Doctrina Botín…

Documentación a la que ha tenido acceso Diario16 y que se adjunta a una denuncia presentada por la asociación contra la corrupción ACODAP, revelaría una trama de presuntos chantajes y sobornos a cuatro magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, en la actualidad jubilados. Dichos documentos manuscritos mostrarían cómo, supuestamente, a estos jueces se les habría condicionado su decisión respecto a una querella presentada contra un fiscal quien, en base a la documentación, sería la persona que presuntamente chantajeó a los magistrados a través de supuestas actividades de sus esposas.

Los hechos sucedieron en el año 2006, según manifiestan los documentos. Un año después, tres de estos cuatro magistrados intervinieron un año después en la Sala que tenía que resolver la Doctrina Botín y votaron a favor de exonerar de cualquier tipo de responsabilidad al entonces presidente de Banco Santander, Emilio Botín, respecto al caso de las Cesiones de Crédito.

Según los documentos manuscritos incorporados en la denuncia de ACODAP, los magistrados Joaquín Giménez García, Carlos Granados Pérez, Antonio Ramos Gancedo y José Ramón Soriano Soriano se les indicó lo siguiente para que apoyaran al fiscal en una querella presentada contra él.

A Joaquín Giménez: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo la procedencia del dinero con que tu esposa compró 40.000 m2 de terreno en Jaén el 4-9-2005 días antes de que resolvieses favorablemente un recurso presentado por el autor de una estafa, en la que robaron 8 millones de euros, sin que apareciera el dinero por ninguna parte».

A Carlos Granados: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo la titularidad de tu esposa sobre un depósito de 1.000.000 € que Emilio Botín le abrió en Suiza el pasado mes de febrero en compensación por tus gestiones acerca del problema personal del banquero con la justicia».

A Diego Antonio Ramos Gancedo: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo cómo te hiciste con tu casa de Menorca, que era patrimonio, a través de sociedades interpuestas, del narco Fajardo, al que tú dejaste en libertad y se dio a la fuga».

A José Ramón Soriano: «Tú me das tu apoyo y yo no divulgo el depósito de 600.000.-€ abierto en el Santander en mayo de 2003, a nombre de una sociedad administrada por tu esposa, justo 2 días antes de que dictaras una sentencia absolutoria de un conocido narcotraficante gallego. Si tenemos en cuenta que la profesión de tu esposa es sus labores, el citado depósito es harto sospechoso, ¿no lo crees así también?».

Estas cartas estarían mostrando, además del presunto chantaje por parte del fiscal que se quería proteger de una querella, algunos supuestos manejos internos de determinados miembros de la Administración de Justicia que mostrarían la presunta corrupción judicial existente en España y que, tal y como hemos publicado en Diario16, ha provocado la presentación ante la Justicia Europea de denuncias por parte de cientos de ciudadanos y ciudadanas que se encuentran desamparados por las decisiones favorables a determinadas élites por una parte de la judicatura.

La gravedad de las acusaciones de la denuncia de ACODAP obligan al fiscal y a los magistrados ya jubilados a, en el caso de no ser ciertos los hechos denunciados, hacer un comunicado público o convocar una rueda de prensa para exponer su versión de los hechos denunciados o para desmentirlos.

Las Cesiones de Crédito y la Doctrina Botín

Tal y como indicamos anteriormente, estos cuatro magistrados votaron a favor de la exoneración de Emilio Botín y de la implantación de la Doctrina Botín, uno de los mayores escándalos judiciales de la historia de España. No hay más que recordar cómo, durante la declaración del entonces presidente del Santander, un furgón blindado, que cargaba en su interior 3.000 millones de pesetas (18 millones de euros), daba vueltas por los alrededores de la Audiencia Nacional en espera de que el juez Moreiras le impusiera una fianza para no entrar en prisión calculada en esa cifra.

Entre 1987 y 1991 el Santander captó 430.000 millones de pesetas (2.584,35 millones de euros) a través de las cesiones de crédito, un producto que ofreció la posibilidad de eludir el pago a Hacienda del 25% del capital invertido. La entidad cántabra colaboró con el fisco, pero quedó sin resolver un asunto: un importante número de suscriptores tenían identidad falsa. Por tanto, el Santander había incurrido en un presunto delito de falsedad documental y colaboración necesaria para el fraude.

El fiscal Jesús Santos, junto a varios peritos fiscales, elaboró un informe demoledor que demostraba, precisamente, que el Santander había ocultado la titularidad de algunos suscriptores con nombres falsos o con identidades de personas fallecidas. Por ello, en contra del criterio de la Fiscalía, propuso la imputación de Emilio Botín, Rodrigo Echenique y del resto del Comité Ejecutivo del banco. Tal fue la presión que debió asumir Santos que dejó el caso para que continuara con su labor Eduardo Fungairiño que apenas tardó un par de meses en retirar la acusación en contra del criterio de la jueza instructora: Teresa Palacios. A principios de 2001 Fungairiño volvió a la carga y volvió a pedir el archivo de la causa. Finalmente, en diciembre de 2007, la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, en la que se hallaban los cuatro magistrados citados, determinó que un procedimiento penal no podía continuar si quien sostenía la acusación era, en exclusiva, la acusación popular y no la Fiscalía, creando, de este modo, la Doctrina Botín.

Fuente: https://diario16.com

Un yogur para cenar…

Conocí a Sandra en 2012 en un edificio de viviendas que fue ocupado por familias desahuciadas en Sevilla capital y que se convirtió en un símbolo internacional de la maldad ideológica del poder financiero. Entre cita informativa y cita informativa, yo me fijaba en una mujer de menos de 30 años que cargaba con tres niños y ninguno superaba los 10 años.

Sandra no era de las más echadas para adelante. Siempre se mantenía en un segundo plano, como preguntándose qué hacía allí una mujer como ella. Acompañada de sus hijos y su marido, tan joven como ella, esquivaba la mirada cuando nos cruzábamos en aquel ir y venir de gente que se convirtió aquel edificio ocupado en defensa del derecho a la vivienda.

Un día, en la fuente donde iba a llenar las garrafas de agua, pudimos hablar un poco más, dentro de los límites de su timidez. En 2010, dos años atrás, su marido llegó a casa con la carta de despido del taller donde trabajaba. A ella, año y medio más tarde, le hicieron lo mismo en la empresa donde limpiaba bloques, escaleras y oficinas.

De pronto, dejaron de entrar ingresos en la casa y se hizo imposible pagar la hipoteca y el resto de recibos. “Llegó un día que tuve que decidir si darle de comer a mis niños o pagar la hipoteca”, me confesó en la fuente una calurosa tarde de septiembre de 2012.

El miedo a que la policía llegara al piso a desahuciarlos hizo que abandonaran la noche antes de la cita del juez para la ejecución hipotecaria. Llamaron a un amigo con una furgoneta y en dos horas recogieron cinco vidas, una historia de amor y el sueño frustrado de criar a sus tres hijos en armonía.

Sandra se fue con los niños a casa de su madre y su marido se marchó solo con su familia, con la idea de buscar una solución que permitiera reagrupar a los cinco nuevamente. Sandra, que por aquellas tendría 30 años, tenía surcos en la cara propios de una señora de 60. Dicen los médicos que nada envejece más que la pobreza y Sandra estaba marcada por el dolor social de una crisis que se había cebado con ella.

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Aplausos…

He vivido con alegría las oleadas de aplausos en los balcones al personal sanitario que más tarde se ha extendido a las cajeras de supermercados, transportistas, auxiliares de ayuda a domicilio y limpiadoras. A pesar de que me parece que ese aplauso nos engrandece como sociedad, porque nos abraza y es la victoria del nosotros frente al yo en tiempos de individualismo neoliberal. Nos querían solos y nos tienen aplaudiendo a nuestros servicios públicos en los balcones. Poético es, qué duda cabe.

Me parece una trampa en la que caemos recurrentemente que, cada vez que un colectivo es víctima de injusticia, la sociedad lo convierte en héroe. Es el truco neoliberal, la ideología que ha arruinado y privatizado nuestros sistemas públicos de salud, para ocultar la desigualdad y llenarnos los ojos de lágrimas con las que no nos dejan razonar.

Detrás de esta mística emocional del capitalismo, que es capaz de convertir en emoción que unos abuelos se tiren tres noches haciendo cola en la puerta de un colegio público para matricular a su nieto, en lugar de denunciar la falta de plazas ofertadas o el privilegio de la educación privada frente a la pública por parte de los gobiernos sujetos al dogma neoliberal.

Impensable sería hace 30 años que estuviéramos hablando de que una médica o un enfermero fueran trabajadores precarios, el eufemismo con el que en la posmodernidad nos hemos dado para llamar a los nuevos pobres generados por esta fase salvaje del capitalismo.

Entre aplauso y aplauso a los sanitarios, cajeras o limpiadoras, poco o nada se ha publicado de sus condiciones de vida, de los contratos de días que van emparedando o de los sueldos de mierda que cobran todos los trabajadores que, de precarios que son, no tienen derecho ni a hacer cuarentena porque son la base fundamental sobre la que se sostiene nuestra vida, aunque el sistema se lo paga con relegarlos a la cola de importancia social.

No he visto ni un solo cartel en redes sociales que pida la subida del sueldo de las enfermeras, médicos, limpiadoras o cajeras de supermercados; no he visto un solo cartel, ni una sola noticia, que explique cómo tiene la espalda y las manos una cajera de supermercado con 45 años después de toda una vida de movimientos repetitivos; nada se ha dicho de que muchas de las auxiliares de ayuda a domicilio, a las que les pagan 4 y 5 euros la hora por cuidar ancianos y personas dependientes, tienen salarios por debajo de los 600 euros al mes, contratos de 25 horas semanales y con jornadas partidas de mañana y tarde.

