Gordillo y los medios de desinformación…
Agosto estaba siendo una balsa de aceite entre «medalla y medalla», hasta que llegó el SAT como un maremoto capitaneado por Gordillo (hemeroteca) y se lió, vaya si se lió.
Más allá de inútiles debates, buscando desviar la atención del objetivo de la acción, acerca de si fue o no un robo, asalto y derivados, mejor aplicar el sentido común: la finalidad no era robar. El resto dejémoslo para los entendidos en leyes. Ya tendrán tiempo de decidir los jueces, que no la justicia.
Interese posiblemente más centrar el foco en cómo los medios de comunicación de masas han salido al paso con una fuerte campaña de difamación contra el relativamente mediático alcalde, quizás asustados por la repentina relevancia de dicho personaje, pues lo que faltaba…¡que ahora el nacionalismo de izquierdas cogiese también aire por Andalucía al más puro estilo Bildu! Un Chávez a la española, ¡qué menos!
La típica maquinaria anti-político de manual se puso en funcionamiento lanzando el torpedo a la línea de flotación: la coherencia. Nunca falla, pensarían. Hasta ahora. Uno tras otro los ataques han sido contestados sin réplica posible por Gordillo. No lo cuento, lo comparto:
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