Carbohidratos…

Los carbohidratos de nuestra dieta se presentan en tres formas distintas: polisacáridos, disacáridos y monosacáridos:Los polisacáridos que ingerimos son de tres tipos principales: almidón de vegetales y granos de cereales, glucógeno del tejido animal y celulosa, que solo sirve como fibra para aumentar volumen, pero no se metaboliza. Estos polisacáridos (excepto la celulosa) se hidrolizan (se rompen) en la boca por medio de una reacción química realizada por una enzima presente en nuestra saliva. En el estómago, donde el medio es ácido, esta enzima se vuelve más lenta y la reacción la llevan a cabo los ácidos del estómago.

La glucosa es el principal producto de la hidrólisis del almidón y del glucógeno, y se absorbe a través de las paredes intestinales hacia la sangre, que la transporta hacia los tejidos, incluidos músculo esquelético, cerebro, corazón e hígado. Un tercio de esta glucosa se va a los músculos esquelético y cardíaco para la producción y almacenamiento de energía; cerca de otro tercio va al cerebro, cuya única fuente de energía proviene de la degradación de esta glucosa (glucólisis); y el tercio restante se va al hígado, donde se almacena como glucógeno.

Los disacáridos de la dieta incluyen la maltosa, la sacarosa (azúcar común o de mesa) y la lactosa (azúcar de la leche). La sacarosa es lo que comúnmente denominamos azúcar, y es lo que suele ser excesivamente abundante en nuestra dieta. En el sistema digestivo, por acción enzimática, la sacarosa se rompe en sus monosacáridos glucosa y fructosa que pasan al torrente sanguíneo.

La sacarosa la encontramos añadida a muchos alimentos, y la consumimos de forma aislada como edulcorante, pero además es uno de los componentes de las frutas y las verduras.

Todos los carbohidratos de la dieta (polisacáridos, disacáridos y monosacáridos) terminan degradándose a glucosa por diferentes rutas metabólicas, pero no todos estos carbohidratos se degradan en nuestro organismo con la misma eficacia y rapidez. Para evaluar esto se estudia el índice glucémico. El índice glucémico (IG) mide la cantidad de glucosa en sangre con respecto al tiempo transcurrido tras la administración del alimento comparándola con un patrón. Si un alimento presenta un alto índice glucémico implica que los carbohidratos que contiene pasan a la sangre rápidamente como glucosa. El azúcar común (sacarosa), tiene un alto índice glucémico, mientras que los carbohidratos que provienen de cereales, legumbres o vegetales, tienen un índice glucémico más bajo, igual que muchas frutas, por eso a nivel metabólico son tan diferentes, porque se convierten en glucosa mucho más despacio y no dan niveles tan altos de glucosa en sangre en períodos de tiempo cortos.

Fuente: http://dimetilsulfuro.es