Espero veros en las calles a todos los que aplaudís ahora, a todos los que pintáis arco iris en las ventanas y gritáis viva España. Espero veros a todos lo que hacéis de policía desde vuestro balcón cuando pasa alguien por la calle. Espero que la exaltación con la que salís a corear a los que se están dejando la vida por nosotros, se convierta en concienciación que nos haga movilizarnos de una vez por nuestros derechos y los de todos.

Porque sois muchos ahora los que hacéis ruido desde vuestro balcón, muchos más de los que he visto nunca en cualquier manifestación para que no arrasaran con nuestros derechos y muchos más de los que jamás han secundado una huelga general en nuestro país para reivindicar no solo pan, sino también dignidad. ¿Dónde estabais entonces cuando tanto os necesitamos? ¿Pasaréis de la arenga y el fervor a la acción y la lucha? Porque está bien animarse, lo hacen todos los jugadores de cualquier deporte o los militares, antes de pasar a la acción. Pero saben que luego viene la acción, que el grito, la palmada al compañero y el enaltecimiento por sí solos no sirven para nada.

Cuando todo esto acabe habrá fiesta, jolgorio y alegría, pero también nos quedará por delante mucha lucha. Lucha por reconquistar los derechos que nos quitaron y por hacer, entre todos, una sociedad mucho más justa en la que el centro seamos las personas, no los beneficios de las empresas para las que somos tan solo un número en su balance de cuentas. Espero veros en las calles entonces, porque con los aplausos no basta.

Fuentes:

Sanfermines de 1978…

En los Sanfermines de 1978, el 8 de julio de 1978 en Pamplona (España), tras el despliegue de una pancarta en favor de la amnistía total, la Policía Armada intervino dejando más de 150 heridos y un estudiante muerto por un tiro en la frente. Esta intervención llevó una huelga general en Navarra y protestas que se extendieron por Álava, Guipúzcoa, Vizcaya y el resto de Navarra. Estos sucesos nunca fueron juzgados.

Posteriormente se contabilizaron más de 150 heridos, de ellos once con heridas de bala. Según Rodolfo Martín Villa, ministro del Interior en aquel momento, solo en seis horas y en la zona del centro de Pamplona se hicieron 7000 disparos de material antidisturbios y 130 disparos de bala.3

El grado de violencia empleado quedó reflejado en las órdenes que se daban desde la central a los policías por radio, y que fueron grabadas:

«Preparad todas las bocachas y tirad con todas las energías y lo más fuerte que podáis.»

«No os importe matar.»

La Primera de TVE, que retransmitía la corrida en directo por televisión, emitió las imágenes de los incidentes en directo para toda la nación desde la plaza de toros. Sin embargo, misteriosamente esas imágenes desaparecieron y a día de hoy no constan en sus archivos.

Fuente: www.youtube.com

Libereco Assange…

En 2012, el año en que llegué a Londres como embajadora, Julian Assange obtuvo el asilo diplomático de Ecuador y se instaló en la embajada de la calle Hans Crescent. Ese dia la embajada fue rodeada de carros de la policía británica y algunos agentes pugnaban por entrar. Mi primer reflejo fue mandar unas bandejas de empanadas y alfajores para aliviar los trajines de la embajadora Ana Alban. Juntas organizamos en los días subsiguientes una reunión de embajadores latinoamericanos para seguir desde la legación de Ecuador la sesión de la OEA donde se discutía el asilo de Assange. Nos sentamos, por primera vez, alrededor de esa mesa oscura, en una sala austera. De pronto, discretamente, como todos esperábamos, irrumpió Julian Assange. Ya era una leyenda. Le expresé cuánto teníamos que agradecerle los latinoamericanos por sus revelaciones de los cables diplomáticos que muestran el grado íntimo y perverso de injerencia del gobierno de Estados Unidos en nuestros asuntos. Yo misma tenía como prueba el cable que escribió el embajador de Estados Unidos en Argentina, Lino Gutierrez, sobre mi designación como embajadora en Venezuela, donde se describen detalles puntuales de mis actuaciones, que ni yo misma recordaba.

Ese día comenzó una larga serie de encuentros que tuve con Julian a lo largo de los cuatro años de mi misión en Londres y en los años subsiguientes, en que lo visité varias veces. Nuestra primera conversación giró en torno a las acusaciones que tenía en Suecia sobre abuso sexual; hablamos con franqueza, y concluí que se trataba de una fabricación de dos mujeres inescrupulosas con las que tuvo relaciones casuales, quienes habían sido manipuladas para criminalizarlo. Suecia reclamaba su extradición para responder a esas denuncias –nunca configuraron cargos– mientras que sus abogados solicitaron incansablemente que pudiera declarar en Londres, ya que Suecia lo extraditaría a los Estados Unidos por haber revelado secretos de Estado.

Cazando la berrea…

Llegó de copiloto en todo terreno acompañado del celador, caminó un centenar de pasos erguido como una vela, instaló el rifle sobre el fino trípode que portaba, apuntó a un ciervo encendido de amor que bramaba al viento y ramoneaba ajeno a todo peligro, y, sin sudor alguno ni mota de polvo que deslustrara su impecable atuendo de marca, cosechó de esta guisa un nuevo éxito como cazador, que a saber cómo pregonará donde exponga el trofeo.

