El 2013, un buen año como especie…

El mundo es tremendamente imperfecto. Una minoría poseemos la mayor parte de la riqueza, mientras cientos de millones sobreviven con un dólar al día. La pobreza es terriblemente cotidiana, y aunque producimos alimentos suficientes, cada año, injustificablemente, millones de niños mueren de hambre. Para muchos la vida es un camino de precariedad y supervivencia, por la única razón de haber nacido en una familia y un lugar equivocado. Es evidente que el mundo debe ser mejor.

Pero a pesar de ello, y obviando la tremenda crisis que atraviesa España, queda esperanza: el 2013 de nuevo ha vuelto a ser el mejor año de la historia de la humanidad. Sí, dejando a un lado ombligos y fronteras, si nos observamos como conjunto, todos los indicadores reflejan que la especie humana va por buen camino:

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Misionera en Perú…

PerúRespecto al talante de estas religiosas, me sorprendió que pedí un ventilador para librarme de los mosquitos y combatir mejor el calor. Me explicaron que no tenían, pues ellas trataban de vivir al mismo nivel que los nativos y como ellos no usaban ventilador, tampoco ellas. La misma respuesta obtuve cuando solicité un tenedor.

Fuente: Reportaje «La selva da pocas oportunidades»  (Los Ríos – Gure Misioak Gaur).

He aprehendido…

SagitarioEn este tiempo, que debo asumir, probablemente, es más de un tercio de mi vida, he aprehendido algunas cosas. He aprehendido que somos polvo estelar, seres efímeros e insignificantes, perdidos y asustados, tratando de buscar el sentido de todo en medio de un todo que se muestra como un sinsentido.

He aprehendido que el respeto solamente se recoge si antes se ha plantado, que el camino a la felicidad pasa necesariamente por la gratitud y el apoyo mutuo, y que se obtiene más con la generosidad que con el egoísmo. He aprehendido que somos en mayor medida que nos hacemos.

He aprehendido que no puedes definir a la familia mediante un lazo sanguíneo, porque tengo hermanos con apellidos diferentes y he dejado atrás a personas que compartieron el mío. He aprehendido que mi familia, con y sin apellidos iguales, es lo mejor que tengo.

He aprehendido que ser fiel a uno mismo, por difícil que resulte, finalmente merece la pena. He aprehendido que no importa si tienes razón o te equivocas, sino solamente si te mientes o no a ti mismo. He aprehendido a preguntar curiosamente, como habría hecho el ilusionado niño que fui, en cada momento.

He aprehendido que estar en armonía con la soledad y con la compañía es igualmente importante. Que el tiempo es un juez implacable. Que tenemos, mayoritariamente, lo que nos merecemos, y por ello debemos esforzarnos en ser mejores personas a cada paso.

He aprehendido que una vida sin sueños e ilusiones es superflua. Que cada día es el único día. Que la felicidad vital es metafísica. He aprehendido a ser conformista en lo material e inconformista en lo inmaterial.

He aprehendido que el amor no es lo que dicen; he aprehendido que tiene muchas formas y está en muchos lugares; en la amabilidad instintiva de una taza de café, en el mecánico beso y apretón de manos, en la mirada y el abrazo sincero, en cada sonrisa, y en la discusión más dura.

He aprehendido a disfrutar de la naturaleza, a observar el mar, el fuego y las estrellas, a pensar críticamente y a rectificar sin ser sabio, a bailar abstraído, a viajar aprehendiendo, a escuchar y a hacer reír a la gente, a acariciar cicatrices, a cooperar en vez de competir, a desconfiar de las verdades que siempre lo fueron, a debatir apasionadamente, a jugar a cambiar el mundo, a apreciar sin ser correspondido, a no someter a nadie a mis expectativas, a llegar a fin de mes con casi nada, a cuestionarme intensamente, a no olvidar ni idealizar el pasado, a estar en paz conmigo mismo, y a emocionarme de vez en cuando.

He aprehendido que aprender no es lo mismo que aprehender. He aprehendido a ser sincero, a ser honesto y a ser firme. He aprehendido que en este mundo gris y complejo, si iniciamos el cambio en nosotros mismos, queda esperanza.

