¿Quién no ha usado u oído alguna vez la expresión «huelga a la japonesa«? Pues para posible asombro de la mayoría no es más que una mera creencia popular sin fundamento alguno como podemos fácilmente contrastar consultando Wikipedia:
La huelga a la japonesa es una leyenda urbana extendida en España y algunos países de América Latina, aplicable a la industria. Según esta teoría, los empleados que hacen la huelga a la japonesa trabajan más de lo habitual como medida de presión. Así, se provocaría un aumento de la producción y los precios caerían por la ley de la oferta y demanda, pues los dueños de la industria no podrían colocar su producto en el mercado ya que están acostumbrados al método «justo a tiempo» y los costes de almacenamiento son muy altos. Además, al acudir a su puesto seguirían cobrando su sueldo, algo que no sucede en una huelga convencional. En muchos países existe la creencia de que los empleados japoneses son más fieles a sus empresas, lo que habría provocado la extensión de este mito. Sin embargo, en Japón no se hace este tipo de huelga. Allí son más frecuentes los paros convencionales o las huelgas de celo.