Con este derroche de ventajas cumplió el venador una misión salvaje que, en buena lid, debiera exigir caminata, atisbo, agudeza, persecución y algún que otro rasguño para, al fin, alzarse con una res que ventea a distancia y desaparece entre el follaje al menor movimiento sospechoso.

La otra soba que forja y dobla a todo cazador digno de tal nombre, consecuencia de sangrar, descuartizar y cargar con el animal abatido, también lo resolvió el susodicho cediendo al celador la tarea de descabezar el venado y de trasladar el llamado trofeo hasta el vehículo, y dejando el resto del gastronómico cuerpo tirado en la costanera para banquete de carroñeros y fauna necrófaga.

Al hombre del rifle lo empujaba la adrenalina de atinar en el codillo al ungulado avistado por el celador tiempo atrás, y derribarlo para siempre. Hubo un tiempo, reconocido por la propia guardería, «que si untabas» conseguías uno de los ases del berreadero. De lo contrario pasabas las estancias en blanco con el demérito de presentarte ante los tuyos de vacío o con un jijas.

Sucedió en esta ocasión que solo unos minutos antes de perforarlo con dos balas, el armonioso ciervo era observado en silencio y con todos los sentidos en vilo por una niña y sus padres, que habían acudido a disfrutar de la berrea y del comportamiento de uno de los seres considerados «nobles» del bosque. Luchaba con todo su temperamento por imponerse y gobernar el reino de hembras, y por perpetuar la especie.

También un amante de la caza fotográfica inmortalizaba ese crepúsculo, y desde la misma tribuna, el espectáculo salvaje. Lo hacía con mutismo para no alterar la confrontación entablada por los excitados señores entre la vegetación y sus claros. Lucían los protagonistas el 24 de septiembre las cornamentas más poderosas posibles, y se cocían los retos y gran batalla sobre el terreno.

En el resguardo de la cumbre coincidieron ese atardecer los amantes de la fauna, el aficionado a la caza fotográfica y, en último lugar, el cazador de trofeos. Una diversidad de intereses estaban allí reunidos.

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Becerrada…

«La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera en que se trata a sus animales”. Mahatma Gandhi.

El Ayuntamiento de Valmojado (Toledo, España) ha lamentado las «graves» manipulaciones de las imágenes tomadas durante la becerrada que han sido difundidas por PACMA. «Estamos en total desacuerdo con el tratamiento que se ha dado en determinados medios de comunicación de la celebración del evento», han asegurado. Por otro lado, han querido añadir que las becerradas se han celebrado, independiente del color político del Gobierno municipal.

«Mostramos nuestra repulsa hacia aquellos que intentan veladamente prohibir la tauromaquia, mediante falaces argumentos en contra del maltrato animal difundidos en gran medida a través del anonimato en redes sociales», ha señalado el Ayuntamiento, que también ha destacado que la tauromaquia se ha declarado como Patrimonio Cultural. «Pedimos respeto a la libertad de elegir y pensar», aseguran.

Video completo: https://vimeo.com/180285072

Fuentes:

¿Humillación a las víctimas del terrorismo?

Artículo 578 del Código Penal

1. El enaltecimiento o la justificación públicos de los delitos comprendidos en los artículos 572 a 577 o de quienes hayan participado en su ejecución, o la realización de actos que entrañen descrédito, menosprecio o humillación de las víctimas de los delitos terroristas o de sus familiares, se castigará con la pena de prisión de uno a tres años y multa de doce a dieciocho meses. El juez también podrá acordar en la sentencia, durante el período de tiempo que él mismo señale, alguna o algunas de las prohibiciones previstas en el artículo 57.

2. Las penas previstas en el apartado anterior se impondrán en su mitad superior cuando los hechos se hubieran llevado a cabo mediante la difusión de servicios o contenidos accesibles al público a través de medios de comunicación, internet, o por medio de servicios de comunicaciones electrónicas o mediante el uso de tecnologías de la información.

3. Cuando los hechos, a la vista de sus circunstancias, resulten idóneos para alterar gravemente la paz pública o crear un grave sentimiento de inseguridad o temor a la sociedad o parte de ella se impondrá la pena en su mitad superior, que podrá elevarse hasta la superior en grado.

4. El juez o tribunal acordará la destrucción, borrado o inutilización de los libros, archivos, documentos, artículos o cualquier otro soporte por medio del que se hubiera cometido el delito. Cuando el delito se hubiera cometido a través de tecnologías de la información y la comunicación se acordará la retirada de los contenidos.

Si los hechos se hubieran cometido a través de servicios o contenidos accesibles a través de internet o de servicios de comunicaciones electrónicas, el juez o tribunal podrá ordenar la retirada de los contenidos o servicios ilícitos. Subsidiariamente, podrá ordenar a los prestadores de servicios de alojamiento que retiren los contenidos ilícitos, a los motores de búsqueda que supriman los enlaces que apunten a ellos y a los proveedores de servicios de comunicaciones electrónicas que impidan el acceso a los contenidos o servicios ilícitos siempre que concurra alguno de los siguientes supuestos:

  • a) Cuando la medida resulte proporcionada a la gravedad de los hechos y a la relevancia de la información y necesaria para evitar su difusión.
  • b) Cuando se difundan exclusiva o preponderantemente los contenidos a los que se refieren los apartados anteriores.