Y he intentando aprehender a no ser contestatario e irreverente, a no dejar decisiones sin tomar, a cuadrar el saldo cero, a comprender y lidiar con aquellos que denigran el espíritu, a ser coherente y a ser libre.

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Inspirado en http://universodedolor.com.

La justicia y la venganza no deberían ir de la mano…

Justicia-VenganzaCarta enviada por el hermano de una víctima del 11M al Director del diario El País, no publicada aduciendo su excesiva extensión. Sorprende la lucidez de quién escribe, más aún si se tiene en cuenta el momento de duelo en el que se encuentra redactada:

Sr. Director.

Mi nombre es XXXXXXX (eliminado para preservar su derecho a la privacidad), tengo 23 años y mi hermano falleció funestamente en el tren de Atocha. Hoy me dirijo a usted tras muchas horas de angustia, dolor, miedo y frustración que me han impedido ser mas inmediato en la ejecución de esta carta. No he podido pensar en escribir, no he encendido el televisor ni he cogido un periódico desde el trágico día, tan sólo estaba intentando aceptar la nueva y desoladora rutina que acaba de instalarse en nuestras vidas. He vivido las últimas horas en una desolada y esponjosa apatía, en un mullido colchón de asombro roto sólo por los arranques de lucidez, de consciencia que llevaban lágrimas a mis ojos. Mas ahora que he tenido un momento de reflexión he sentido que le debía algo a Jose, que le debía algo a toda la buena gente, amigos, familiares, conocidos y desconocidos que me han dado sus muestras de afecto en esta hora lúgubre. Les debía al menos este grito desesperado que quizá acerque un paso más el momento en el que esta barbaridad no pueda sucederle a nadie. Ni a esa buena gente que me es cercana, ni a ninguna persona de cualquier confín del mundo.

Hoy se ha muerto una vida, y junto a ella muchas más. Y digo hoy porque el día del Jueves, ese Jueves terrible, ominoso, es un día universal que viene sucediendo desde los principios de la Historia. Es un día en el que toda esperanza se trunca, en el que familias enteras se quiebran, en el que la gente vaga como alucinada con los ojos del color del llanto o de la ira mientras en su mente solo aparece una frase lapidaria: ¡¿Por qué?! Es ese día del que están plagados todas las guerras, todas las matanzas, todos los crímenes contra la vida. Es ese día que hoy en día es todos los días, aquí, en Iraq, en Chiapas, en Haití, en una panadería de Pamplona y en todos los lugares donde el sinsentido deja que ocurran estas atrocidades. Hoy es ese día en que no cabe preguntar por quién tocan las campanas, pues tocan por todos.

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Corrupción endémica…

Ayn_Rand_Portrait«Cuando advierta que para producir necesita obtener autorización de quienes no producen nada; cuando compruebe que el dinero fluye hacia quienes trafican no bienes, sino favores; cuando perciba que muchos se hacen ricos por el soborno y por influencias más que por el trabajo, y que las leyes no lo protegen contra ellos sino, por el contrario, son ellos los que están protegidos contra usted; cuando repare que la corrupción es recompensada y la honradez se convierte en un autosacrificio, entonces podrá afirmar, sin temor a equivocarse, que su sociedad está condenada.»

Ayn Rand (1950)

Las 3 suposiciones del debate…

DebateLa primera es la Suposición de la Ignorancia. Dado que pensamos que nuestras creencias se basan en hechos concluimos que la gente la cual no está de acuerdo con nosotros simplemente no ha sido expuesta a la información adecuada, y que si les exponemos a ella, automáticamente, se van a pasar a nuestro bando. Esta suposición está extraordinariamente extendida, los religiosos evangelistas, los activistas políticos, y los Gobiernos, por citar sólo algunos, tienen la convicción de que puedes cambiar las creencias de la gente educándoles sobre los asuntos que sea. Pero esta suposición es muy ingenua. La ignorancia no es, la mayoría de las veces, un vacío que hay que rellenar sino un muro mantenido activamente, la mayoría de las veces por mecanismos inconscientes (hablo del nuevo inconsciente, no del de Freud). También podría ser que, una vez examinados los hechos, contradigan nuestras creencias , no las del adversario, o que los hechos sean los suficientemente ambiguos para admitir múltiples interpretaciones. Pero ignoramos esas otras posibilidades. Cuando otra gente rechaza nuestras creencias es que les falta buena información. Cuando nosotros rechazamos sus creencias, por supuesto, es en base a buena información y a un buen juicio.

