Ya hemos hablado en anteriores ocasiones de Matt Harding, ese un norteamericano que se fue a dar la vuelta al mundo y se grabó haciendo un baile tontorrón delante de cada monumento representativo de los países que visitaba. Pues bien, tras años de espera nos deleitó en 2012 con una nueva entrega, posiblemente la más trabajada y emotiva, para hacernos ver que el mundo es un lugar más pequeño de lo que pensamos: