El dinero compra felicidad…

El dinero no compra la felicidad pero el dinero compra felicidad. Marginalmente. La utilidad presenta un rendimiento decreciente. Los primeros mil euros tienen un mayor impacto que los mil siguientes. La curva se aplana a partir de los 50.000 anuales, ganar un euro extra allí no repercute significativamente en tu bienestar.

Mi primera intuición es que no ahorres cuando eres joven. Gástatelo todo en viajes. Un Interrail a los 18 reporta mayor felicidad que un viaje a los 50 por todo lo alto. Los lonchafinistas citan el interés compuesto. Que disfruten de su millón en el geriátrico.

Las experiencias funcionan en una escala binaria. El acceso al televisor marca la diferencia, no su tamaño. Tu vida se parece más a la de Buffett que a la de un pobre en la India. 30.000 euros te separan del joven de Bangladesh. 104.000 millones te separan del abuelo de Omaha. A pesar de la abismal distancia, la brecha es infinitamente mayor en los 30.000 iniciales. «Tengo una pantalla más grande para ver el mismo partido de baloncesto». Buffett hacía también la broma del jet privado. Es más cómodo (¡incremento marginal!) pero no representa un cambio de paradigma. Llevar la electricidad a esas chabolas sí les cambia la vida.

Son muchas las trampas en la sociedad desarrollada, pero debes plantearte cuándo será suficiente. Si estás cerca de los 50.000, pregúntate el coste de oportunidad (¿menos tiempo con tu hijo?) de ganar ese euro extra. ¿A qué estás renunciado para subir un peldaño? Identifica ex ante el punto en el que dejar de competir y recuerda que no hay tal cosa como un almuerzo gratis. Qué puedes comprar con cada euro que ganas y qué dejas de hacer con cada minuto que pierdes.

Tienes que escoger y no es fácil con tantas opciones. La oferta infinita (¡Tinder!) sabotea tu felicidad. Se complica la elección y, más jodido, condiciona tu experiencia. Por muy contento que estés, sientes que te estás perdiendo algo, sientes que existe algo mejor allí fuera, esperándote. Seguí por Eurosport el partido de Nadal contra Djokovic, después de pelear la noche antes por una entrada. Que no alcanzara ese objetivo me impidió disfrutar en plenitud del duelo. Era consciente que, con un poco de suerte, yo podía estar en ese estadio, en la majestuosa Philippe Chatrier, con todo el glamour de Roland Garros. Peor te sientes cuanto más cerca te quedas. La demencial paradoja es que sería más feliz si fuera inalcanzable.

Fuente: https://joantubau.substack.com

El día «D-día»…

Hay un día al año en el que el 99% de la población mundial recibe la luz del sol al mismo tiempo. ¡Es hoy! Este 8 de julio es especial por un hecho insólito: a las 11:15 UTC (13:15 hora de Madrid) resulta que para más del 99% de la población mundial será «de día». Parece casi imposible pero atentos, porque en esencia el dato es correcto.

 

Ocurre el 8 de julio a las 11:15 UTC. No es que ocurra solo hoy: ocurre cada 8 de julio, cada año, a las 11:15 UTC (equivale a las 13:15 CEST, es decir, la hora en España peninsular, por ejemplo).

Es «de día» para 7.700 millones de personas. Los responsables de TimeAndDate han realizado algunos cálculos y a esa hora revelaban que solo será de noche para unos 80 millones de personas —la mayoría, en Australia—. 7.700 millones de seres humanos —el 99% de nosotros— estarán entre lo que entendemos como el amanecer y el anochecer.

 

Crepúsculo astronómico… Casi 257 de millones de personas, eso sí, probablemente no piensen que «es de día» porque residen en «el borde más externo de las zonas crepusculares, dentro de la fase crepuscular más oscura llamada crepúsculo astronómico». En esa zona el Sol se encuentra entre 12 y 18º por debajo del horizonte, y en ese ángulo «la luz solar indirecta se vuelve tan fina que suele ser indiscernible a simple vista». Ese tipo de luz solo es percibida por ejemplo cuando los astrónomos tratan de observar cuerpos celestes que emiten luz muy débil: es entonces cuando necesitan oscuridad total y cielos totalmente limpios, y ese tipo de luz crepuscular puede perjudicar esas observaciones.

… y crepúsculo náutico. Pero es que además otros 443 millones de personas también pensarán que es de noche porque incluso en la siguiente zona crepuscular, llamada «crepúsculo náutico», el sol está entre 6 y 12º por debajo del horizonte y su luz tampoco es fácilmente discernible. Por ejemplo en zonas urbanas, donde se concentran la mayoría de las personas, la contaminación lumínica puede acabar «tapando» el tenue resplandor del Sol.

El porcentaje real se acerca más al 93%. Teniendo todo esto en cuenta, el porcentaje de población que percibe esa luz solar es algo menor. Aún así es impresionante y cerca del 93% de la población mundial sí «pensará» que es de día: unos 7.205 millones de personas en total.

¿Qué pasa con el solsticio de junio? El solsticio de verano (o de junio) es el día más largo del año en el hemisferio septentrional. Este año se produjo el 21 de junio (también a las 11:15 UTC, que es el momento «perfecto» en ambos casos) y uno pensaría que sería entonces cuando más personas percibirían que es de día. Según TimeAndZone eso es cierto si dejamos fuera esas zonas crepusculares astronómica y náutica que no perciben que es de día.

Si tenemos eso en cuenta, el solsticio de verano gana, pero por poco: 7.218,8 millones de personas percibirían que es de día en el solsticio de junio frente a los 7.204,9 millones que lo harán hoy, 8 de julio, a las 11:15 UTC. Sea como fuere, la fecha de hoy es desde luego singular, y ciertamente sería interesante darle algún nombre especial para reflejarlo.

Fuente: https://www.xataka.com