Numeración callejera…

Primero, hay que saber que de forma general cada ayuntamiento tiene libre elección en los sistemas de numeración callejera, sin embargo, ciertas reglas se repiten. He intentado recopilar algunos sistemas encontrados navegando por ahí…

Este esquema es el más común en Europa. Números pares de un lado, impares del otro. La numeración empieza de forma creciente en el extremo de la calle más cercano al centro del pueblo (lo que me parece lo más lógico), el ayuntamiento, un posible río o un elemento representativo de la ciudad…

 


Aquí nos encontramos en una ciudad marítima o en una isla… La numeración empieza de forma creciente en el extremo de la calle más cercano al mar. Canarias tiene esta lógica.

 

En este caso, la numeración de la calle depende de los metros que separan los edificios de un punto de partida dado. Un sistema común en América y en ciertos pueblos de Francia. Donde viven mis padres, el punto de partida es sencillamente el principio de la calle.

 


Haaaa… Aquí cambiamos bastante la lógica. Ya no importa que los números sean pares o impares. En Berlín, usan el sistema llamado ‘herradura’: los números se siguen en la misma acera, y llegado al final de la calle, cambiamos de acera y vamos en el sentido inverso para seguir con la numeración… No se puede decir que al nivel práctico sea lo mejor…

 


Color negro: Casas y edificios de particulares. En rojo: Los negocios. Ese es el sistema instaurado en Florencia, Italia…

 


Y ese es el que más gracia me hace y me asusta al mismo tiempo: la numeración depende de la fecha de construcción del edificio… Made in Japón… Ya entiendo porqué en las imágenes urbanas que vemos de ahí, las calles están llenas… Todo el mundo está buscando el número del sitio de su destino.

 

Fuente: www.cuartoderecha.com

Incentivo moral…

Una de las ideas más contraintuitivas que ha florecido de la moderna experimentación psicológica es que las personas no responden tan fuertemente a incentivos económicos como a otros no económicos. Eso no significa que la ciencia haya descubierto que el dinero no es importante, sino que no lo es tanto como creíamos. O no lo es muchas situaciones.

La mayoría de los donantes de sangre en Estados Unidos, hasta hace pocos años, recibía una compensación económica a cambio de su gesto, pagada por entidades con y sin ánimo de lucro. En Europa es un fenómeno menos conocido. Por ejemplo, En gran Bretaña las donaciones se organizan a través del Servicio Nacional de Salud y son voluntarias, sin ninguna remuneración.

El sociólogo Richard Titmuss comparó ambos sistemas, descubriendo que la sangre del sistema británico era de mayor calidad (meno probabilidad de que el receptor contrajese hepatitis), se desperdiciaba menos sangre y había menos escasez general en los hospitales. Sin contar que pudiera existir un problema moral cuando los más ricos exploran a los más necesitados a través de sus fluidos u órganos.

Muchos economistas negaron que esto era posible. Si bien en sistema estadounidense funcionaba peor, no podía ser sencillamente porque se remunera económicamente al donante. Kenneth Arrow, premio Nobel de Economía, por ejemplo, admitió que hay personas que responden mejor a incentivos morales, pero que muchos otros solo respondían a cambio de dinero.

A pesar de las objeciones, las pruebas se impusieron, Estados Unidos adoptó el sistema de donaciones voluntarias sin remunerar, y los donantes altruistas fueron más, aunque descendieran unos pocos donantes retribuidos, tal y como explica Yochai Benkler en su libro El Pingüino y el Leviatán:

Una vez desaparecieron los incentivos materiales, las donaciones aumentaron en calidad y en cantidad, y el sistema en su conjunto funcionó de manera más estable y eficaz de lo que lo había hecho antes. (…) Un impactante estudio realizado hace poco tiempo en Suecia, donde históricamente existe un sistema de donación voluntaria, demostró que las donaciones de las mujeres disminuían de modo considerable si se les ofrecía un pago a cambio de la donación de sangre, mientras que ello no sucedía en el caso de los hombres. Las donaciones de las mujeres volvieron al nivel original cuando se les dio la oportunidad de que entregasen el dinero recibido a una fundación dedicada a combatir los problemas de salud infantil.