Cuando la Suposición de Ignorancia nos falla, y la gente de forma cabezona mantiene sus desacuerdos con nosotros después de que les hemos iluminado e ilustrado sobre el tema, pasamos a aplicar la Suposición de la Idiotez. Concedemos que nuestro oponente conoce los hecho pero no tiene cerebro para comprenderlos. Kathryn Schulz en su libro Being Wrong cuenta el caso de una abogada de izquierdas, criada en un ambiente progresista y educada en una escuela liberal, que al final acudió a la Facultad de Derecho de Yale y que entonces se encontró con gente que no estaba de acuerdo con ella y, sin embargo, eran increíblemente inteligentes. Le contaba a Kathryn que , aunque parezca ridículo, no fue hasta entonces que se dio cuenta de que los conservadores podían ser inteligentes. Pero, evidentemente, esto nos pasa a todos…piensa en las veces en que todos pensamos: ¿“pero qué tipo de idiota podría creerse…”?

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Miedo…

Cárcel¿Y qué les ocurre a aquellos que son sometidos? ¿Por qué no se rebelan, si son mayoría? Por lo mismo que tú no te rebelas muchas veces contra ti mismo, me respondieron sin dubitar. Por miedo. Con miedo se actúa, muchas veces inconscientemente, sobre otras personas. Con miedo se gobierna. Con miedo nos frenamos a nosotros mismos una y otra vez. El reflejo de lo que ocurre en cualquier aspecto de la vida no es sino la exteriorización de lo que llevamos dentro.

Fuente: www.historiasdenuestroplaneta.com

Inmovilismo…

nirvana

La falacia del Nirvana ocurre cuando descartas algo del mundo real porque lo comparas con una alternativa irreal y perfecta, contra la cual todo palidece en comparación. Esto no sería un problema, excepto porque nos impide que realicemos alguna acción. Por ejemplo, demorar en actuar puede pasar por muchas razones -bebiste mucho ayer, o no estás inspirado- pero una de las razones más comunes por las que procrastinamos es que pensamos que lo que hagamos no va a cumplir con la expectativa perfecta que tenemos en la cabeza.

Piensen en ese amigo escritor que todavía no escribió nada porque está «esperando la idea correcta» para comenzar. Por esto, la gente termina viviendo en el sótano de sus padres esperando el trabajo perfecto, la mujer perfecta, la amistad perfecta en vez de decidirse a hacer algo.

Si no estás lleno de ese tipo de «autoduda», no te preocupes, hay muchos idiotas dispuestos a regalarte un poco. Cualquier intento de superación puede resultar en burlas: como algo que no sea perfecto no vale la pena, mejor no hagas nada como ellos: «Así que tomas Coca light con tu combo de McDonalds. ¡Eso sí que va a hacer la diferencia!».

Fuente: http://mitosytimos.blogspot.com.es

Aquel que no conoce la historia, está condenado a repetirla…

GaldósLos dos partidos que se han concordado para turnarse pacíficamente en el Poder son dos manadas de hombres que no aspiran más que a pastar en el presupuesto. Carecen de ideales, ningún fin elevado los mueve; no mejorarán en lo más mínimo las condiciones de vida de esta infeliz raza, pobrísima y analfabeta. Pasarán unos tras otros dejando todo como hoy se halla, y llevarán a España a un estado de consunción que, de fijo, ha de acabar en muerte. No acometerán ni el problema religioso, ni el económico, ni el educativo; no harán más que burocracia pura, caciquismo, estéril trabajo de recomendaciones, favores a los amigotes, legislar sin ninguna eficacia práctica, y adelante con los farolitos…

Benito Pérez Galdós, reflejando la España del turnismo de finales del s. XIX en Episodios Nacionales, Episodio 46 – Cánovas (1912)

La felicidad: el saldo cero…

Libro cuentasEscribir en un papel el DEBE, el HABER y el SALDO de mi propia vida a modo de examen de conciencia, o de juego, o como quieras llamarlo. Compré uno de esos libros de contabilidad y comencé a darle vueltas. En el DEBE, mis logros: en esa columna escribiría todo lo que he conseguido hasta la fecha; aquellos méritos de los que estoy orgulloso. En la columna de HABER, todo lo pendiente. Lo que me queda por hacer o me gustaría hacer y aún no he podido o bien todos esos defectos que tanto me cuesta pulir. Todos nacemos con SALDO negativo y las columnas vacías. Crecemos y el HABER se convierte en DEBE y el SALDO va engordando. Lo suyo sería cuadrar mis cuentas y alcanzar un SALDO cero. Creo, supongo, que la felicidad es eso. El SALDO cero.

