El precio de los principios…
Si quieres conseguir algo muy bueno en la vida tienes que luchar muy duro, y nunca perder el norte.
Fuente: www.rtve.es
El conocimiento nos hace libres…
Si quieres conseguir algo muy bueno en la vida tienes que luchar muy duro, y nunca perder el norte.
Fuente: www.rtve.es
Tu nuevo jefe te enseña a manejar el taxímetro y algunas peculiaridades del coche. Luego te da las llaves y se despide de ti hasta mañana. A partir de ahí serás tú solo, estarás solo, sin nadie a tu lado que te explique o te aconseje o te confiese esos típicos trucos del taxista veterano: En qué calles o paradas se encuentran los clientes según qué horas, o qué hacer si desconoces el destino, o cómo llegar o qué alternativas deberías tomar para evitar tal o cual atasco.
Sales del garaje por primera vez, enciendes el taxímetro y en el primer cruce de calles se te presenta el primer dilema: ¿Derecha o izquierda? Optas por girar a la derecha no sabes muy bien por qué (aún no te funciona esa intuición de la que hablan) y luego buscas una avenida ancha y te metes por primera vez en un carril BUS-TAXI (siempre quisiste circular por ahí).
Escasos metros después (¿será la suerte del principiante?) te levanta el brazo una mujer mayor.
Mientras te acercas comienzan a temblarte las piernas. Frenas a su lado y se te olvida pulsar el WARNING. También olvidas darle a la mujer los buenos días cuando entra:
– A la calle Fortuny, por favor – te dice nada más cerrar su puerta.
No conoces esa calle, pero tragas saliva y aceleras.
– ¡Derecha, derecha! – te indica la mujer en el siguiente cruce, justo antes de rebasarlo.
Das un volantazo. Suerte que conservas tus buenos reflejos.
– Disculpe. Soy nuevo y…
Cada minuto de cada día del año de nuestras vidas, el corazón late entre 60 y 100 veces. Sin embargo, a diferencia de otros músculos del cuerpo, que se agarrotarían con semejante esfuerzo, el corazón nunca se cansa… hasta que se para para siempre. ¿Por qué?
Tres tipos de músculos
El cuerpo humano está compuesto de tres tipos de músculos: esquelético, liso y cardíaco.
Músculo esquelético
Los tejidos musculares esqueléticos son estriados, algo similar a lo que la mayoría de nosotros pensamos cuando visualizamos mentalmente un músculo. Están acoplados a los huesos y los tendones, y controlan prácticamente todos los movimientos voluntarios e involuntarios (como el diafragma) del cuerpo. El movimiento voluntario está estimulado por:
Impulsos nerviosos que viajan a través de las neuronas motoras del sistema nervioso somático que hacen que las fibras de los músculos esqueléticos en las que terminan se contraigan.
Al igual que el músculo cardíaco, el esquelético obtiene su energía de las mitocondrias dentro de las células – «a más mitocondrias, más energía disponible para el músculo«:
Como los humanos no hemos necesitado a lo largo de nuestra evolución flexionar los músculos esqueléticos durante un periodo prolongado de tiempo, el volumen total de tejido muscular esquelético contiene una media de solo 1 a 2% de mitocondrias. Es una fuente suficiente de energía para actividades intermitentes como caminar o correr.
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Intervención de Álvaro José Van Den Brule (Ajedrez sin fronteras), en la junta de accionistas del Banco Santander 2011, dirigiéndose a Emilio Botín, fallecido hoy. Las intervenciones de 2012 y sucesivas no fueron retransmitidas.
La pena es que sobre la memoria de Botín no hayamos llegado a tiempo ni podido ser escaneada con todos sus recuerdos porque sería fantástico por ejemplo, para:
1.-Descubrir como Botín consiguió que la Sala Segunda del Tribunal Supremo por nueve votos a favor y cinco en contra, cambiara su jurisprudencia para exonerar a Botín de la causa de las cesiones de crédito (una operación multimillonaria de dinero negro en paraísos fiscales controlados por el propio Botín, y eso significa el poder de apropiarse de sumas astronómicas de los accionistas del banco). En ese escaneo sabríamos quien fue el juez contactado,si, uno que al terminar la deliberación se quedó rezagado y efectuó una llamada por su teléfono móvil contactando con alguien a quien le dijo «ha sido todo muy bien» y quien era el abogado, que esa era su profesión, con el que el juez protector de Botín mantenía la conversación. Si tuvo coste económico esa operación y cuando, y como se abonó, en caso de que no fuera puro altruismo judicial. Podríamos saber que planes tenía cuando a través de una magistrada que hoy tiene plaza en la Sala Tercera del Supremo, contactó con los magistrados de la Sección II de lo Penal de la Audiencia Nacional, la sala que revisaba las decisiones de la juez Teresa Palacios, la instructora de las cesiones de crédito, porque Botín quiso entrevistarse a solas con los jueces del órgano de revisión, lo que creó un malestar grave entre ellos (quedan jueces honestos) quienes a su vez contaron la gestión de la magistrada «socialista» en favor de Botín a otros miembros de la judicatura.