La discusión sobre qué sistema es más efectivo continúa hoy en día, porque quizá hay alguna variable que no tenemos en cuenta que favorece un sistema sobre otro con independencia de si se paga o no por sangre. Pero lo que parece evidente es que no está tan claro como habíamos creído siempre que el dinero proporciona una mayor implicación de la gente en una causa como donar sangre (y en otras tantas).

Parece que, además del deseo de dinero, hay otras motivaciones, como las necesidades emocionales, las motivaciones o conexiones sociales y los compromisos morales. Todas esas fuerzas tiran por lados independientes, a veces en conflicto entre sí.

Economistas como Bruno Frey y Samuel Bowles, y psicólogos como Edward Deci y Richard Ryan han analizado experimentos similares para evaluar este fenómeno en diversos escenarios y en muchos campos diferentes. Los resultados son bastante claros y convincentes. (…) Sabemos gracias a cientos de estudios experimentales que en una situación determinada, cabe esperar que la mitad de la población se comporte de manera cooperativa y generosa, y una tercera parte de la población lo haga de manera egoísta. Por lo tanto, lo que realmente necesitamos son sistemas que aprovechen tanto las motivaciones sociales como las egoístas, evitando al mismo tiempo que estas últimas excluyan a las primeras.

 

Fuente: www.xatakaciencia.com

Ilusión de la mano de goma…

Un grupo de psicólogos de Pensilvania (Estados Unidos) descubrió una ilusión curiosa, conocida como “ilusión de la mano de goma”.

Los investigadores se dieron cuenta de que si ponemos una mano de goma delante de nosotros y, a la vez, tapamos uno de nuestros brazos de manera que parezca que la mano de goma es parte de nuestro cuerpo, cuando alguien nos acaricia la mano de goma, sentiremos que nos están acariciando la mano real.

 

 

La ilusión de la mano de goma no solamente se convirtió en un truco para los ilusionistas, sino que fue un hallazgo importante porque permitió comprender cómo la vista, el tacto y la propiocepción (es decir, el sentido de la posición del cuerpo) se combinan para crear una sensación convincente de la propiedad del cuerpo, uno de los fundamentos de la autoconciencia.

Los científicos han descubierto que a mayor intensidad con las que se experimenta la ilusión de la mano de goma, por ejemplo al golpearla con fuerza, existe una mayor actividad en la en la corteza premotora y en la corteza parietal del cerebro. Estas áreas son responsables de integrar la información sensorial y de movimiento. Pero claro, no es lo mismo acariciar la mano que golpearla. Y a pesar de que los individuos que han realizado experimentos con la mano de goma son conscientes de que dicha mano no forma parte de su cuerpo, las regiones cerebrales que se activan con el miedo y la amenaza, y que corresponden a la huida, también se activan más.

 

¿Qué ocurre con la mano auténtica que está escondida?

Otro hallazgo interesante es el que fue llevado a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, que quisieron saber qué le ocurre a la mano que se esconde durante el experimento. Si el cerebro reacciona a la mano de goma, ¿también reacciona a la mano que está escondida? Pues parece ser que, justo cuando el cerebro falsamente reconoce la mano de goma como suya, la temperatura de la mano auténtica, que se encuentra escondida, desciende. En cambio, el resto del cuerpo sigue siendo la misma.

Además, cuando el experimentador estimula la mano escondida, el cerebro del sujeto tarda más en responder que cuando se toca la otra mano auténtica. Estos resultados parecen demostrar que, cuando el cerebro piensa que la mano de goma es una mano auténtica, se olvida de la otra mano.

Fuente: https://psicologiaymente.com

Viernes 13…

En martes 13 ni te cases ni te embarques” es una frase archiconocida en los países de habla hispana. La fobia a los martes o viernes que caen en este número es una superstición que algunos creen, otros ridiculizan y muchos simplemente ignoran. Su origen se encuentra en una serie de referencias que se remontan a la mitología de la Antigüedad, a las religiones abrahámicas y a algunas coincidencias históricas.