Fuente: http://blogs.20minutos.es/nilibreniocupado

¿Y quién es uno?

¿Y quién es uno? Pues no se sabe muy bien. Porque como uno se va haciendo a lo largo de la vida, va cambiando de una manera o de otra. Pero en el interior de cada uno, siempre que se haya aprendido a pensar libremente, hay una especie de brújula que, si bien muchas veces no nos dice lo que tenemos que hacer, casi siempre nos dice lo que no tenemos que hacer. Y esa voz interior hay que saber escucharla. Uno va andando, vacilando, dice: voy a ir por aquí, y se encuentra con que la brújula le dice que no. Y así, titubeando, llega uno a los 96 años. A mí me preguntan ¿qué piensa usted de usted mismo? Pues que he llegado a ser un aprendiz de mí mismo bastante bueno. Me parezco bastante a lo que yo quería hacer con José Luis Sampedro. No es una gran cosa, ni mucho menos, pero para mí significa mucho llegar a ser lo más parecido a lo que quería ser.

Fuente: www.jotdown.es

7,35€ …

Me extrañó que una pareja con un niño de unos cinco o seis años buscara detener mi taxi en una calle tan poco transitada como aquella, barrio de Moratalaz, y a las dos de la madrugada de un lunes. Al subir y decirme rápido “hospital infantil Gregorio Marañón”, supuse que aquel niño habría caído enfermo y precisara de atención urgente. En apariencia se encontraba tranquilo, incluso daba muestras de estar más que acostumbrado a acudir con frecuencia a ese mismo hospital. Llegó a preguntar a sus padres si esta vez le atendería el doctor tal, o la doctora cual, les llamó por su nombre, y que esperaba que esta vez no le hicieran tanto daño. Sería algo crónico, pensé. Aunque tampoco me atreví a preguntar.

No sé si el siguiente dato tiene importancia en esta historia. Eran ecuatorianos, sin más familia en España que ellos mismos. No tenían a nadie que pudiera ayudarles y, por lo que pude deducir de su conversación, él estaba en paro y ella trabajaba por horas cuidando de una anciana en la otra punta de la ciudad. Mañana, de hecho, empezaba a las siete. Apenas cinco horas después de aquel trayecto. Lo atroz llegó cuando el padre tomó la mano de su hijo y, visiblemente avergonzado, le dijo que habían tenido que coger dinero de su hucha para pagar el taxi.

-En cuantito tu mamá cobre el salario, te retornamos el dinero a tu huchita, ¿ok?- le dijo el padre.

Aquello me dejó helado.

El niño, sin embargo, lo aceptó con resignación. Tampoco era la primera vez.

No hablé con ellos en todo el trayecto. Sólo escuché y les llevé lo más rápido posible. Llegamos al hospital y la madre me tendió moneda a moneda los 7,35€ del trayecto. Pero aquel dinero pesó tanto en mi mano, se me antojó tan frío, que cuando ellos se bajaron no pude más que bajar yo también del taxi, acercarme al niño y decirle:

-¿Cómo te llamas?

-Luis.

-Toma, Luis. Para que lo metas en la hucha.

Y le devolví las monedas.

El niño me dio un abrazo y en ese preciso instante, con sus brazos intentando rodearme, pensé en los 22 millones 38 millones de Bárcenas y me dije: Puta vida.

Sublime nilibreniocupado.

¿Por qué ignoramos la guerra del Congo?

Las guerras en este país se han cobrado casi el mismo número de vidas que tienen un 9/11 todos los días durante un año, el genocidio que asoló Ruanda en 1994, la limpieza étnica que aconteció en Bosnia a mediados de la década de 1990, el genocidio que tuvo lugar en Darfur, el número de personas que murieron en el tsunami que asoló Asia en 2004, y el número de personas que murieron en Hiroshima y Nagasakitodo combinado y multiplicado por dos.

