Ilusión de la mano de goma…

Un grupo de psicólogos de Pensilvania (Estados Unidos) descubrió una ilusión curiosa, conocida como “ilusión de la mano de goma”.

Los investigadores se dieron cuenta de que si ponemos una mano de goma delante de nosotros y, a la vez, tapamos uno de nuestros brazos de manera que parezca que la mano de goma es parte de nuestro cuerpo, cuando alguien nos acaricia la mano de goma, sentiremos que nos están acariciando la mano real.

 

 

La ilusión de la mano de goma no solamente se convirtió en un truco para los ilusionistas, sino que fue un hallazgo importante porque permitió comprender cómo la vista, el tacto y la propiocepción (es decir, el sentido de la posición del cuerpo) se combinan para crear una sensación convincente de la propiedad del cuerpo, uno de los fundamentos de la autoconciencia.

Los científicos han descubierto que a mayor intensidad con las que se experimenta la ilusión de la mano de goma, por ejemplo al golpearla con fuerza, existe una mayor actividad en la en la corteza premotora y en la corteza parietal del cerebro. Estas áreas son responsables de integrar la información sensorial y de movimiento. Pero claro, no es lo mismo acariciar la mano que golpearla. Y a pesar de que los individuos que han realizado experimentos con la mano de goma son conscientes de que dicha mano no forma parte de su cuerpo, las regiones cerebrales que se activan con el miedo y la amenaza, y que corresponden a la huida, también se activan más.

 

¿Qué ocurre con la mano auténtica que está escondida?

Otro hallazgo interesante es el que fue llevado a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Oxford, que quisieron saber qué le ocurre a la mano que se esconde durante el experimento. Si el cerebro reacciona a la mano de goma, ¿también reacciona a la mano que está escondida? Pues parece ser que, justo cuando el cerebro falsamente reconoce la mano de goma como suya, la temperatura de la mano auténtica, que se encuentra escondida, desciende. En cambio, el resto del cuerpo sigue siendo la misma.

Además, cuando el experimentador estimula la mano escondida, el cerebro del sujeto tarda más en responder que cuando se toca la otra mano auténtica. Estos resultados parecen demostrar que, cuando el cerebro piensa que la mano de goma es una mano auténtica, se olvida de la otra mano.

Fuente: https://psicologiaymente.com

Capitán de ascensor…

En la cultura japonesa, incluso el orden en que las personas entran en el ascensor les impone ciertas obligaciones. Por lo tanto, en tales bagatelas, los japoneses siempre tienen armonía y orden, y todos conocen tanto su papel como su lugar.

Todos han estado en esta situación: tienes que esperar a alguien que corre hacia el ascensor, pero nadie puede decidir quién sostendrá la puerta. Como resultado, la puerta se cierra, la persona no tiene tiempo. En Japón, también hay reglas para este caso. Para hacer esto, se les ocurrió un deber: el capitán del ascensor.

  • 1. Si eres el primero en entrar en un ascensor vacío, eres el capitán del ascensor.
  • 2. Como capitán del ascensor, párese junto al panel de control y mantenga presionado el botón de apertura de la puerta o las puertas hasta que todos entren en la cabina.
  • 3. Tan pronto como entre la última persona, suelte el botón de apertura de la puerta y presione inmediatamente el botón que cierra las puertas. Sosténgalo hasta que se cierren. Si alguien más quiere meterse, el procedimiento se cancela.
  • 4. Como capitán, tienes que mantener la puerta en cada piso donde se detiene el ascensor. Es necesario realizar operaciones de forma rápida y precisa, se requiere habilidad.
  • 5. Si llegas a tu piso, eres el último en salir, como un capitán de un barco. Mantienes la puerta abierta para todos hasta el final.
  • 6. Ahora la persona que está más cerca del panel de control se convierte en el capitán. El nuevo capitán sostiene la puerta hasta que el viejo sale del ascensor.

En general, si es su primera vez en Japón y no tiene suficiente experiencia (o no tiene mucha reacción), simplemente no entre primero en el ascensor y manténgase alejado de los botones.

Fuente: www.pictolic.com