Rosa de Jericó…

Es una planta con gran resistencia a la desecación. Sus ramas tienen la propiedad de contraerse con la sequedad, permaneciendo cerradas y secas durante muchísimos años, volviendo a abrirse con la humedad o al contacto con el agua, recobrando toda su frescura y belleza (imagen acelerada de hidratación durante 3h). 

Sus raíces son muy pequeñas y en estado latente, cuando ha pasado por un periodo seco, adquiere forma prácticamente esférica, formada por sus hojas recogidas siendo inapreciable el tamaño de las raíces que apenas sobresalen de esta formación. Por ello es fácil que el propio viento la arranque, levante y la arrastre grandes distancias, convirtiéndolas en viajeras obligadas a través de estepas y desiertos cruzando las fronteras de diversos países de Asia y diseminando sus semillas por todos ellos.

El proceso de secado y reverdecer es completamente reversible y se puede repetir muchas veces. La capacidad de la planta para hacer esto se atribuye a la presencia de trehalosa,​ un azúcar disacárido involucrado en varios mecanismos de criptobiosis. Aunque la planta rehidratada a veces se describe como la extinción de las nuevas hojas, flores y frutos, esto es discutido, en cambio, las semillas pueden germinar y brotar a veces en nuevas instalaciones al estar presente en el fruto de la planta madre muerta.

Otra planta que presenta propiedades muy similares a la Rosa de Jericó, pero en este caso nativa de América del Norte (desierto de Chihuahua) sería la Selaginella lepidophylla.

Fuente: https://es.wikipedia.org