La felicidad: el saldo cero…
Escribir en un papel el DEBE, el HABER y el SALDO de mi propia vida a modo de examen de conciencia, o de juego, o como quieras llamarlo. Compré uno de esos libros de contabilidad y comencé a darle vueltas. En el DEBE, mis logros: en esa columna escribiría todo lo que he conseguido hasta la fecha; aquellos méritos de los que estoy orgulloso. En la columna de HABER, todo lo pendiente. Lo que me queda por hacer o me gustaría hacer y aún no he podido o bien todos esos defectos que tanto me cuesta pulir. Todos nacemos con SALDO negativo y las columnas vacías. Crecemos y el HABER se convierte en DEBE y el SALDO va engordando. Lo suyo sería cuadrar mis cuentas y alcanzar un SALDO cero. Creo, supongo, que la felicidad es eso. El SALDO cero.
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