres minutos para esa compañía y se los mostró a sus compañeros de clase durante la presentación del lunes utilizando el tiempo que en teoría disponían para presentar su trabajo. Brillante.
Lo que estos estudiantes hicieron fue reconocer que disponían de un fabuloso activo que otros no vieron y sólo tuvieron que esperar para sacarle provecho.
El «Five-Dollar Challenge» se ha convertido en un éxito en la enseñanza del mindset emprendedor entre los estudiantes de Stanford.
Quiero ahora sí rescatar algunas reflexiones sobre este juego y sus resultados:
Primero, una de las grandes enseñanzas es nuestra tendencia a intentar resolver los problemas concentrándonos en los datos del problema. La moraleja es que muchas veces hay que re-escribir la pregunta para llegar a una mejor solución.
Segundo, el capital inicial en cualquier emprendimiento es fundamental, pero la inteligencia del emprendedor para encontrar la mejor aplicación del mismo es también fundamental al momento de hacer uso del mismo.
Tercero, el plan de negocios es un elemento que será el norte del emprendimiento y que debemos consultar en todo momento, aún a sabiendas de que infiere un grado de error e incertidumbre importante. Pero por otro lado debemos estar atentos para modificarlo «on the fly» para captar nuevas oportunidades sin perder el foco de nuestro negocio como lo hizo el equipo que ofrecía el servicio de aire para bicicletas.
Cuarto, el pensamiento lateral es una ventaja competitiva. Aprender a pensar fuera de la caja y ver a donde otros no pueden nos permite descubrir grandes fuentes de innovación. Y esto aplica a modelo de negocios, captura de nuevas oportunidades o mejoras en procesos existentes.
Fuente: http://martinmendez.com
Adicciones…
Ecuador vital…
Niños mascota…
Fuente: https://twitter.com
Rico…
Seguramente el raro soy yo pero intento no clasificar a la gente por el número de ladrillos, solo me preocupa la conversación agradable. La riqueza, si me preguntas a mí, son otras variables. Rico es quien alarga una sobremesa con amigos. Rico es quien puede decir que no. Rico es quien tiene tiempo de jugar con su hijo. Rico es quien emprende una travesía sin fecha de regreso. Rico es quien se muda a Tokio persiguiendo la curiosidad. Rico es quien busca la realización personal en un proyecto sin beneficio. El ladrillo no necesariamente te hace mejor en estas dimensiones. Por mi experiencia, lo complica.
Fuente: https://joantubau.substack.com
Rebeldía…
Presión social…
Soledad impuesta…
Se habla estos días de la soledad deseada y no deseada, pero no se hace ninguna referencia a la «soledad impuesta»:
Las personas no tienen suficiente tiempo para dedicarse a la interacción social. Y, por otro lado, también sienten que la interacción social en sí misma es una pérdida de tiempo, así que no la priorizan. Muchos se sienten culpables por no hacer nada, por pasar tiempo con alguien o simplemente estar en presencia de otras personas. Hay una epidemia de soledad porque no tenemos tiempo para quedar con gente y no hacer nada.
Fuente: www.bbc.com
Competitividad…
Roger Williamson fue piloto de automovilismo británico, que falleció durante el Gran Premio de los Países Bajos de 1973, su segunda carrera en la Fórmula 1.
Durante la carrera, uno de los neumáticos de Williamson sufrió un reventón, perdiendo así el control del vehículo. El coche impactó contra las barreras a alta velocidad, siendo catapultado a una distancia de 275 metros por la pista para acabar finalmente boca abajo contra las barreras del otro lado del circuito, después de que el depósito de combustible se incendiase debido al roce contra el suelo. David Purley, amigo de Williamson, salió de su propio coche en un intento desesperado de salvar al piloto accidentado. Williamson no había sido herido de gravedad, y se lo llegó a oír gritando a Purley que lo sacara del coche, mientras Purley intentaba en vano voltear el coche volcado.
Los comisarios de la esquina donde había ocurrido el accidente estaban mal entrenados y equipados, de modo que fue el propio Purley quien debió usar el extintor para tratar de apagar el fuego. La vestimenta de los comisarios no era ignífuga, de modo que éstos se limitaron a esperar a que llegase el camión de bomberos mientras la carrera seguía en progreso. El fuego fue relativamente débil durante tres minutos, tiempo suficiente para voltear el coche y sacar a Williamson, pero Purley no podía hacerlo solo. En lo que ha sido considerado como el aspecto más impactante del incidente, uno de los comisarios intentó alejar a Purley de allí mientras Williamson permanecía atrapado e indefenso. Algunos espectadores, ante la indiferencia de los comisarios, intentaron saltar las vallas de seguridad y entrar al circuito, pero les fue impedido por el personal de seguridad, que empleó perros.
Para cuando el camión de bomberos llegó, Williamson había muerto. Los comisarios se limitaron a colocar un manto blanco sobre los restos del coche y dejar que continuara la carrera.4
La pérdida de Williamson fue representativa de las muertes o lesiones de muchos pilotos de la época, y fue la primera vez que un evento tan trágico era retransmitido por televisión para un público tan amplio. El accidente puso de manifiesto las deficiencias de la seguridad de los Grandes Premios. Niki Lauda declaró tras la carrera que se sentía «extremadamente triste y culpable» de que nadie hubiese podido o querido ayudar a Purley.
Fuentes:
Incentivo moral…
Una de las ideas más contraintuitivas que ha florecido de la moderna experimentación psicológica es que las personas no responden tan fuertemente a incentivos económicos como a otros no económicos. Eso no significa que la ciencia haya descubierto que el dinero no es importante, sino que no lo es tanto como creíamos. O no lo es muchas situaciones.
La mayoría de los donantes de sangre en Estados Unidos, hasta hace pocos años, recibía una compensación económica a cambio de su gesto, pagada por entidades con y sin ánimo de lucro. En Europa es un fenómeno menos conocido. Por ejemplo, En gran Bretaña las donaciones se organizan a través del Servicio Nacional de Salud y son voluntarias, sin ninguna remuneración.
El sociólogo Richard Titmuss comparó ambos sistemas, descubriendo que la sangre del sistema británico era de mayor calidad (meno probabilidad de que el receptor contrajese hepatitis), se desperdiciaba menos sangre y había menos escasez general en los hospitales. Sin contar que pudiera existir un problema moral cuando los más ricos exploran a los más necesitados a través de sus fluidos u órganos.
Muchos economistas negaron que esto era posible. Si bien en sistema estadounidense funcionaba peor, no podía ser sencillamente porque se remunera económicamente al donante. Kenneth Arrow, premio Nobel de Economía, por ejemplo, admitió que hay personas que responden mejor a incentivos morales, pero que muchos otros solo respondían a cambio de dinero.
A pesar de las objeciones, las pruebas se impusieron, Estados Unidos adoptó el sistema de donaciones voluntarias sin remunerar, y los donantes altruistas fueron más, aunque descendieran unos pocos donantes retribuidos, tal y como explica Yochai Benkler en su libro El Pingüino y el Leviatán:
Una vez desaparecieron los incentivos materiales, las donaciones aumentaron en calidad y en cantidad, y el sistema en su conjunto funcionó de manera más estable y eficaz de lo que lo había hecho antes. (…) Un impactante estudio realizado hace poco tiempo en Suecia, donde históricamente existe un sistema de donación voluntaria, demostró que las donaciones de las mujeres disminuían de modo considerable si se les ofrecía un pago a cambio de la donación de sangre, mientras que ello no sucedía en el caso de los hombres. Las donaciones de las mujeres volvieron al nivel original cuando se les dio la oportunidad de que entregasen el dinero recibido a una fundación dedicada a combatir los problemas de salud infantil.
La discusión sobre qué sistema es más efectivo continúa hoy en día, porque quizá hay alguna variable que no tenemos en cuenta que favorece un sistema sobre otro con independencia de si se paga o no por sangre. Pero lo que parece evidente es que no está tan claro como habíamos creído siempre que el dinero proporciona una mayor implicación de la gente en una causa como donar sangre (y en otras tantas).
Parece que, además del deseo de dinero, hay otras motivaciones, como las necesidades emocionales, las motivaciones o conexiones sociales y los compromisos morales. Todas esas fuerzas tiran por lados independientes, a veces en conflicto entre sí.
Economistas como Bruno Frey y Samuel Bowles, y psicólogos como Edward Deci y Richard Ryan han analizado experimentos similares para evaluar este fenómeno en diversos escenarios y en muchos campos diferentes. Los resultados son bastante claros y convincentes. (…) Sabemos gracias a cientos de estudios experimentales que en una situación determinada, cabe esperar que la mitad de la población se comporte de manera cooperativa y generosa, y una tercera parte de la población lo haga de manera egoísta. Por lo tanto, lo que realmente necesitamos son sistemas que aprovechen tanto las motivaciones sociales como las egoístas, evitando al mismo tiempo que estas últimas excluyan a las primeras.
Fuente: www.xatakaciencia.com
Carta a los Reyes Magos…
E.T. …
Eres un adolescente de 19 años. Aburrido, enciendes la televisión. Zapeas. Como de costumbre, saltas «La 2». Cine clásico. Una película en blanco y negro. Para carcas, piensas.
Un par de décadas después, viendo el telediario, E.T. cumple 40 años. La emiten en «La 2». Cine clásico. La visionas completa. Una película que marcó una generación, piensas.
Comentamos sobre…