Fuente: http://edition.cnn.com

Secundar o no secundar…

Los derechos y las libertades no son gratis. Costó mucho conseguirlos y costará también mantenerlos. Hay que ejercitarlos. Hay que defenderlos. Hay que luchar por ellos. Hay que unirse para hacerlo y hay que ayudar a los que lo hacen, aunque a ti en ese momento no te afecte. Y hay que estar dispuesto a perder algo para defenderlos. (www.merodeando.com)

 

 

 

ACTUALIZACIÓN: Seguimiento del 14N a través de la demanda eléctrica: http://politikon.es/14N/

La rúbrica del desahucio…

Comienza un día normal. Sobre mi mesa, veinte expedientes. Veinte familias a las que voy a aprobar que se arroje de su casa para que ésta aumente el stock inmobiliario del banco.

Naturalmente, yo no puedo echarlas con mi sola firma. Ni siquiera puedo tomar la decisión de manera autónoma. Si así fuera, qué se creen, tengo mi corazón, preferiría hacer cualquier otra cosa antes que poner el visto bueno al desahucio. Un visto bueno que significa, en sentido estricto, la autorización para que los abogados del banco emprendan la acción judicial conducente al lanzamiento de la familia afectada.

Pero no me engaño: sé cómo funciona la ley hipotecaria, sé que la gente de cuyas casas se trata es insolvente y que no podrá paralizar la acción; entiendo y asumo, por tanto, que con mi firma, aunque sea tras algunos pasos intermedios, estoy poniendo los muebles de estas veinte familias en la calle. Insisto, y quede claro: no lo hago por mi gusto. Tengo jefes, instrucciones, objetivos. Tengo mi propia familia, y mi propia hipoteca. Si dejara de hacer esto que hago todos los días, y con un poco de mala suerte, bien podría terminar siendo yo el que, gracias a la firma de otro como yo que no tuvo tantos remilgos, me veo con los míos a la intemperie.

Dirán ustedes que menudo dilema moral. Dirán algunos que menudo canalla que soy, salvándome a costa de ser cómplice en el hundimiento de mis semejantes. Otros, no espero que muchos, acaso me comprendan. Y si les soy sincero, yo mismo no sé muy bien a cuál de los dos grupos pertenezco. Va por días, y tiene que ver con lo que traen los periódicos, con el humor de mis hijos, con lo bien o mal que haya podido dormir.

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Carta de un pequeño neoliberal…

Querida familia:

Cuando mis padres me pidieron que escribiera esta carta, yo les dije que sólo quería decir dos cosas: gracias por los regalos y gracias por venir. Como mi padre me ha insistido en que diga algo más, voy a hacerlo.

Realmente es una tontería porque lo importante es lo que yo quería decir.

Primero, gracias por los regalos.

Por la bici que soñaron mis abuelos y tíos, mejor que la de mi padre. Por un ordenador que mola más que el de mi abuela. Por una camiseta del Manchester que nos vengará ante el Barça. Por un neopreno para navegar. Por unas zapatillas y un reloj como los de Ronaldo, por unos guantes como los de Casillas y por el resto de regalos…incluyendo el dinero que tanto gusta a mis padres pero es mío.

Pero éstos no son los mayores regalos.

El más importante es haber recibido a Jesús. Ese Dios que nos protege y al que pido que nos siga protegiendo.

Gracias, Jesús, eres nuestro mejor regalo.

Y lo segundo que le decía a mi padre era «gracias por venir».

Porque hoy me acompaña mi familia que es otro regalo tan importante como Jesús. Me encanta que hayáis venido y quiero pediros tres cosas: que sigáis viniendo los que venís mucho, que vengáis más los que venís menos y que me invitéis a visitaros.

Jesús siempre nos acompaña pero, cuando vosotros estáis, es fiesta en mi corazón.

Como le dije a mi padre, gracias por los regalos y gracias por venir. Y es que, a los mayores, hay que explicárselo todo.

Besos,

Alex

Fuente: Transcripción literal de la carta de agradecimiento de comunión de un niño a su familia.