Jerarquía automovilística…
Fuente y ampliación: www.motorpasion.com
El conocimiento nos hace libres…
Todo lo relacionado con el mundo del motor.
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NIVEL VERDE
-Es cuando comienza a nevar.
-Prohibido pasar de 100 km/h. en Autopistas y Autovías. En el resto de carreteras no se puede superar los 80 km/h.
-Los camiones tienen que circular por el carril derecho y no pueden adelantar.
-Evitar los puertos de montaña.NIVEL AMARILLO
-La carretera comienza a cubrirse o está parcialmente cubierta de nieve.
-Los camiones tienen prohibido circular.
-Los turismos y autobuses no deben pasar de 60 km/h.
-Evitar las maniobras bruscas.
-En las curvas y en los descensos disminuir más la velocidad.NIVEL ROJO
-La carretera está cubierta de nieve.
-Se prohíbe circular a vehículos articulados, camiones y autobuses.
-Sólo se permite circular con cadenas o neumáticos de invierno a 30 km/h..
-No adelantes a un vehículo inmovilizado si no estás totalmente seguro de poder continuar.NIVEL NEGRO
-Hay mucho espesor de nieve en la calzada.
-Con este nivel está prohibida la circulación.
-Alto riesgo de quedarse inmovilizado.
-Si te quedas bloqueado, usa la calefacción y no salgas del vehículo si no hay un refugio.
-Para no obstaculizar la vía (por ejemplo al quitanieves), deja el vehículo lo más orillado posible.
Fuente: www.lavanguardia.com
Muchas veces hemos escuchado que un coche tiene por ejemplo 115 caballos o que tal persona paga más que otro de impuesto de circulación por tener más caballos fiscales y sin tener la menor idea de por qué nombramos constantemente la palabra “caballo”.
La razón de ello empieza cuando en 1769 el inglés James Watt, decide comparar la potencia de su máquina de vapor con la del medio de trabajo más utilizado por entonces: la fuerza animal.
Para ello realizo una serie de pruebas y cálculos con una rueda de carga en una mina, observando que los caballos la hacían girar 144 veces en una hora. Tras varios cálculos notó que el caballo empujaba con una fuerza de 180 libras, por ello calculó que un caballo podía levantar una masa de 33.000 lb de agua a una altura de un pie en un minuto.
Así nació el primer nombre que tuvo la unidad de potencia, horsepower (traducido como caballo de fuerza o caballo de potencia), y de símbolo HP. Era sencillo de entender, si un máquina desarrollaba 3 HP, quería decir que podía realizar el trabajo de tres equinos sin los problemas que éstos originarían, pero con el problema de que no en todas las naciones se respetaba las unidades de medida, entendiendo que en ciertos lugares una libra de peso o un pie de longitud era diferentes que en otras zonas.
Tiempo después, ya con la Revolución Francesa encima y con un Sistema Métrico Decimal ya respetado por la gran mayoría de naciones, se decidió buscar una unidad de potencia semejante a la anglosajona pero sin utilizar unidades decimales. La nueva unidad de potencia se llamó ‘le cheval au vapeur’, el caballo de vapor (CV), definido como la potencia necesaria para elevar verticalmente un cuerpo de 75 kg de masa, a 1 m de altura en tan solo 1 s, teniendo la siguiente relación entre HP y CV:
1 CV = 0,9863 HP
1 HP = 1,0138 CV
En los países anglosajones se sigue utilizando el HP, por lo que cuando se habla de los caballos de un coche, conviene especificar si son HP o CV. Porque no valen lo mismo, puede que la diferencia sea mínima, pero no es la misma.
Lo único que queda es pagar por él y aquí es donde viene el concepto Caballo Fiscal. Se entiende como una carga impositiva relacionada directamente con la cilindrada del coche, el nº de cilindros y si el motor es de dos o cuatro tiempos.
