Circulando: ¿por la derecha, o por la izquierda?

mapa_circulacionEn la mayoría de países se circula por la derecha, pero en otros muchos se hace por la izquierda. ¿Por qué? ¿A qué se debe esta diferencia?

Para hallar el inicio de tal diferencia debemos remontarnos hasta la Edad Media, cuando por la mayoría de sendas y caminos no circulaba casi nadie y era motivo de recelo el cruzarse con un viajero en sentido contrario.

Dado que la mayoría de la población es diestra —tanto ahora como en aquellos tiempos— se prefería circular por el lado izquierdo del camino o calle para dejar a la derecha al viajero en sentido opuesto. Así éste se encontraba a mano derecha, la utilizada para empuñar las armas.

En aquellos oscuros tiempos era frecuente el verse obligado a recurrir a las armas para defenderse de un ataque, pues habían muchos salteadores de caminos y maleantes. Y de esta manera se tenía al oponente más cerca y al alcance del arma.

Así, ya se fuera a caballo, carro o carruaje se escogía el lado izquierdo del camino para circular. Igualmente se hacía si se circulaba a pie, pero con una diferencia: cuando se caminaba solo, uno lo hacía por donde le parecía, pero cuando alguien más circulaba en el mismo sentido, los peatones —que pertenecían a las capas sociales más pobres— debían ceder el lado izquierdo a los caballeros, comerciantes y demás poseedores de un medio de transporte y caminar por el derecho, debiendo apartarse ellos en el caso de cruzarse con alguien viajando en la dirección contraria.

Con el paso del tiempo se formó la idea de una conexión entre la capa social a la que se pertenecía y el lado por el que se circulaba: por la izquierda los ricos y por la derecha los pobres.

A finales del siglo XVIII la Revolución francesa puso fin a esta costumbre. Aunque la nobleza francesa no deseaba perder sus privilegios, tampoco deseaban poner en peligro sus vidas frente a la radical manera de promover la igualdad social de los revolucionarios. Así que también circularon desde entonces por la derecha.

En sus campañas militares, Napoleón Bonaparte (1769-1821), hizo que sus carruajes atravesaran toda Europa por el lado derecho de las calzadas, imponiendo así tal costumbre en todos los territorios ocupados por sus tropas.

Así se entiende que en los países europeos no ocupados por las tropas napoleónicas se siguiera circulando por la izquierda. Lo que ocurrió en Finlandia hasta 1858, año en el que cambió a circular por la derecha; o en Suecia hasta 1967; o en algunas partes de Austria hasta 1920. O lo que sigue ocurriendo en Gran Bretaña, que nunca cambió y en cuyas carreteras se sigue circulando por el lado izquierdo.

En el mapa de la ilustración se pueden ver marcados en rojo los países en los que se circula por la derecha, y en azul aquellos países en los que se circula por la izquierda: Gran Bretaña y muchos de los países de la Commonwealth, con los que comparten lazos históricos por ser antiguas colonias en las que la metrópoli impuso sus normas.

Hasta 1930, en España no había una regulación del tráfico. Barcelona circulaba por la derecha mientras Madrid lo hacía por la izquierda. En 1924 Madrid cambió a circular por la derecha, seis años antes que se oficializara la norma de circulación.

En Japón se circulaba por la izquierda tradicionalmente, pero la norma fue oficializada en 1872, cuando se construyó el primer ferrocarril con tecnología británica. En 1924 la circulación por la izquierda se convirtió en ley.

Durante la colonización de América del Norte, los británicos llevaron su norma de circulación por la izquierda. Pero, a raíz de la independencia, para llevar la contraria a los ingleses con quienes deseaban cortar todo vínculo, los independentistas empezaron a circular por la derecha con el beneplácio de los inmigrantes europeos. La norma de circulación por la derecha se firmó en Estados Unidos en 1792 y se convirtió en ley en 1804.

El 34% de la población mundial circula por la izquierda, frente al 66% que lo hace por la derecha. Según el número de kilómetros que suman las carreteras del mundo, en el 28% de ellos se conduce por la izquierda, mientras que se hace por la derecha en el 72% .

Fuente: www.sabercurioso.com

Efecto Lotus…

 

Consideremos un líquido que ha caído sobre una superficie sólida. Si el líquido es atraído fuertemente por la superficie sólida (porLotus3 ejemplo agua sobre un sólido hidrófilo) la gota se extenderá completamente por el sólido y el ángulo de contacto será aproximadamente 0º. Para los sólidos que sean menos hidrófilos el ángulo de contacto puede variar entre 0º y 30º. Si la superficie del sólido es hidrófoba el ángulo de contacto será mayor que 90º. En superficies muy hidrófobas el ángulo puede ser mayor a 150º e incluso cercano a 180º. En estos casos el agua reposa sobre la superficie pero no la moja ni tampoco se extiende sobre ellas. A algunas de estas superficies se les llama superhidrófobas y pueden ser obtenidas a partir de superficies fluoradas como el Teflon que tiene una microtextura apropiada para ello. Este efecto es denominado el efecto Lotus debido a la planta «Lotus» con hojas especiales que desarrollan esta habilidad mediante pequeñas protuberancias y que pueden ser superhidrófobas incluso con miel.

Fuentes: https://es.wikipedia.org, www.youtube.com.

Síndrome del estudiante…

ProcastinarEl síndrome del estudiante se refiere al fenómeno por el cual las personas comienzan a dedicarse seriamente a una tarea que les fue asignada solamente cuando la fecha de entrega se acerca. Más específicamente, en los primeros dos tercios del período asignado para la tarea avanzan un tercio del trabajo, y en el último tercio “aceleran” y finalizan los dos tercios restantes.

Es una forma de procrastinación, que por lo general incluye más de un plan de actuación y las intenciones de fondo son buenas y sinceras. Por ejemplo, si un estudiante (o grupo de estudiantes) se dirige a un profesor para pedirle una prórroga para algún trabajo, por lo general defenderá su solicitud sobre la base de las mejoras que sufrirá su proyecto al poder dedicarle más tiempo, con intenciones sinceras. En realidad la mayoría de los estudiantes tienen otras tareas añadidas en el momento en que tienen la firme intención de comprometerse a mejorar su proyecto. Al final, a menudo terminan en la misma situación que al principio, deseando tener más tiempo a medida que se acerca el plazo y sufren nuevos retrasos.

Su lógica puede explicarse comprendiendo el mecanismo de la memoria humana; la memoria a corto plazo se desvanece con el tiempo, y por lo tanto el estudio intensivo en el último momento permitirá que más cantidad de datos afloren y se recuerden durante el examen, a pesar de que esta circunstancia no favorece los mecanismos de la memoria a largo plazo, por lo que el rendimiento será significativamente inferior respecto al estudio programado que explota el repaso espaciado.

El síndrome del estudiante está relacionada con la Ley de Parkinson: «cuanto más tiempo tienes para realizar una tarea, más tiempo tardas en completarla».

Fuente: https://es.wikipedia.org