Allá por 2010 muchos internautas solicitamos de forma gratuita la Tarjeta Banesto Prepago Sevilla, la cual permitía esquivar las duras comisiones con las que gravaba por aquél entonces Ryanair sus vuelos. Las condiciones eran verdaderamente golosas: sin cuota de emisión ni mantenimiento, indefinidamente. Pasaron los años y la fuimos renovando sin contratiempos, hasta que a principios de año se produjo la fusión por absorción del Banco Santander. Y he aquí el Santander, menudo…
Cual es nuestra sorpresa al ir a recargarla a ventanilla para realizar la compra de un vuelo, cuando somos informados de que aparentemente dicha tarjeta se encuentra cancelada. Y efectivamente, al intentar comprobar el saldo en cajero, se la queda, bloqueándola. Solicitamos explicaciones y la única respuesta que recibimos es que no tienen constancia de su existencia, ni del saldo que contenía. ¡Se ha esfumado, o mejor dicho, nunca ha existido!
Volvemos, esta vez contrato en mano, intentando aclarar la rocambolesca situación, y nada, que ni con esas, que ya nos llamarán porque tienen que contactar con la central. Y mientras tanto, el precio de nuestros vuelos sube como la espuma. Finalmente recibimos una llamada de la oficina informándonos que efectivamente existía, que está cancelada, y que pasemos cuando queramos a recoger el saldo en metálico del cual disponía. Preguntados por las razones de la cancelación:
«Pues porque al no tener saldo, se cancela automáticamente»; «Pero señora, si me termina de decir que pase a recoger el dinero que contenía»; «Mmm, ahh, porque no tenía suficiente saldo para cubrir la cuota de renovación»; «Pero señora, si la cuota de mantenimiento era gratuita»; «Bueno, que le he llamado porque ya puede pasar a por su dinero»
Vista la forma de despacharnos, y la flagrante cancelación unilateral sin previo aviso, recurrimos al Defensor del Cliente y el Servicio de Atención al Cliente del Banco Santander. No es fácil encontrar el contacto, pero damos con él. En primer lugar llama la atención que la vía ofrecida es la carta postal. Sí, eso que se hacía antaño de escribir en un papel, meterlo en un sobre y enviarlo vía buzón, en los tiempos de la operativa a través de internet. Son hábiles, mucha gente se quedará ahí. Pero no es nuestro caso, tras mucho bucear en la red conseguimos arañar un teléfono, correo y fax de terceras fuentes. Sirva de ayuda a gente en similar situación:
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Si disponéis de una cámara Nikon, podéis encontraros con el problema de que el indicador luminoso de acceso a la tarjeta de memoria, tras apagar la cámara, continúe parpadeando indefinidamente hasta agotar la batería. Haciendo submarinismo por la red las soluciones propuestas son múltiples, centrándose principalmente en reiniciar los ajustes de la cámara, o enviarla al servicio técnico oficial.
Es altamente probable que tras devolver la cámara a su estado de fábrica, el LED continúe parpadeando igual. La opción que nos queda es contactar con el servicio técnico oficial de FINICON: FINISAT. La aventura comienza en su 902, con generosos tiempos de espera, para llegar a la conclusión de que ¡no tienen constancia del fallo generalizado! y debemos hacernos cargo de portes, presupuesto y reparación, si hemos sobrepasado el AÑO de garantía, y esperar varias semanas por la gestión. Mal por Nikon.
¿Solución? Tan simple cómo enchufar el cable de datos de la cámara a nuestro ordenador, desenchufarlo, y el parpadeo habrá desaparecido tan misteriosamente como apareció…
Créditos: Sayrux
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