Luces y sombras…

 

En esta bella marina nocturna, el paisajista francés Claude-Joseph Vernet (1714-1789) retrató como nadie el aspecto que adoptan las nubes a la luz de la Luna, dejándose entrever también algunas estrellas en los huecos que quedan entre ellas. A pesar de que la escena se desarrolla por la noche, el cuadro es luminoso, fruto, sin duda, de la influencia que Vernet recibió de las obras de Claudio de Lorena (1600-1682), durante su estancia en Roma. Allí se forjó como pintor de paisajes y marinas, alcanzando gracias a ello un gran reconocimiento internacional. Entre sus clientes no faltaron influyentes personajes de la época, como Isabel de Farnesio, esposa de Felipe V. Tras pasar casi dos décadas en Roma, al poco de regresar a Francia, en 1753, recibió el encargo de Luis XV de pintar una quincena de cuadros con los principales puertos franceses; una de las especialidades de la casa.

En esta escena de la costa mediterránea, al fondo del cuadro, entre brumas, en la parte del mar más iluminada, se intuye la presencia de un puerto, gracias a las arboladuras de los barcos. Los contrastes de luz en el lienzo son motivo de admiración. Hasta tres fuentes de luz –la Luna, la lumbre de la parte izquierda y la fogata de la derecha– incluye este artista barroco en el cuadro, lo que permite apreciar un sinfín de interesantes detalles. La luz de luna perfila los contornos de las nubes, generando a su vez una brillante aureola alrededor del astro. Gracias a esa luz plateada, comprobamos también cómo la superficie del mar presenta un pequeño oleaje.

Fuentes:

Author: Raiden

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.