5. Las medidas previstas en el apartado anterior podrán también ser acordadas por el juez instructor con carácter cautelar durante la instrucción de la causa.

Fuentes:

Acusación popular…

La acción popular en España está básicamente circunscrita al proceso penal, salvo en el caso de los delitos privados, y excluida del proceso penal militar. También cabe en distintos ámbitos sectoriales, como consumo o medio ambiente.

En los últimos años, la jurisprudencia española, en concreto el Tribunal Supremo, ha establecido dos excepciones en el procedimiento abreviado (el más habitual y el que conlleva penas menores de nueve años), bastante cuestionadas: la doctrina Botín y la doctrina Atutxa.

La primera la estableció el Supremo cuando exoneró al banquero Emilio Botín de ser juzgado en un caso de cesiones de créditos. El Tribunal establecía que si el Fiscal y la acusación particular (la víctima) no acusan, no puede prosperar el proceso y no cabe abrir juicio oral, aunque la acusación popular así lo pretenda.

La doctrina Botín se articuló en el año 2007 por parte del Tribunal Supremo en un caso en el que era parte interesada el presidente del Banco Santander, Emilio Botín. Fue en el caso de las llamadas cesiones de crédito, un producto financiero que comercializó en los años ochenta y cuyo juicio ha durado 17 años. Las cesiones de crédito eran un tipo de inversión por la que el banco traspasaba a una tercera persona el riesgo de un crédito contraído con una empresa, sin que se practicaran, en la mayoría de los casos, retenciones a los rendimientos.

Esta modalidad de contrato fue comercializado por el banco Santander entre los años 1987 y 1991 y evitaba el pago de las retenciones a Hacienda, que suponían entre el 20 y el 25 por ciento de los rendimientos.  Rafael  Pérez Escolar, uno de los accionistas del Banco Santander que ejerció la acusación particular durante este tiempo, murió en septiembre del 2007, con lo que la causa se quedó sin acusación, dado que el fiscal, es decir, el Estado, decidió no intervenir. Se produjo allí la circunstancia de que sólo podía continuar la causa bajo la acusación popular.

Entonces, el Tribunal Supremo español decidió que, si no existe acusación del Estado o particular, no hay causa, es decir, que la acusación popular no es suficiente para iniciar, o continuar, un litigio.

Por tanto, en los delitos como el de blanqueo de capitales, la prevaricación, el perjudicado por el delito es el Estado, siendo sus representantes los Abogados del Estado. Preceptiva, además, es la intervención del Ministerio Fiscal. Esto lo que conlleva es que sean ellos los que deban llevar la iniciativa en la acusación del delito, según la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo. Si ellos desisten de la acción, la acusación popular carece de sentido.

Poco después, el Supremo volvió a hacer una excepción que matizaba la anterior doctrina. El ex presidente del Parlamento Vasco, Juan María Atutxa, fue condenado por el Supremo por un delito de desobediencia a la autoridad judicial por no disolver el grupo parlamentario Sozialista Abertzaleak. La defensa confiaba en la doctrina Botín, pero el Supremo estableció que ésta sólo era aplicable con delitos que dañaran a alguien concreto. Como era un caso de desobediencia y éste es contra los intereses colectivos, podía prosperar aunque sólo fuera con la acusación popular: es la conocida desde entonces como doctrina Atutxa.

Fuentes:

Proactiva Open Arms (Astral)…

Hola,

Quería compartir lo que estamos sintiendo con mis compañer@s. Es muy reconfortante hacer esto. Cada día ves cosas que sobrecogen, pero te vas haciendo un escudo. Nos hemos ganado buena fama en la zona. Hoy nos tiramos 2 veces hasta los 200 metros a enganchar a gente que se cae de la patera y no sabe nadar. En el último lo pillamos en las ultimas, ya no nadaba, iba sin chaleco y con chaqueta, tejanos, bambas, todo empapado. Tengo unos compañeros máquinas, hoy dos nadaron hasta una barca a 200 metros a la deriva, se subieron, les arrancaron el motor y los trajeron a la costa. Nos ven organizados y trabajamos a una, nadie entra al agua, solo nosotros, somos los únicos realizando el trabajo de “lifeguards”, así nos llaman, y me llena de orgullo.

Estamos recibiendo un reconocimiento de la gente de la zona que no lo he vivido en 10 años de profesión. Nos paran constantemente, nos felicitan y nos tratan con muchísimo respeto y admiración. Cómo me gustaría que lo hicieran en nuestras playas…no exagero, es muy fuerte. Cada día hay rescates y es un no parar, Por las noches hablamos de lo ocurrido y somos conscientes de que la satisfacción de hoy se puede convertir en la impotencia mañana porque vuelque una barca y caigan 50 al agua, entre ellos bebés y niños.

