Thomas Isidore Noël Sankara fue presidente de Burkina Faso de 1983 a 1987.
Sankara tomó el poder del entonces Alto Volta en 1983, cuando contaba con 33 años, en virtud de un golpe de Estado apoyado por grandes capas de la población. Su objetivo era eliminar la corrupción y el predominio de la expotencia colonial francesa.
Inmediatamente lanzó el programa de cambio social y económico más ambicioso jamás intentado en el continente africano. Para simbolizar esta nueva autonomía y renacimiento, renombró al país de Alto Volta a Burkina Faso —«el país de los hombres íntegros»—.
Su política exterior se centró en el antiimperialismo. Durante su gobierno trató de evitar toda la ayuda exterior, impulsando la reducción de la llamada «deuda odiosa» y nacionalizando todas las tierras y riquezas minerales, para evitar el poder y la influencia del FMI y del Banco Mundial sobre su nación. Sus políticas nacionales se centraron en prevenir la hambruna con una autosuficiencia agraria y una reforma agraria, dio prioridad a la educación con una campaña nacional de alfabetización y promovió la salud pública con la vacunación de 2,5 millones de niños contra la meningitis, la fiebre amarilla y el sarampión.
Otros componentes de su agenda nacional incluían la plantación de más de diez millones de árboles para poner fin a la creciente desertificación del Sahel, la duplicación de la producción de trigo debido a la redistribución de la tierra de los terratenientes feudales a los campesinos, la suspensión de los impuestos rurales y las rentas nacionales, y el establecimiento de un ambicioso programa de construcción de ferrocarriles y carreteras para «unir a la nación». Además, su compromiso con los derechos de la mujer lo llevó a prohibir la mutilación genital femenina, los matrimonios forzados y la poligamia. Igualmente, nombró a mujeres en altos cargos gubernamentales y las alentó a trabajar fuera de casa y a quedarse en la escuela aunque estuvieran embarazadas.
Para lograr esta transformación radical de la sociedad, incrementó cada vez más el control autoritario de la nación, prohibiendo finalmente la prensa privada, pues creyó que podrían interponerse en el camino de sus planes, o bien ser manipulados por poderosas influencias externas. Para contrarrestar su oposición en las ciudades y en los lugares de trabajo alrededor del país, también trató a los funcionarios corruptos, a los contrarrevolucionarios y a los «trabajadores perezosos» en los tribunales revolucionarios del pueblo.
Sus revolucionarios programas de autosuficiencia africana como una alternativa desafiante a las estrategias de desarrollo impuestas por Occidente, lo transformaron en un icono para muchos de los pobres de África. Sankara sigue siendo popular entre la mayoría de los ciudadanos pobres de su país. Sin embargo, sus políticas alienaron y enemistaron los intereses creados de un conjunto de grupos, que incluía a la pequeña pero potente clase media de Burkina Faso, a los dirigentes tribales, que fueron despojados del derecho tradicional de larga data con el trabajo forzoso y el pago de tributos, y por último los intereses financieros extranjeros de Francia y su aliado, Costa de Marfil.
El 15 de octubre de 1987 Sankara fue derrocado y más tarde asesinado en un golpe de Estado dirigido por Blaise Compaoré con el apoyo del gobierno francés de François Mitterrand. Una semana antes de su ejecución, Sankara declaró: «aunque los revolucionarios, como individuos, puedan ser asesinados, nunca se podrá matar sus ideas».
Otras acciones reseñables:
- Vendió la flota de Mercedes-Benz del gobierno e hizo que el Renault 5 (el automóvil más barato vendido en Burkina Faso en ese momento) fuera el vehículo oficial de los ministros.
- Redujo los sueldos de todos los funcionarios públicos, incluso el propio, prohibió el uso de chóferes del gobierno y los billetes de primera clase de avión. Al final, el sueldo que acabó cobrando fue el de capitán de uno de los ejércitos más pobres del continente africano.
- Se redistribuyó la tierra de los terratenientes feudales y se la entregó directamente a los campesinos. La producción de trigo aumentó en tan solo tres años de 1700 kg por hectárea a 3800 kg por hectárea, lo que hizo al país autosuficiente en comida.Se opuso a la ayuda exterior, diciendo que «el que te alimenta, te controla.»
- Habló con elocuencia en organizaciones como la Organización para la Unidad Africana contra la penetración neocolonialista continua de África Occidental a través del comercio y las finanzas.
- Ideó la creación de un frente unido de naciones africanas que rechacen pagar su deuda externa. Sostuvo que los pobres y explotados no tienen la obligación de devolver el dinero a los ricos y explotadores.
- En Uagadugú, Sankara convirtió una tienda de aprovisionamiento del Ejército en un supermercado de propiedad estatal abierto a todo el mundo (el primer supermercado del país).
- Obligó a los funcionarios públicos a destinar un mes de salario a los proyectos públicos.
- Se negó a instalar un sistema de aire acondicionado en el despacho presidencial, afirmando que el lujo no estaba disponible para nadie más que un puñado de burkineses.
- Como presidente, bajó su sueldo a solo 450 dólares americanos al mes y limitó sus posesiones materiales a un automóvil, cuatro bicicletas, tres guitarras, un frigorífico convencional y un congelador roto, además de la casa donde vivía con su familia.