Huelga a la japonesa…

¿Quién no ha usado u oído alguna vez la expresión «huelga a la japonesa«? Pues para posible asombro de la mayoría no es más que una mera creencia popular sin fundamento alguno como podemos fácilmente contrastar consultando Wikipedia:

La huelga a la japonesa es una leyenda urbana extendida en España y algunos países de América Latina, aplicable a la industria. Según esta teoría, los empleados que hacen la huelga a la japonesa trabajan más de lo habitual como medida de presión. Así, se provocaría un aumento de la producción y los precios caerían por la ley de la oferta y demanda, pues los dueños de la industria no podrían colocar su producto en el mercado ya que están acostumbrados al método «justo a tiempo» y los costes de almacenamiento son muy altos. Además, al acudir a su puesto seguirían cobrando su sueldo, algo que no sucede en una huelga convencional. En muchos países existe la creencia de que los empleados japoneses son más fieles a sus empresas, lo que habría provocado la extensión de este mito. Sin embargo, en Japón no se hace este tipo de huelga. Allí son más frecuentes los paros convencionales o las huelgas de celo.

 

Cerrando cuentas bancarias…

Que los grandes bancos no están pasando su mejor momento de popularidad es un secreto a voces, pero, ¿realmente está justificada tan deplorable imagen? Si bien no es bueno generalizar, analicemos el comportamiento de un par de empleados de dos de las mayores entidades financieras de España, Banco Santander y CaixaBank (La Caixa) a la hora de solicitar la cancelación de sendas cuentas corrientes, para, en función de este, valorar si ha podido propiciar los casos de las preferentes o de las hipotecas basura, buscando encontrar una explicación a como hemos podido llegar a la situación actual.

Juzguen ustedes extrapolando estos casos a personas confiadas o de edades avanzadas…

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CASO 1: Acudimos a una sucursal de La Caixa en la provincia de Zamora, donde nos atiende Isabel Prieto Merino, según su tarjeta de presentación Gestora de Servicios Financieros. El objetivo es cancelar una cuenta corriente abierta con el fin de aprovechar las ventajas del programa joven lkxa, entre las cuales se encuentra la exención de comisiones hasta determinada edad, la cual ya sobrepasamos.

En vista de nuestras intenciones la empleada nos ofrece, amablemente, mantener la cuenta haciéndose ella cargo personalmente de la devolución de las cuotas que nos puedan cobrar, a lo que accedemos. Inicialmente todo es correcto, las cuotas son reintegradas en cuenta, pero observamos que cada vez se dilata más el tiempo entre el cobro de la cuota y la devolución, y tras contactos telefónico y vía correo electrónico infructuosos decidimos personarnos  buscando explicaciones, a lo que, con buenas palabras, nos es ingresada la cuota, esta vez ya no directamente en cuenta, si no en cajero.

Otro detalle reseñable en el tiempo, subida de comisiones aparte, es que comienzan a cobrarnos la correspondencia sin previo aviso, lo que redunda en una nueva visita a la sucursal, asegurándonos que no se volverá a repetir. Tiempo después seremos conscientes de que la solución consistió en sustituir los avisos postales por electrónicos sin ser consultados.

Dado el residual uso de la tarjeta asociada optamos por mantener tan solo una pequeña cantidad simbólica fruto de la desconfianza generada por la situación anterior, lo cual deriva en que al cargar la correspondiente cuota no existan fondos suficientes para cubrirla, dejando la cuenta a cero, lo que provoca la aireada reacción de la empleada, pues nos había pedido al menos mantener un mínimo correspondiente a la cuota, ya que al parecer casos como el nuestro le penalizan los objetivos.

Por ello somos invitados a marchar sin el dinero, pues no se nos devolverá la cuota hasta que transcurra un periodo equivalente al que la cuenta estuvo a a cero. Fruto de nuestra indignación y desconfianza negociamos, cual zoco, consiguiendo pactar que nos sea reintegrada la mitad en el acto y lo restante transcurrido el plazo, añadiendo, coacción mediante, la obligatoriedad de realizar 10 compras con la tarjeta bancaria para poder recuperar nuestro dinero.

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¡El MSN Messenger «cierra»! (ahora sí)

Que el servicio de MSN Messenger pasaba a ser de pago o se cerraba puede que haya sido el bulo más propagado a través de la red de todos los tiempos, desmintiéndose de forma reiterada; pero por fin ha llegado el día y esta vez sí es oficial (véase abajo comunicado), MSN messenger desaparece heredando su legado Skype. Si bien no es la panacea, al menos acaba con uno de los programas más represores con los que Microsoft ha intentado por todos los medios forzar a los usuarios disidentes de Windows a utilizar su sistema operativo, ya que dicho programa de mensajería hace gala de un protocolo cerrado, MSNP, con el fin de evitar el uso del mismo por terceros clientes (descifrado por estos mediante ingeniería inversa), sumado a que Microsoft tan solo ofrecía una versión limitada del software a plataformas alternativas como Mac Os para «incentivar» la migración de estos a sus dominios, o directamente aislando a los usuarios de otras, como es el caso de GNU/Linux, los cuales nunca disfrutaron de la aplicación nativa. Pero por fin su hegemonía ha terminado.

Hola, Usuario de Messenger:

El servicio de Messenger dejará de funcionar en todo el mundo (excepto en China continental) para poder ofrecerte juntas las mejores características de Messenger y de Skype. Instala Skype e inicia sesión con tu cuenta de Microsoft (la misma que tu id. de Messenger) y encontrarás allí todos tus contactos de Messenger. Podrás chatear y hacer videollamadas con tus contactos como antes. Además, descubrirás nuevas formas de mantenerte en contacto con Skype en tu teléfono móvil y tu tableta.

Cordialmente, El Equipo de Messenger

¿Por qué ignoramos la guerra del Congo?

Las guerras en este país se han cobrado casi el mismo número de vidas que tienen un 9/11 todos los días durante un año, el genocidio que asoló Ruanda en 1994, la limpieza étnica que aconteció en Bosnia a mediados de la década de 1990, el genocidio que tuvo lugar en Darfur, el número de personas que murieron en el tsunami que asoló Asia en 2004, y el número de personas que murieron en Hiroshima y Nagasakitodo combinado y multiplicado por dos.

Fuente: http://edition.cnn.com