Ojalá pudiéramos tener a nuestros compañeros de las playas aquí, un montón de socorristas. Estoy seguro que de podríamos con todos, no me cabe duda. De momento somos cuatro y hacemos hasta donde llegamos. Estamos agradecidos de que los que os habéis quedado en Península e islas pencando nos estáis dando la oportunidad de ayudar aquí. No os vamos a fallar, tenedlo claro.

proactiva-open-arms

Estoy contento de estar aquí ayudando, la gente te da las gracias de muchas maneras, a veces con la mirada en el agua, cuando los pillas que se están hundiendo y no pueden ni hablar. Decirles” tranquilo ya estoy aquí “te hace estallar el corazón….que sensación… Abuelos como el mío de 85 años te besan la mano cuando los sacas de la barca, es un gesto sincero y universal de agradecimiento, no tiene palabras. O como te ruega una madre que saques a su bebé de allí y te lo entrega sin pensarlo…Es muy fuerte y no hay palabras para describir esas miradas de gente que tiene el miedo grabado en ellas. Vienen de una guerra, de que hayan matado a parte de su familia en el camino de huida, y ven en ti ayuda, esperanza y la bienvenida a Europa, una oportunidad para empezar. Veremos cómo les trata esta nueva vida.

Fuentes:

Niño refugiado…

RefugiadoNiño, ¡quieto! Quieto, ¡quieto! No patalees, no luches, la cagaste, has jugado al juego de mantenerte a flote como podría haberlo hecho una piedra y ahora estás a más profundidad que esa mochila que soltaste para que no te arrastrara a ti. Tu plan de agitar los bracitos en el agua no era del todo malo, la verdad sea dicha: por aquí se ven muertos mucho más absurdos, como esos barbudos que activan el cinturón de bombas y caen a mis calderas convencidos de que los mandan a un puticlub. Piden vírgenes lascivas y yo me río y les pregunto con qué pensaban ayudar a una virgen a dejar de serlo si acaban de volarse la herramienta, ¡ja, ja!

¿No te ríes? Al menos deja de poner esa mueca de agonía. Llevabas un buen rato tragando agua, así que ahora no tiene sentido que intentes respirar. ¿Quieres que te diga cuándo la fastidiaste? Intentando ayudar a tu mamá. Si la hubieras dejado ahogarse tranquila, posiblemente habrías aguantado un poco más. Además, para qué tanta batalla: ella tampoco se salvó.

Pero no empieces a gimotear otra vez, ya sé que eres un niño. Con estos ojos puedo verte ahora esa cara amoratada del mismo modo que te vi con el rostro enrojecido el día de tu nacimiento. Sé que te llamaste Ahmed Ben-Asel. Sé que te alumbraron en 2011 en Homs, ciudad de la que no quedan más que escombros, y que desde que tienes memoria has atravesado la guerra en un peregrinaje. Sé que sabes mejor que Job lo que significa soportar un número infinito de putadas, y sé que no te permitías llorar, porque eso deprimía a tu mamá. Míralo por el lado bueno: donde está ahora no te oye llorar, pero si lo hiciera, tampoco podría deprimirse.

También sé que te preguntas qué has hecho tan mal como para acabar aquí. Los soldados mataron a tu padre delante de tus narices pero no soñabas con la venganza. Tus vecinos lo habían delatado y no les dijiste a sus verdugos dónde se escondían, aunque quizás te guste saber que lo acabaron encontrando. Te mantuviste junto a tu madre, y no desesperaste delante de los kilómetros ni en la barca en la que os echasteis al mar. Y sin embargo, aquí estás, donde arden por toda la eternidad las almas de los que te dejaron morir.

Tú vas a estar poco tiempo, así que deja de hacer hipótesis: no te han condenado por esconder esa patata hervida para comértela cuando estuvieras solo. Que sepas que tu madre sabía perfectamente qué era ese bulto de tus pantalones. Guardarse una patata no es como otros robos. Mereces el cielo como todos los inocentes que has visto morir. Precisamente por exceso de admisiones tengo que encomendarte una misión.

Los círculos de Dante, del más bajo al más alto, están colapsados por culpa del lío que habéis montado tú y tu puñetera gente. No hay día que cesen las riadas de almas infelices reclamando su plaza: inocentes como tú abarrotan las puertas celestiales y los condenados se agolpan ante las torturas luciferales, y eso que por aquí no somos tan mirados como los europeos a la hora de acoger.

