Desde Dharavi, una población del área central de Mumbai (India), conocida como el mayor área tuburial de Asia nos llega esta visión, cuanto menos chocante, de uno de sus habitantes:
«¿Que necesidad tengo de disponer de un retrete propio?, cuestiona Nagamma Shilipiri, que reside en Dharavi desde hace 20 años y vive con su padre discapacitado y otros 13 parientes en dos cuartos de 14 metros cuadrados. Lógicamente, le incomoda la falta de intimidad cuando se acuclilla en la niebla matutina junto al arroyo en el hediondo retrete público extraoficial del barrio. Pero le ofende la idea de un inodoro con cisterna de uso exclusivo. Gastar toda esa agua para tan pocas personas le parece un derroche estúpido e inmoral.»
Curiosamente, y como contraste de esta situación, hace unos meses comentábamos en el blog la noticia de que se había instalado un retrete en lo alto del Mont Blanc. Sin duda algo falla.