Además de los afluentes que vierten en otros ríos, existen cursos fluviales que desembocan en lagos o que se pierden bajo la tierra, como por ejemplo los cursos de agua que alimentan el lago Chad, o el Selengá y el Angará que nutren el lago Baikal, y en la Antártida varios ríos fluyen bajo el hielo, quizá alimentando al misterioso y subterráneo lago Vostok, entre otros ejemplos de cuencas endorreicas.
Cabe destacar el Okavango, un largo río africano que nace en la meseta de Bié, en Angola, una zona bastante lluviosa, y que tras un recorrido de casi 1.000 km penetra en una cuenca endorreica, ya en Botsuana, donde se derrama en una árida llanura formando una extensa región aluvional impropiamente denominada y conocida como el delta del Okavango, el mayor delta interior del mundo.
El delta del Okavango es un caso poco usual de delta, en el sentido de que este río no desemboca en el mar. Geológicamente el río Okavango al llegar a Botsuana serpentea entre dos fallas geológicas y acaba desbordándose y creando una extensa llanura anegada en una zona con un clima muy árido, siendo absorbido por el desierto del Kalahari.
Fuentes: https://es.wikipedia.org, www.muyinteresante.es.