Si alguna vez habéis tenido ocasión de preguntar a un asiático su edad, quizás os hayáis quedado extrañados por su respuesta. En países como Corea, China, Japón, Mongolia, Taiwan o Vietnam la edad de una persona se cuenta desde la concepción y no desde la fecha del alumbramiento, como lo hacemos en Occidente. Pero esto no es todo, además suman un año cada uno de enero, con el inicio del año solar, independientemente de la fecha de cumpleaños. Es decir, un bebé nacido el 1 de junio de 1990, el 1 de enero de 1991 tendría más de 2 años, mientras que en occidente el mismo contaría con 6 meses de edad. Matizar que la edad que se toma como válida para usos oficiales es la del sistema occidental.
El tema de la edad es particularmente importante para saber cómo dirigirnos a las personas con quienes hablamos. En Corea, por ejemplo, es necesario saber la edad; dependiendo de si se es hombre o mujer y de la edad que se tiene, ya sea mayor o menor respecto al hablante, se determina la formalidad de la conversación; por ello, es muy común que cuando somos presentados a una nueva persona, entre las primeras preguntas que se hacen, se encuentre este dato.