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Plan Bolonia – Estrategia universidad 2015…

Estrategia universidadAlgunas Juntas de Facultad de las universidades públicas han comenzado el curso con una inquietud. La normativa dice que las facultades podrán autorizar o no a que cuatro artículos publicados en revistas “científicas” puedan ser presentados como una tesis doctoral. Como los artículos pueden venir firmados por varios autores, una misma publicación podría equivaler así no a una, sino a seis o siete cuartas partes de una tesis doctoral. Algunos profesores se han rasgado las vestiduras ante lo que consideran un despropósito, recordando cosas muy elementales en el mundo académico de antaño (es decir, en el mundo, digamos, ‘pre-Bolonia’): un doctor es la autoridad académica más alta que existe. La única palabra que en la Universidad vale más que la palabra de un doctor es la palabra de dos o más doctores discutiendo entre sí en público (no en el salón de su casa). Y de hecho, la columna vertebral de una universidad debería ser la continua discusión de los doctores entre sí. Por eso, no se accede al grado de doctor más que enfrentándose a un tribunal de otros cinco doctores, en un acto público en el que puede entrar cualquier ciudadano que pase por ahí. Por mi parte, yo ya estoy hastiado de estrellarme contra una pared intentando argumentar que todas estas cosas tienen sentido -y es más, que si se suprimen se acaba sin más con la esencia de la universidad pública-.

Durante todos los años de lucha contra Bolonia, se demostró que los argumentos de Humboldt o de Hegel no valían un pimiento frente a la estrategia retórica de los reformadores: como las cátedras están corruptas, suprimamos las cátedras (o todas sus funciones); como los tribunales están amañados, suprimamos los tribunales (y con ello el carácter público de las comisiones); como los funcionarios a veces hacen el vago, flexibilicemos la plantilla y generalicemos la precariedad en la Universidad. Por ese camino, las estructuras universitarias se han ido desmoronando y con ellas el presupuesto para mantenerlas, de modo que si este invierno nos quedamos sin calefacción se argumentará que es lógico, porque las tuberías estaban tan corrompidas como las cátedras, los tribunales y los funcionarios. Es repugnante ver que algunos catedráticos, como Félix de Azúa, desde su prestigiosa atalaya mediática, haya aplaudido esta demolición de la Universidad pública argumentando que en ella todo es endogamia, incesto, ignorancia y corrupción (todo menos, curiosamente, el propio Félix de Azúa y algunos otros como él que debieron llegar a catedráticos por derecho divino sin incesto ni endogamia). Eso sin contar con que, encima, ha sido ahí donde nació Podemos. Para gente como Antonio Elorza, habría valido la pena volar todo el campus de Somosaguas con tal de impedir una cosa así.

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Refugiados de la Guerra Civil Siria…

Niño sirioPara mediados de 2013, se estimó que más de 2 000 000 de personas habían escapado de Siria a otras naciones, de las cuales 1 800 000 lo hicieron sólo en el año 2013 y sin tomar en cuenta que todos los días 6000 sirios más huyen de su país. Los civiles han debido huir desesperadamente de sus hogares para salvarse de morir en la guerra y el 50 % de los refugiados son niños menores de 18 años.

Los países vecinos de Siria, al ser más accesibles, son los más ocupados por los inmigrantes civiles. Jordania, ElNiño sirio 2 Líbano y Turquía, ostentan la mayor tasa de refugiados sirios en sus tierras, albergando no menos de 400 000 personas cada uno. Naciones como Irak, Egipto y muchos países del Norte de África, también se encuentran con un gran número de refugiados sirios en su territorio. El número de refugiados sirios en El Líbano llega a más de 700 000 personas, lo que representa el 20 % de la población libanesa, impactando a la comunidad internacional. Jordania, en tanto, ha acogido a 520 000 sirios y Turquía a 460 000, haciendo que estas naciones se involucren cada vez más en la guerra civil de su nación vecina. Otros desplazados se han podido ver en Irak, donde han llegado 120 000 sirios y en Egipto, donde han llegado cerca de 110 000.

En el caso de los desplazados interiores, se estima que cerca de 4 500 000 personas se encuentran refugiadas dentro del territorio sirio.

Las imágenes satelitales confirmaron que los primeros campos sirios aparecieron en Turquía en julio de 2011, poco después de que las ciudades de Deraa, Homs y Hama fueran sitiadas.

Fuente: https://es.wikipedia.org

El sonido de la tauromaquia…

TauromaquiaTestimonio de un técnico de sonido de televisión encargado de las retransmisiones de toros:

En mi caso, que me ha tocado llevar el sonido en alguna retransmisión, siempre he comentado que, si en lugar de la mezcla de sonido de la banda de música, aplausos, bravos, olessss y demás… el sonido fuera el que capta el Sennheiser 816 (micrófono que capta a gran distancia y buena calidad) a pie de ruedo, donde se escucha perfectamente el sonido de la banderillas al entrar en la piel, los mugidos de dolor que da el animal a cada tortura a la que se somete… y además lo acompañáramos de primeros planos de las heridas que lleva, de los coágulos como la palma de una mano, de la sangre que le brota acompasada al latir del corazón o la mirada que pone en animal antes de que le den la estocada final, creo que el 90% apagaría el televisor al presenciar semejante carnicería a ritmo de pasodoble.

