Satélites geoestacionarios y geosíncronos…

A menudo estos dos términos se utilizan indistintamente, pero vale la pena precisar que no son exactamente lo mismo, y por qué. Partiendo de que el planeta Tierra no es una esfera, si no que, al encontrarse achatado por los polos tiene forma de geoide, es posible diferenciar entre ambas órbitas: geosíncrona y geoestacionaria.

Satélites geoestacionarios

Un satélite describe una órbita geoestacionaria (GEO) al orbitar en el plano ecuatorial terrestre (su latitud siempre es igual a 0º, las localizaciones de los satélites sólo varían en su longitud), con una excentricidad nula (órbita circular) y un movimiento de Oeste a Este a una altitud de 35.786 km. Desde tierra, un objeto geoestacionario parece inmóvil en el cielo debido a que su periodo orbital es igual al periodo de rotación sidéreo de la Tierra (23 horas y 56 minutos) y, por tanto, resulta la órbita de mayor interés para los operadores de satélites artificiales de comunicación y de televisión, pues para comunicarse desde tierra es suficiente una antena fija, como es el caso de las antenas de televisión satélite digital, o los teléfonos vía satélite.

Cabe mencionar que la órbita ideal geoestacionaria es única, un delgado anillo imaginario a modo de collar de perlas conformado por más de 600 satélites separados apenas una décima de grado de longitud (aproximadamente 73km) que rodea a la tierra sobre el Ecuador a casi 36 mil kilómetros sobre la superficie. La puesta en órbita de cada satélite geoestacionario requiere una cuidadosa coordinación con los operadores de satélites existentes para evitar que estén demasiado cerca, buscando también coordinar el uso de frecuencias con el fin de evitar interferencias.

Satélites en órbita geoestacionaria a lo largo del Cinturón de Clarke

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