El número 13 de por sí ha tenido connotaciones negativas en muchas culturas, principalmente vinculadas a la religión. En la Cábala judía son 13 los espíritus malignos; la cifra se asocia también al carnero, la víctima que Abraham debía sacrificar a Dios, y es por lo tanto un número de la muerte. El cristianismo tiene tres malos augurios al respecto: trece eran los asistentes a la Última Cena, se cree que Jesús fue crucificado en un viernes 13 y finalmente, cuando se escribió el Libro del Apocalipsis, el Anticristo aparece en el decimotercer capítulo. Incluso en la mitología vikinga encontramos una referencia a la calamidad del número 13, ya que se asociaba a Loki, un dios traicionero y caótico, por lo que esta cifra se consideraba poco fiable.

La asociación del martes 13 con la desgracia proviene de la divinidad romana que da nombre a este día: Marte, el señor de la guerra. Los romanos se tomaban muy en serio la influencia de los dioses en su vida cotidiana, por lo que uno violento y causante de conflictos como él no era el más indicado para presidir bodas, negocios u otras actividades que requirieran buenos auspicios. La combinación del martes y el trece como una fecha de mala suerte provendría de la fusión de la tradición romana con la cristiana

Por su parte, un viernes 13 fue la fecha en la que, según la tradición, fue crucificado Jesús. A este episodio se suma uno que efectivamente aconteció en dicha fecha, en concreto el 13 de octubre de 1307: el inicio de la persecución contra los caballeros templarios, que acabaría con la destrucción de la orden. La fobia al viernes 13 está más extendida por la mayoría de países europeos y, por influencia cultural, en los de América, mientras que el martes 13 es más específico de los países hispanohablantes y unos pocos más.

Fuente: https://historia.nationalgeographic.com

Cigarras «primas»…

Cada diecisiete años los residentes del nordeste de Estados Unidos sufren los efectos devastadores de un tipo de cigarra, la Magicicada septendecim. Durante semanas enjambres de estas cigarras –hasta medio millón por cada hectárea de tierra– se pasan el día aparándose y cantando antes de morir y cubrir la tierra con sus crujientes exoesqueletos.

Los habitantes de esa zona de Estados Unidos ya están acostumbrados a esta excentricidad de la naturaleza. Cada diecisiete años ya saben lo que se les viene encima. En cualquier caso, no deja de ser curioso que esta cigarra haya confiado su supervivencia a un número primo y no a otro número.

Recordamos que los números primos son aquellos números naturales mayores de la unidad y que tan sólo son divisibles por uno y por él mismo. Los primeros números primos son 1,2,3,5,7,11,13,17… y así hasta el infinito.

¿Un código oculto de la naturaleza?

Imagino que muchos se preguntaran por el capricho de estas cigarras. Pues vamos a ello. Tener un ciclo biológico basado en un número primo no es caprichoso y concede, sin duda, una ventaja biológica para la preservación de la especia. Esta capacidad, de digamos temporización, hace que el insecto sea más esquivo a sus depredadores y esto le ayuda a evitar la extinción.

Vamos a un caso práctico, imaginemos que el ciclo biológico del depredador fuese de dos años y el de la cigarra fuese divisible por dos, en tal caso ambos animales coincidirían regularmente, poniendo en peligro la especie.

Igualmente le pasaría si fuese múltiples de tres o cinco, por eso lo mejor, para evitar tener encuentros desagradables, es tener un ciclo biológico basado en un número primo. Admitamos que el depredador tiene un ciclo de dos años, solo se encontraran cada treinta y cuatro años, y si fuese de ocho la cifra se elevaría hasta los ciento treinta y seis años; por otra parte, ningún depredador podría devorar tantas cigarras, a pesar de darse un verdadero festín no podría con todas, antes moriría empachado.