Pf = Potencia fiscal
T = 0,08 para motores de cuatro tiempos y 0,11 para motores de dos tiempos
C = Cilindrada en cm³N = Número de cilindros
Me acabo de sacar el carné de conducir. Tengo 18 años. Normalmente hago deporte. Buena salud. Juventud. Buenos reflejos. Y recibo mi primer coche.
Comprado con sacrificio de mis padres, para que su hijo aprenda a conducir. Comprado con el fruto de mi trabajo. Comprado con el fruto de mis ahorros. ¡Qué más da! Lo único que importa, es que tengo coche.
He visto tres o cuatro páginas de internet, donde hablan de coches. Modelos, cómo conducir, circuitos… y me han gustado mucho.
Se suben amigos míos. Quiero demostrar todo lo que soy capaz de hacer al volante, y la gran injusticia que es, que un tal Fernando Alonso esté compitiendo en una Fórmula 1, y nadie se haya fijado en mí, que seguro lo puedo hacer infinitamente mejor.
Arranco picando rueda. Que mejor forma de demostrar todo lo que sé, que con mucha velocidad. Además.. ¡ya tengo el carné! Poseerlo me da derecho a correr.
Giro el volante bruscamente. Puedo conducir de mil y una formas distintas, y domino todas ellas. ¡Lo he leído en el Internés! Voy de lado a lado, adelanto a la gente como quiero, y todos ellos, me miran. Me admiran. Es envidia la que me tienen. No controlan como yo. Ahora es cuando la gente se da cuenta de la gran injusticia de Alonso y no yo. Por fin me doy a conocer.
¿Qué mejor forma de demostrar todo lo que se, que perdiendo el control de mi coche para luego volver a controlarlo? Mis amigos se asustarán, y luego dirán: Eh tío. Que pasote. Como flipas ¿no?. Tú si que sabes conducir. Lo tuyo no se aprende.
Freno y acelero de forma brusca, tiro de freno de mano en las curvas, como ya he leído. El coche resbala que da gusto. Mis amigos no dejan de sorprenderse, de reirse, de flipar conmigo. Pero yo tengo que ser serio. Demostrando que esto, no es nada nuevo para mí.
Entramos en la carretera. Veo un coche que sale de un camino en mi carril. ¿Pero que hace ese gilipollas? Justo cuando tengo la intención de adelantarle empieza a acelerar. Eso no es incorporarse a una vía. Eso es vacilarme. ME ESTÁ RETANDO.
El vídeo que tienes a continuación aparte de para asustar sirve para darse cuenta de lo que significa rodar a altísimas velocidades por una autovía abierta al tráfico. La diferencia con los coches que circulan a 150 km/h por la misma es tan grande que el impertérrito conductor que grababa la escena se queda sin saber que decir en cuanto el Corvette Z06 le pasa a más de 300 km/h a escasos metros de su posición. El zumbido es atronador, tiene que ser una sensación única.
No se indica pero es muy probable que la grabación esté hecha en una autobahn alemana en la que no hay límites de velocidad, por lo que este hecho no incurriría en delito, y aunque no fuera en un tramo sin limitación, ¡a ver quien es el guapo que coge la matrícula! Disfrutad de la secuencia porque pasa muy rápido.
Fuente: www.motorsemanal.es
De nuevo vía errellana nos llega otro interesante artículo del mundo del motor, esta vez una completa explicación del montaje y funcionamiento de un motor de gasolina basándose en un vídeo-animación, detallando cada paso:
Lo primero de todo es señalar que este es un motor de gasolina de ciclo Otto (es decir, un motor de combustión interna con 4 fases: admisión, compresión, explosión y escape). Un motor de ciclo diésel funciona de otra manera y con otras características diferentes.
Bien, pues con todo esto detallemos lo que vemos. Lo primero es el bloque motor, al que se le añade el cigüeñal con los cilindros. La rueda dentada que aparece a continuación es el volante motor, que ayuda a dar continuidad al giro del motor. Por debajo se colocan los apoyos del cigüeñal.
