Días de la semana…
La palabra semana viene de septimana (siete días). La etimología de la mayoría de los días la semana tiene una gran relación con la mitología romana. Los romanos vieron una conexión entre sus dioses y el cielo de la noche que iba cambiando, según los días, así que empezaron a utilizar de manera natural los nombres de sus dioses para los planetas. Aquellos que se podían seguir con la vista en el cielo eran el Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. La Luna (Selena – Diosa de la luna, famosa por sus amores), Marte (Ares – dios de la guerra, por lo rojo como la sangre), Mercurio (Hermes – dios de los comerciantes, mensajero de los dioses, y planeta que está más cerca del sol), Júpiter (Zeus – dios padre, por ser el segundo más brillante), Venus (Afrodita – diosa de la belleza y el amor, por ser el planeta más brillante), y Saturno (Cronos – dios del tiempo, por ser el más lento).
En español se mantienen los nombres planetarios en los cinco días de la semana. Estos cinco días cuyos nombres terminan en -es una abreviación del latín para decir la palabra «día” dies. De este modo, lunes viene de la palabra luna y la conexión planetaria se encuentra también aparente con martes (Marte), miércoles (Mercurio), jueves (Júpiter) y viernes (Venus).
Sin embargo, las palabras para designar el “sábado” y “domingo”, en español no fueron adoptadas utilizando el modelo de denominación romano. Sábado viene de la palabra de origen hebreo, que se refiere al «Sabbat», haciendo referencia al día de descanso (en la tradición judía y cristiana, Dios descansó el séptimo día de su creación).
Finalmente, Domingo tiene su origen en una palabra latina, que significa “el día del señor”. No es ninguna coincidencia que el domingo tenga una relación con el sol y con Jesús. El emperador romano Constantino adoraba a Mitra (dios del Sol), pero un día tuvo un sueño en el que vio una cruz dentro de un sol con la inscripción «vence con esto». Fue así que se declaró cristiano y dedicó el domingo como «el día del señor». También prohibió hacer trabajos manuales ese día.
Curiosidad: No hay palabras para los nombres de los días de la semana en maya ni náhuatl, pues tratándose de culturas diferentes a las europeas, las medidas de tiempo eran muy distintas y no existían meses ni semanas, aún cuando los cálculos eran mucho más precisos que los de sus contemporáneos del Viejo Mundo. Los nombres quechuas son ya adaptaciones recientes, no exactamente las que se usaban antes de la invasión europea del siglo XVI.
Fuente: http://www.aulahispanica.com
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