Fuente: www.rtve.es

Banderas distintas caras…

Las banderas suelen tener emblemas o escudos únicos. Los colores, además, también suelen diferenciarlas del resto pese a que algunos países cuentan con enseñas parecidas. No obstante, existen tres países alrededor del mundo que cuentan con una curiosidad que las distingue del resto, sus dos lados de la bandera no son iguales.

La primera nación con esta característica es Paraguay: En la parte anversa del emblema se puede ver el Sello Nacional mientras que en el reverso encontramos el de Hacienda. Así, el Sello Nacional -la estrella- representa la esperanza, ya que iluminó la gesta libertadora para que Paraguay se independizara. Además, las ramas de palma y olivo entrelazadas representan las glorias de Paraguay a lo largo de su historia.

 

 

Por su parte, El Sello de Hacienda está acompañado de la frase “Paz y Justicia” que trata de expresar uno de los valores más importantes para esta nación. Así, el león representa la valentía del pueblo, la pica es un arma símbolo de su virtud guerrera y el gorro frigio expone la libertad.

 

 

El segundo país con esta característica es Moldavia. A lo largo de la historia de esta nación su anverso y reverso han estado diferenciados. Si bien la ley indicaba que el reverso de la bandera de Moldavia no debía contener el escudo de armas, era habitual encontrar banderas con el anverso y reverso iguales. Sin embargo, en el año 2010 se estableció que el reverso de la bandera debería contener el escudo de armas, con la variante de que el águila (cuya función es tratar de distinguirla de la bandera de Rumanía, que tiene los mismos colores) mirase a la derecha para quedar en simetría con el anverso.

 

 

La tercera bandera que encontramos alrededor del mundo con esta característica es la de Arabia Saudita. Con un fondo verde (se cree que proviene del color de la capa usada por el profeta Mahoma) donde se puede leer una inscripción en árabe que expone: “No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta” se acompaña de una espada apuntando hacia el lado izquierdo de la bandera. Pese que ambos lados son prácticamente iguales el emblema cuenta con dos caras, algo extraño.

Cuando las banderas del país se elevan, dos emblemas son cosidos entre sí para que la inscripción pueda ser leída desde ambos lados y que la espada siempre apunte en la dirección deseada. Así, el arma conmemora la unificación del Reino en el siglo 12 llevada a cabo bajo por Ibn Saud.

Como esta frase es considerada sagrada, la bandera no debe usarse en camisetas y otros elementos. Arabia Saudita protestó por la inclusión de la bandera en el balón de fútbol que la FIFA estaba preparando con las banderas de todos los participantes en la Copa Mundial de Fútbol de 2006, puesto que consideraron inaceptable golpear con los pies dicha frase. De igual forma, al contener la “Palabra de Dios”, la bandera saudita nunca ondea a media asta en señal de duelo.

 

Ampliación: ¿Cuál es el único color que no aparece en las banderas?

Fuentes:

El día «D-día»…

Hay un día al año en el que el 99% de la población mundial recibe la luz del sol al mismo tiempo. ¡Es hoy! Este 8 de julio es especial por un hecho insólito: a las 11:15 UTC (13:15 hora de Madrid) resulta que para más del 99% de la población mundial será «de día». Parece casi imposible pero atentos, porque en esencia el dato es correcto.

 

Ocurre el 8 de julio a las 11:15 UTC. No es que ocurra solo hoy: ocurre cada 8 de julio, cada año, a las 11:15 UTC (equivale a las 13:15 CEST, es decir, la hora en España peninsular, por ejemplo).

Es «de día» para 7.700 millones de personas. Los responsables de TimeAndDate han realizado algunos cálculos y a esa hora revelaban que solo será de noche para unos 80 millones de personas —la mayoría, en Australia—. 7.700 millones de seres humanos —el 99% de nosotros— estarán entre lo que entendemos como el amanecer y el anochecer.

