Escaños nobles…

Reino Unido es uno de los dos únicos países —el otro es Lesoto— con un elemento hereditario en su Parlamento.

El Parlamento británico tiene dos cámaras: la Cámara de los Comunes, cuyos miembros son elegidos directamente por los votantes de 650 distritos electorales de todo Reino Unido, y la de los Lores no electos. Durante siglos, ésta estuvo compuesta por nobles varones —pocas veces mujeres— cuyos derechos de voto eran heredados a sus hijos, junto con sus títulos aristocráticos. En la década de 1950, a ellos se unieron personas con “títulos vitalicios” —políticos retirados, líderes cívicos y otros notables— nombrados por el gobierno.

En 1999, el gobierno laborista del entonces primer ministro Tony Blair retiró a la mayoría de las más de 750 personas con títulos hereditarios de la Cámara de los Lores, aunque, para evitar una rebelión de aristócratas, se permitió la permanencia temporal de 92 de ellos.1

Un cuarto de siglo después, siguen ahí, un grupo compuesto totalmente por hombres con una edad promedio de casi 70 años. Cuando uno muere o se retira, sus pares de sangre azul votan para reemplazarlo.

Ampliación: Parlamento del Reino Unido

Fuente: www.independentespanol.com

Desierto de hielo…

Cuando pensamos en desiertos, es común imaginar grandes extensiones de arena ardiente, dunas infinitas y una atmósfera abrasadora. Sin embargo, esta imagen popular no siempre refleja la realidad.  El desierto más grande del mundo, sorprendentemente, no es el Sahara ni el Gobi. De hecho, es un lugar que muchos no asociarían con un desierto en absoluto: la Antártida.

La Antártida es el continente más frío, ventoso y seco de la Tierra y eso que está cubierto por una gruesa capa de hielo. Aún así, la Antártida cumple con la definición de desierto porque recibe menos de 200 l/m² de precipitación al año.

Con una extensión de aproximadamente 14 millones de kilómetros cuadrados, la Antártida es significativamente más grande que el Sahara, que ocupa unos 9,2 millones de kilómetros cuadrados. La enorme extensión de la Antártida y su extrema falta de humedad la convierten en el desierto más grande del planeta.

¿Por qué la Antártida es un desierto?

La clave para entender por qué la Antártida es un desierto radica en la definición climática más aceptada para considerar una determinada zona como un desierto.

Un desierto no se define solo por la temperatura, sino por la cantidad de precipitación que recibe. Para que una región se considere un desierto, debe recibir menos de 200-250 l/m² de precipitación anual.

En el caso de la Antártida, las precipitaciones son extremadamente escasas, concentrándose en la costa. En algunos sectores son inexistentes por la presencia de poderosos vientos catabáticos. Por otra parte, hay que recordar que el aire frío retiene menos humedad que el aire caliente.

Fuente: www.tiempo.com

Microgravedad en la ISS…

¿Por qué flotan los astronautas?

Seguro que mucha gente respondería a esta pregunta diciendo: «Pues porque no hay gravedad». A lo cual les respondería que es falso. En el espacio existe la misma gravedad, o casi, que en la Tierra. En esta entrada voy a intentar explicar un poco la ingravidez, gravedad cero y microgravedad. Como muchos sabréis, la gravedad en la superficie de la Tierra es de 9,81 m/s2. Éste, es un valor medio, ya que la gravedad disminuye con el cuadrado de la distancia al centro de la Tierra, por lo que la gravedad no es la misma en el ecuador que en los polos. Llegados a este punto uno podría aventurarse y concluir: «¡Ya está! Como el espacio esta muy lejos, allí la gravedad vale casi cero». Bien, el espacio está lejos, pero no tanto. Es más, no sólo la gravedad terrestre llega hasta el espacio, sino hasta la Luna y más allá!

Desde hace años. los únicos viajes realizados por los astronautas han sido a la Estación Espacial Internacional, que como mucho llega a estar a una altura de 425 km sobre la Tierra. Bien, pues si calculamos la gravedad que existe a esa altura resulta de 8,68 m/s2. ¡¡No ha variado casi nada!! Entonces… ¿por qué flotan?

La respuesta es porque siempre están cayendo. Seguro que alguna vez os habéis tirado por una de esas atracciones que te dejan caer desde muy alto, y por unos segundos flotas en el aire. Algo parecido es lo que ocurre con los astronautas. Imaginemos que estamos en lo alto de una montaña y tiramos una piedra. Ésta llega un punto. Si la tiramos más y más fuerte llegará cada vez más lejos, habrá un momento en el que la tiraremos tan tan fuerte (rápido) que la piedra dará una vuelta a la Tierra e incluso se quedará dando vueltas indefinidamente. Eso es lo que pasa con los astronautas, están en unas condiciones de velocidad y altura que están continuamente cayendo hacia el «borde de la Tierra».

No es que no sufran la gravedad, sino que están cayendo continuamente. De hecho, si así fuera, se escaparían y alejarían de la Tierra. Por ese motivo se suele hablar de microgravedad y no de gravedad cero.

Fuente: https://los-porques.blogspot.com