El sueldo de los políticos es quizá la única cuestión que apenas suscita polémica o debate alguno en el seno de las Cortes y en cambio genera recelos entre la mayoría de la ciudadanía. Su regulación es incluso cada año una de las resoluciones que menos publicidad logra de cuantas pasan por las dos cámaras, seguramente porque los diputados son conscientes de que su situación está muy por encima de la media de los trabajadores a los que representan.
Sueldo, gastos de representación o de libre disposición, ayudas para el alojamiento o para el transporte, dietas, pensiones, cotizaciones a la Seguridad Social sin límite temporal tras abandonar el Congreso, pagas millonarias para cónyuges viudos o hijos huérfanos, y hasta ordenadores a precio de ganga son inherentes a los 350 escaños que el próximo domingo repartirán los españoles.
De entrada, todos los diputados tienen derecho a un sueldo base mensual de 3.126 euros brutos, a los que se añaden 1.823 más para los que son elegidos fuera de Madrid (315 parlamentarios en total) y 870 para los que representan a la capital de España. A partir de ahí, las retribuciones mensuales pueden llegar hasta los 15.679 euros al mes (2,6 millones de pesetas) en el caso del presidente de la Cámara baja, de los cuales 10.730 euros corresponden a distintos pluses.
Desde el máximo responsable del Congreso los sueldos disminuyen desde los 8.274 euros mensuales de cada uno de los seis vicepresidentes, a los 7.721 de los cuatro diputados que ejercen como secretarios de la mesa.
Comisiones
Los portavoces de cada partido (López Garrido, Zaplana…) añaden a su sueldo base y ayuda por alojamiento otros 3.030 euros, mientras que sus adjuntos reciben 2.318. Pero los pagos por el trabajo realizado no quedan ahí. Los presidentes de cada una de las 23 comisiones, como las dedicadas a educación, economía, pesca… añaden 1.590 euros a sus 4.949 básicos; los vicepresidentes de las mismas comisiones, otros 1.162; y los secretarios, 775. Los portavoces de cada partido y adjuntos en cada una de las citadas comisiones cierran el reparto sumando a su sueldo 1.162 y 775 respectivamente.
Más de la mitad de los diputados ven así como su nómina engorda por ser elegidos para alguno de los cargos existentes en la Cámara, pero tanto ellos como los que únicamente pueden lucir en su tarjeta la tarea de parlamentario todavía tienen otros privilegios de los que sacar una notable rentabilidad. Por ejemplo, todos los diputados ven cubiertos sus viajes por territorio nacional, ya sea en barco, tren, avión o automóvil de alquiler. El Congreso paga directamente a las compañías, por lo que sus señorías no tienen nada que desembolsar previamente. Los que prefieran moverse en su propio coche serán compensados con 0,25 euros por kilómetro recorrido, y a los que utilicen el taxi para desplazarse por Madrid se les facilitará una tarjeta con 250 euros mensuales.
Por cada día que pasen en el extranjero en representación de la Cámara, los diputados serán compensados con 150 euros y 120 si el desplazamiento se realiza en España.
Prestaciones sociales
Pero si son óptimas las condiciones de trabajo de los titulares de los escaños que se elegirán el domingo, todavía lo son mucho más las prestaciones sociales a las que tienen derecho ellos y sus familias y que apenas tienen parangón en todo el Estado. Desde el 2006 los diputados se dotaron de un sistema de aportaciones a sus pensiones con el que pretendían equipararse a sus colegas europeos. Por ser diputado entre siete y nueve años, los políticos españoles ven completada hasta el 80% del tope máximo las aportaciones que hubieran hecho para que su pensión de jubilación sea la más alta de las existentes en España. Si se ha estado sentado entre nueve y once años en su escaño la aportación llegará hasta el 90%, y al 100% si pasa de 12 años en las Cortes.
Si el diputado ha cumplido 55 años cuando se disuelvan las cámaras y carezca de actividad laboral permanente, el Congreso le pagará sus cotizaciones a la Seguridad Social hasta que complete el período de cotización necesario para tener derecho a la pensión de jubilación.
Pagas millonarias a familiares
Si la duración de su mandato no le da derecho a optar a las pensiones máximas, todos los ex diputados, sus cónyuges viudos o sus hijos menores de 25 años podrán pedir una ayuda económica al Congreso, que la cámara estipulará según cada caso concreto. Finalmente, la familia de los representantes en la Cámara recibirán tras su fallecimiento dos mensualidades de salario íntegro por cada año de trabajo en las Cortes, es decir 9.898 euros por ejercicio, lo que por dos mandatos representaría 79.184 euros de ingresos para la familia del fallecido.
Fuente: www.lavozdegalicia.es