 

Crepúsculo astronómico… Casi 257 de millones de personas, eso sí, probablemente no piensen que «es de día» porque residen en «el borde más externo de las zonas crepusculares, dentro de la fase crepuscular más oscura llamada crepúsculo astronómico». En esa zona el Sol se encuentra entre 12 y 18º por debajo del horizonte, y en ese ángulo «la luz solar indirecta se vuelve tan fina que suele ser indiscernible a simple vista». Ese tipo de luz solo es percibida por ejemplo cuando los astrónomos tratan de observar cuerpos celestes que emiten luz muy débil: es entonces cuando necesitan oscuridad total y cielos totalmente limpios, y ese tipo de luz crepuscular puede perjudicar esas observaciones.

… y crepúsculo náutico. Pero es que además otros 443 millones de personas también pensarán que es de noche porque incluso en la siguiente zona crepuscular, llamada «crepúsculo náutico», el sol está entre 6 y 12º por debajo del horizonte y su luz tampoco es fácilmente discernible. Por ejemplo en zonas urbanas, donde se concentran la mayoría de las personas, la contaminación lumínica puede acabar «tapando» el tenue resplandor del Sol.

El porcentaje real se acerca más al 93%. Teniendo todo esto en cuenta, el porcentaje de población que percibe esa luz solar es algo menor. Aún así es impresionante y cerca del 93% de la población mundial sí «pensará» que es de día: unos 7.205 millones de personas en total.

¿Qué pasa con el solsticio de junio? El solsticio de verano (o de junio) es el día más largo del año en el hemisferio septentrional. Este año se produjo el 21 de junio (también a las 11:15 UTC, que es el momento «perfecto» en ambos casos) y uno pensaría que sería entonces cuando más personas percibirían que es de día. Según TimeAndZone eso es cierto si dejamos fuera esas zonas crepusculares astronómica y náutica que no perciben que es de día.

Si tenemos eso en cuenta, el solsticio de verano gana, pero por poco: 7.218,8 millones de personas percibirían que es de día en el solsticio de junio frente a los 7.204,9 millones que lo harán hoy, 8 de julio, a las 11:15 UTC. Sea como fuere, la fecha de hoy es desde luego singular, y ciertamente sería interesante darle algún nombre especial para reflejarlo.

Fuente: https://www.xataka.com

Rivales…

Para encontrar su origen etimológico debemos ir al latín, ya que esta palabra procede del término ‘rivalis’ cuyo significado era ‘el que está/vive al otro lado del río’ (rivus era como se le llamaba al río/arroyo en latín).

Muchos eran los que vivían lindantes a la orilla de un río y frecuentes las discusiones que existían con el vecino del otro lado (o incluso con el de más arriba o abajo) por cuestiones del uso del cauce (sobre todo si éste no bajaba con demasiada agua) o por la usabilidad o derechos que creía tener uno u otro sobre el mismo, lo que llevaba frecuentemente a iniciarse disputas y enfados (o en pocas palabras… una rivalidad entre ambos).

También hay que tener en cuenta que, en innumerables ocasiones, los ríos (rivus) eran los que servían, como frontera natural, para delimitar un terreno del otro en incluso condados, países, etc… convirtiéndose el del otro lado en un ‘rival’.

Fuente: https://blogs.20minutos.es

Contrato vinculante…

“¿Qué es la cosa más extraña que has tenido que hacer en casa de alguien debido a su cultura/religión?” Es la pregunta que lanzaba un usuario de Reddit y cuya respuesta, que se ha hecho tremendamente viral, nadie esperaba.

–“Recuerdo ir a casa de un amigo sueco. Mientras estaba jugando con él en su habitación su madre gritó que la cena estaba lista. Y al loro. Me dijo que esperara en su habitación mientras comían”.– Explica un usuario.

“Fui a dormir a casa de un amigo. Cuando me desperté, me dijo que bajaba durante unos minutos. Después de un cuarto de hora bajé a ver qué estaba haciendo y estaban desayunando. Me vio y me dijo que casi había acabado y que ahora subía”.

¿Compartir? ¿Qué es eso?

¿Es cierta esta costumbre de los suecos? Aunque con matices, parece ser que sí. Como explica a DAP la asturiana Raquel Machín, que lleva casi una década afincada en Suecia –y ya es, de hecho, sueca–, es una de las cosas que más les sorprendió al convivir con sus nuevos vecinos.

“En general el sueco con la comida es como decía mi abuela un husmias”, explica. “Si llevas a tu hijo a jugar una tarde a casa de alguien hay que pactar de antemano si va a quedarse a comer o no y a la hora que le vas a recoger. Si llegas tarde y has dicho que no coma, sí le mandan al rincón”.

El hilo de Reddit se ha hecho también viral en Suecia, donde no son conscientes de que sus costumbres no son muy habituales en el resto del mundo. “No entendían por qué los mediterráneos, asiáticos, africanos, árabes estaban en shock”, explica Machín.

Durante todo el día de ayer, cuando se viralizó el asunto, los suecos se volcaron en Twitter a explicar el por qué de estos hábitos, defendiendo que han sido muy pobres o que la razón principal es por respeto a la familia del niño, porque no saben si tienen alguna alergia o intolerancia. Pero lo cierto es que hay razones culturales más complejas.

“Los sureños ofrecemos comida a cualquiera y no tenemos en mente que se nos compense pero los suecos ven cualquier ofrecimiento como un contrato vinculante al que en el futuro tendrán que responder recíprocamente”, explica Machín. “Este ofrecimiento y aceptación implica el principio de una relación, y si todavía no tienen claro que quieren una relación contigo (de cualquier tipo), les pones en un compromiso y les resulta súper violento aceptar”.

Una vez van entendiendo que tus costumbres son distintas, explica Machín, se adaptan como pueden: “En el momento que les parece bien tenerte alrededor vaya que si comen jamón y beben vino que les ofreces. Y te traen regalos y te ofrecen sus mierda de waffles y salchichas (aunque con mesura)”.

Otro asunto que al parecer no conciben en Suecia es que la gente lleve comida para compartir. Y menos aún que esto se haga en restaurantes.

“Me ha pasado de llevar tortillas o empanada a picnics, ofrecer y que me mirasen raro”, explica Machín. “También he ido a barbacoas pensando que las salchichas eran comunales y pillar una y tener crisis diplomática. He visto a suecas comerse una tapa de pimientos de padrón, que aquí son populares, ellas solas, sin compartir, metiéndose un pimiento detrás de otro”.

“El rollo de ofrecer comida e insistir e insistir e insistir (asturias inside, imaginad mi extrañeza) se percibe como cuando vas al bazar y te intentan meter a la fuerza dentro”, prosigue Machín. “O sea: primitivo y por descontado «inferior”.

Con el tiempo, no obstante, la rigidez sueca se va minando. “Hay una tendencia también entre los ‘modernos’ de adoptar maneras más sureñas en cuanto a protocolo: compartir comida y etc”, concluye Machín. “Porque se ve como algo cool. Gracias Barcelona y Donosti por haber hecho esta imagen posible”.

 

ACTUALIZACIÓN:

“Acabo de venir de buscar a mis nenes que habían ido a jugar a casa de un compi y confirmo que les han dado comida”, explica Raquel Machín, la asturiana afincada en sueca con la que hablamos para ilustrar nuestro anterior artículos obre el asunto y que, suponemos, no tiene miedo de ser descubierta en su país de acogida.

“La madre estaba súper nerviosa y recalcó varias veces que les ofreció lo mismo y que hubo cosas que no quisieron probar”, explica. “Y yo: pos claro, mujer, chill, todo ok. Les hemos creado un trauma a los suecos y ahora están intentando muy fuerte hacer la cosa de ofrecer comida bien y naturalmente. Pubritines, se lo han tomado muy a pecho”.

Radiación ultravioleta…

Además de las cremas solares, a la hora de protegernos del sol conviene tener en cuenta otros parámetros si pretendemos asegurar que la salud de la piel no se resiente en verano: sombrillas, prendas de vestir y de baño e incluso la alimentación.

Índice ultravioleta (UVI)

Para evitar las quemaduras solares, la Organización Mundial de la Salud ha establecido el llamado índice ultravioleta (UVI), que ofrece valores desde 1 (bajo) hasta 11 (muy alto). La recomendación es tomar precauciones frente a la exposición solar a partir de un valor UVI de 3.