Yo, personalmente pedí el dejar de hacer ese tipo de trabajo, precisamente un día que en Castellón me tocó estar en el callejón y me cabreé mucho al escuchar a un toro, al cual el torero falló cuatro veces con el estoque y harto de escuchar al pobre animal me quité los auriculares… No tuve bastante, que mientras agonizaba, escupía, se ahogaba en su sangre, se vino a morir justo pegado a mí, apoyado sobre las maderas mientras daba espasmos y su mirada ensangrentada y con lágrimas, sí lágrimas, sean o no sean de dolor, se cruzó con la mía y no nos la perdimos hasta que un inútil … falló dos veces con el descabello, al que le dije de todo.

Ahí acabó mi temporada torera de por vida.

Son sentimientos personales y lo mas probable es que a un amante de “la fiesta” le parezca ridículo, pero para mí, más ridículo es cuando después de semejante carnicería, giras la vista al público y los ves allí aplaudiendo, comiendo su bocata sin inmutarse, ni habiendo visto y oído lo que yo.

Fuente: http://iniciativadebate.org

Sucesos de Vitoria…

Sucesos_VitoriaHoy me he tomado fiesta, he salido de Madrid a primera hora. Mi mujer se ha quedado en la cama, me ha dado un beso y se ha dado la vuelta. Aún le quedaban un par de horas de almohada y no las quería desaprovechar.

Por el camino he tenido que responder a varias llamadas. Mi secretaria se ha levantado pronto al parecer. Tenía que cuadrarme la agenda para la semana. Vienen los de Dubai a cerrar la instalación de la planta de gasificación. Tengo a gran parte de mi departamento trabajando en ello, metiendo horas extras para acabar el proyecto.

Mi padre me ha vuelto a llamar, aún no se cree que hoy vaya a ir, ya que hace muchos años que no lo hago, pero hoy es más necesario que nunca que esté con él, que sepa que su vida en aquellos duros años tuvo sentido, y que su hermano no murió para nada, aunque sean muy pocos los que se acuerdan de él. Hoy honrar su memoria recobra todo el sentido del mundo.

He parado a tomar un café en Burgos. Siento frío en el cuello. Me he acostumbrado tanto a llevar corbata que para mi ya es casi como una bufanda, me siento raro, se me agolpan recuerdos de mi niñez. 39 años ya desde aquel 3 de marzo de 1976. Yo tenía apenas 11 años. Aún recuerdo el ruido, los gritos, las carreras.

Paso por Briviesca y los sonidos me golpean la cabeza. Ruidos de disparos, en ráfagas. El olor picante de los botes de humos. Éramos unos niños cuando mi madre nos sacó de la iglesia de San Francisco, agarrados mi hermano y yo de su mano. Nos arrastró entre la multitud que huía aterrorizada de la policía, de los grises.

Recuerdo perfectamente a mi madre, sujetándonos por los hombros, protegiéndonos con su cuerpo, atravesando el cordón policial, mientras recibía porrazos sin piedad por parte de aquellos policías, con los ojos enrojecidos por el odio. Llegamos a casa y mi madre me pidió que cuidara de mi hermano, mientras se metía en su cuarto. Andoni lloraba de miedo, y mi padre no aparecía.

Si hay algo que siempre me ha marcado es la imagen de mi madre semidesnuda, de espaldas, sentada en la cama, con varios hematomas cruzándole la espalda, cuando entré a ver qué pasaba en su cuarto. Me quedé parado en la puerta, escuchando cómo lloraba por el dolor y la preocupación de no saber nada de su marido.

Mi padre había sido detenido. No le habían llevado a los calabozos, no. Simplemente le habían metido en una furgona de la policía. Apalizado, y tirado a la calle como un perro. Cuando llegó a casa nos dijo que antes de ser detenido había visto el cuerpo de su hermano en el suelo, sangrando. Más tarde nos enteraríamos de que había muerto por los disparos de la policía.

Yo fui a la universidad pública, a Bilbao. Estudié ingeniería, y progresé. Ahora dirijo un departamento de ingeniería muy potente en una gran empresa en Madrid. Me casé y tengo dos hijos, como tuvo mi padre. Yo no he tenido las penurias de mi padre para sacar adelante a mi familia.

Pero después de muchos años me he dado cuenta que si he logrado una vida desahogada dentro de esta maldita crisis ha sido gracias a gente como mi padre o como mi tío, que dio su vida por un futuro mejor para sus hijos. Hoy es más necesario que nunca que acompañe a mi padre al ritual que año tras año hace en Vitoria, de rendir homenaje a su hermano y a todos los que como él consiguieron un mundo mejor para sus hijos.

Hoy es especial porque todo aquello que creía consolidado se está derrumbando, y estamos volviendo a esos tiempos duros de mi padre, en los que tuvo que luchar duro, poniendo en peligro su vida, para conseguirnos un futuro mejor, un futuro que ya no está asegurado para nuestros hijos por culpa de quienes con la excusa del olvido repiten los patrones del pasado.

Y aquí estoy, hablando con mi padre, tomando un café después de la concentración, hablando de sus nietos. Me agradece que haya venido, pero realmente el que debo estar agradecido soy yo, Y ahora tengo la responsabilidad de luchar para que mis hijos tengan las oportunidades que mi padre logró para mí.

Fuente: http://relatocuentos.blogspot.com.es