Continue reading «Montaje y funcionamiento de un motor de 4 tiempos (4T)» →
Con el puente como excusa de que más menos todo el mundo coge el coche llega esta explicación del funcionamiento de un motor de 2 tiempos, con vídeo incluido, de la mano, como no, de errellana:
Describamos las partes porque será necesario para entenderlo bien. Tenemos el pistón con su eje por debajo dividido en dos trozos antes de llegar a lo que sería el cigüeñal. En la parte inferior derecha tenemos la entrada de la mezcla (aire y gasolina) regulada por una pestaña. A continuación y subiendo tenemos un canal cuya función es comunicar la parte inferior del cilindro con la superior (a partir de ahora canal de comunicación). Y finalmente tenemos el canal de escape, similar al de un motor de 4 tiempos.
Ya que estamos puestos en vídeos aprovechemos para asomar al interior de un cilindro de un motor de cuatro tiempos… ¡en funcionamiento!, gracias a este vídeo que llega vía errellana:
Para ampliar información sobre el motor de cuatro tiempos es muy recomendable el artículo de wikipedia, el cual tiene un dibujo esquemático animado que ayuda a comprender su funcionamiento.
Llevaba tiempo detrás del funcionamiento de la dichosa palanquita del retrovisor interior del coche, y aquí nos llega la respuesta al enigma vía Curioso Pero Inútil:
Cuando la luz llega a un espejo normal no vemos uno sino varios reflejos: los dos principales son el de la luz que rebota directamente en el vidrio del espejo y el primer reflejo propiamente dicho, que atraviesa el vidrio, llega a la superficie plateada del fondo del espejo y vuelve a salir (éste es el reflejo principal de un espejo). Hay más reflejos, pero no son importantes para entender los retrovisores.
En efecto, el mecanismo de un espejo retrovisor de coche está basado en los múltiples reflejos que pueden verse cuando la superficie reflectante está cubierta por un cristal (un vidrio). Sin embargo, la gran diferencia entre un retrovisor y un espejo normal es que ¡en el retrovisor el vidrio y la superficie reflectante no son paralelos!
Y en los nuevos modelos en los cuales no hay palanquita y se oscurece solo…¿Como funcionan?
Se basan en una lámina de óxido metálico (Níquel, Silicio, Wolframio, Aluminio) que, dependiendo del voltaje que le apliques, modifica su reflectancia.
Además, llevan, fuera del “espejo», (en el marco del retrovisor, habitualmente) un sensor de luz (un simple fotodiodo, supongo). Si el sensor de luz “nota» que se ha superado cierto nivel, le mete un voltaje al óxido metálico del interior del espejo y éste refleja algo menos. Resultado: el brillo en el espejo baja. ¿Que sube aún más el estímulo luminoso del coche de detrás? Más voltaje, menos reflectancia todavía, y tú sigues sin deslumbrarte.
Como ampliación, recomendable este artículo acerca de los espejos de las salas de interrogatorios.
No sé si alguna vez os habrá llevado el coche la grúa, a mí por desgracia sí, y lo primero que hace uno después de poner cara de tonto es salir disparado al depósito de coches a reclamarlo.
Este sería el caso de una persona cualquiera, pero…y si tenéis tanto dinero que el que te lleven el coche equivaldría en el mundo de los «terrenales» por ejemplo a dejarte olvidadas las gafas de sol en una cafetería y decidir que no merece la pena volver a por ellas. Y peor aún, ¿y si el coche se tratase de un pedazo de Maserati?
Pues la historia es completamente real, os presento al supermillonario Bertrand des Pallieres.
Pues como dice el título, ahí queda el vídeo de esta maravilla de 1001 caballos vista en Madrid, en el Hotel Ritz, como no podía ser de otra manera:
NOTA: A la persona que habla en la grabación se le fue un poco la mano, tiene 8000cc y no 16000cc, pero claro, la emoción de tener uno delante… 🙂
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