Para conocer los datos de UVI local podemos consultar diferentes canales de información, páginas web como la de la AEMET o aplicaciones móviles como UV-DERMA, que además de ofrecer recomendaciones en fotoprotección, la aplicación estima el tiempo que una persona puede permanecer al sol sin quemarse en función de su fototipo y localización geográfica.

Regla de la sombra

Una forma sencilla de reconocer cuándo existe mayor riesgo de sufrir una quemadura solar es mirar nuestra propia sombra. Si resulta que supera nuestra altura, indica que los rayos del sol inciden de forma tangencial y no son peligrosos. Por el contrario, si nuestra sombra es más corta que nuestra altura se debe a que la radiación solar es más directa y tenemos más riesgo de sufrir una quemadura.

Ropas y tejidos

La fotoprotección mediante ropas y tejidos – aunque ésta se reduce en los tejidos naturales de punto holgado, como las camisas de lino- es de gran utilidad y asequible para todos. Está muy extendida la creencia errónea de que protegen más los tejidos claros, pero lo cierto es que ofrecen mejor fotoprotección los colores oscuros. Conviene tener en cuenta que la humedad puede disminuir la protección de los tejidos hasta en un 30%. Por otro lado, la polución ambiental también puede reducir el nivel de fotoprotección.

Uso de sombrillas y toldos

Para evitar las quemaduras solares en las playas, es esencial usar sombrillas y toldos. Sin caer en el error de pensar que la protección que ofrecen es total. No se trata de que la tela de la sombrilla no bloquee la radiación ultravioleta solar (que en algunos casos puede ocurrir), sino que solemos obviar la radiación solar que se refleja desde la arena, el césped o la superficie sobre la que estamos situados. Esa radiación reflejada dependerá del coeficiente de reflexión de la superficie o albedo, que suele oscilar entre el 10% y el 20%, aunque existen superficies como la nieve que pueden reflejar hasta el 80% de la radiación que reciben.

Antioxidantes

El sol tiene un alto poder oxidante, y las personas tenemos antioxidantes naturales que contrarrestan sus efectos negativos. Sin embargo, en situaciones de elevada exposición solar se genera en el organismo especies reactivas de oxígeno que, si no son neutralizadas por los antioxidantes naturales, desencadenan estrés oxidativo. Ese estrés oxidativo acelera los procesos de envejecimiento, daña el ADN celular y aumenta a largo plazo el daño cutáneo.

Para contrarrestarlo, la tendencia actual por parte de la industria farmacéutica es añadir antioxidantes a las cremas solares (y, a la inversa, añadir fotoprotectores a las cremas antienvejecimiento). Si bien la protección que ofrecen frente a la quemadura solar es mínima, son un buen complemento en fotoprotección.

Otra alternativa es consumir alimentos ricos en antioxidantes para contrarrestar los efectos oxidativos del sol. En general, las verduras y frutas frescas son ricas en antioxidantes, muchos de los cuales forman parte de los pigmentos. Por eso su consumo está especialmente indicado en época estival. Así por ejemplo, los betacarotenos (provitamina A) aportan color a la piel y están presentes en frutas y verduras de color naranja, como el melocotón o la zanahoria. El resveratrol de la uva o el licopeno del tomate son otros ejemplos de antioxidantes naturales recomendables en épocas de alta irradiancia solar.

Fuente: https://culturacientifica.com

Reloj de vela…

¿Cómo se las apañaban nuestros antepasados para despertarse a una determinada hora o recibir un aviso de tiempo, cuando no existía el reloj o los despertadores? Aunque resulte difícil de creer, ya existían despertadores de precisión hace 2.000 años.

Los primeros relojes tienen miles de años, y usaban el Sol y las sombras para marcas las horas. Pero obviamente no funcionaban por la noche, o en interiores. Por la noche se empleaban materiales que pudieran cambiar de estado de forma constante. Los relojes de arena eran muy utilizados en la Antigüedad, y también los Relojes de Vela.

La cera de una vela se consume de forma bastante constante, si está bien fabricada. Así que se crearon recipientes con marcas en donde se insertaba una vela, y a medida que se consumía, el tamaño de la vela sobre una marca indicaba la hora.

La ventaja de un Reloj de Vela es que puede convertirse de forma muy sencilla en un despertador. Lo que hacían en la Edad Media era colocar clavos en las zonas de la vela que representaba la hora en la que querían poner la alarma.

Cuando la cera se consumía el clavo caía sobre un plato metálico, haciendo ruido y despertando a la persona dormida. En algunos monasterios usaban bolas de metal metidas dentro de la vela, que rodaban por el suelo. En otros casos se ataba una cuerda con un aro de metal al clavo, y cuando la cera se derretía la anilla se balanceaba en la cuerda y golpeaba varias veces un plato metálico.

Hoy son métodos que nos hacen gracia, pero hay que reconocer que son muy ingeniosos. Y nos permite valorar lo que la tecnología ha conseguido con el paso de los siglos.

Ampliación: Apagado automático de la vela.

Fuente: https://computerhoy.com

Anillo de compromiso…

Para los antiguos egipcios y los romanos, el dedo anular izquierdo tenía un significado especial. Los griegos, que fueron los primeros en regalar anillos de compromiso, también llevaban el anillo en el dedo anular de la mano izquierda.

En aquella época, se creía que había una vena que iba directamente del dedo anular de la mano izquierda hasta el corazón, la «Vena Amoris«. Llevar el anillo de compromiso en el dedo anular izquierdo ha mantenido este significado simbólico hasta hoy: la conexión directa con el corazón, el lugar de todos los sentimientos de amor.

Fuente: https://www.anillosdecompromiso.es

Árbol de Año Nuevo…

El Árbol de Año Nuevo, son árboles decorados similares a los árboles de Navidad que se exhiben para celebrar específicamente el Año Nuevo. No deben confundirse con la práctica de dejar un árbol de Navidad hasta después de Año Nuevo. Los árboles de Año Nuevo son comunes en varias culturas y naciones, principalmente en la antigua Unión Soviética, antigua Yugoslavia, Turquía, China y Vietnam.

 

Historia del árbol del año nuevo soviético

La tradición de instalar y decorar un árbol por Navidad (en ruso, ёлка, pron. yolka, «tala de abeto») se remonta al siglo XVII cuando Pedro el Grande importó la práctica como resultado de sus viajes por Europa. Pedro decretó en 1699 que el Año Nuevo se celebrara el 1 de enero en lugar del 1 de septiembre, y que «las ramas y los árboles de abeto, pino y enebro se usaran para decorar las casas y las puertas de las calles principales».​ Sin embargo, en la Rusia Imperial, yolka fueron prohibidos a partir de 1916 por el Sínodo como una tradición que se originó en Alemania (enemigo de Rusia durante la Primera Guerra Mundial).

Después de la revolución rusa de 1917, las celebraciones navideñas, junto con otras fiestas religiosas, fueron desalentadas y de hecho prohibidas como resultado de la campaña soviética de la guerra civil rusa. La Sociedad de los Sin Dios animó a los alumnos de la escuela a hacer campaña contra las tradiciones navideñas, entre ellas el árbol de Navidad, así como otras fiestas cristianas, incluyendo la Pascua; la Sociedad estableció un día festivo antirreligioso para que fuera el 31 de cada mes como reemplazo.​ Con el árbol de Navidad prohibido de acuerdo con la legislación antirreligiosa soviética, la gente sustituyó la antigua costumbre navideña por «árboles de Año Nuevo».

Fuente: https://es.wikipedia.org

Ondas de gravedad…

Las ondas de gravedad son ondas generadas por la perturbación de un fluido sometido a la fuerza de gravedad como fuerza restauradora. Cuando se perturba un fluido bajo la acción de la gravedad y se lo aleja de su estado de equilibrio inicial el fluido responde mediante la formación de ondas que intentan llevar nuevamente el sistema al equilibrio.

Fuente: https://twitter.com

 

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