Generaciones…

Un presumido estudiante que se encontraba en un autobús lleno hasta los topes se tomó la molestia de explicarle a un señor mayor sentado a su lado porqué le es imposible a la vieja generación comprender a su generación.

«Usted creció en un mundo diferente, realmente casi un mundo primitivo», dijo en voz lo suficientemente alta para que lo escucharan alrededor. «Los jóvenes de hoy crecimos con televisión, internet, aviones a reacción, viajes al espacio, el hombre caminando sobre la luna. Nuestras sondas espaciales han visitado Marte. Tenemos naves con energía nuclear y coches eléctricos y de hidrógeno, computadoras con procesos a la velocidad de la luz… y más»

Después de un breve silencio el señor mayor le respondió:

«Tienes razón, hijo mío. Nosotros no tuvimos esas cosas cuando éramos jóvenes….. así que las inventamos. Ahora, ¡¡¡arrogante gilipollas!!!, ¿qué estás haciendo TÚ para la próxima generación?»

¡El aplauso fue atronador!

 

Fuente: Correo electrónico (Germán)

Reflejo…

Tienes la necesidad de que otras personas te admiren, pero tiendes a ser crítico contigo mismo. Aunque tienes algunas debilidades en tu personalidad, generalmente eres capaz de compensarlas. Tienes unas habilidades no explotadas que no has utilizado para tu propia ventaja. Disciplinado y autocontrolado en la apariencia exterior, tiendes a estar preocupado y a sentirte inseguro por dentro. A veces dudas acerca de si has tomado la decisión acertada o hecho lo correcto. Prefieres una cierta cantidad de cambios y de variedad y no te encuentras satisfecho si estás muy limitado o restringido. Te enorgulleces de ser un pensador independiente y no aceptas las afirmaciones de los demás sin una prueba independiente. Por otra parte, has descubierto que no es sabio mostrarte a los demás con demasiada franqueza. A veces eres extrovertido, afable y sociable, pero otras eres introvertido, cauto y reservado. Algunas de tus aspiraciones tienden a ser poco realistas.

Fuente: http://rinzewind.org/

Ser y tener, o tener y ser…

ninoUna usuaria con rastas y piercings y pendientes dilatados me habla de su reciente viaje a la India. De la miseria. De la nada absoluta.

Me habla de esos niños que, por no tener, no tienen ni maldad; de sus ojos descalzos y sus pies desnudos (o viceversa, no recuerdo). De sus miradas penetrantes y, en definitiva, de una felicidad desconocida para cualquier mentalidad occidental (o accidental, no recuerdo).

«Allí no conocen la envidia porque nadie tiene nada»

«Las miradas de aquellos niños radiaban una felicidad que jamás he visto en ningún niño de aquí»

Esto último lo dice mientras permanecemos a la espera cromática de un semáforo cualquiera de Occidente. A nuestra derecha, un prepúber de atrezzo berrea lágrimas de Lacoste mientras le señala a su madre el avión ultrasónico de un escaparate.

Y sus palabras enfrentadas a los ojos borrosos de aquel niño de la tienda de juguetes me llevan a pensar en lo que tengo y en lo que soy:

¿Soy lo que tengo?

¿Tengo lo que soy?

¿Si no tuviera lo que tengo, dejaría de ser lo que soy?

¿Busco, acaso, la esencia de mi felicidad entre los pasillos estanteriles del IKEA?

Fuente: http://blogs.20minutos.es/nilibreniocupado

Desiderata…

desiderataEn la calle de San Andrés se encuentra una vieja relojería, una de esas tiendas de «las de toda la vida», de apenas un pasillo de tamaño. Si alguna vez entráis fijaos en la pared sobre el mostrador, podréis encontrar enmarcada una copia de la Desiderata, un poema sobre la búsqueda de la felicidad en la vida.

Animaos a preguntarle al dependiente por él y os contará la historia de como llegó hasta sus manos, y posiblemente no dudará en sacar una carpeta con copias de la misma y ofreceros una, como hace con todos los clientes observadores que se percatan de ella. Realmente un tipo distinto.

Ve plácidamente entre el ruido y la prisa, recuerda que la paz puede estar en el silencio. Sin renunciar a ti mismo, esfuérzate por ser amigo de todos. Di tu verdad, quietamente, claramente. Escucha a los otros aunque sean torpes e ignorantes; cada uno de ellos tiene también una vida que contar.

Evita a los ruidosos y agresivos, porque ellos denigran el espíritu. Si te comparas con los otros puedes convertirte en un hombre vano y amargado; siempre habrá cerca de ti alguien mejor o peor que tú. Alégrate tanto de tus realizaciones como de tus proyectos.

Ama tu trabajo aunque sea humilde; es el tesoro de tu vida. Sé prudente en tus negocios, porque en el mundo abundan las gentes sin escrúpulos. Pero que esta convicción no te impida reconocer la virtud; hay muchas personas que luchan por hermosos ideales y dondequiera que mires la vida está llena de heroísmo.

Sé tu mismo. Sobre todo no pretendas disimular tus inclinaciones. No seas cínico en el amor, porque cuando aparece la aridez y el desencanto en el rostro, se convierte en algo tan perenne como la hierba.

Acepta con serenidad el consejo de los años y renuncia sin reservas a los dones de la juventud. Fortalece tu espíritu, para que no te destruyan inesperadas desgracias. Pero no te crees falsos infortunios; muchas veces, el miedo es producto de la fatiga y la soledad. Sin olvidar una justa disciplina, sé benigno contigo mismo.

No eres más que una criatura en el Universo, no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho a estar aquí. Y, si no tienes ninguna duda, el Mundo se desplegará ante ti.

Vive en paz con Dios, no importa cómo lo imagines; sin olvidar tus trabajos y aspiraciones, mantente en paz con tu alma, pese a la ruidosa confusión de la vida.

Pese a sus falsedades, penosas luchas y sueños arruinados, la Tierra sigue siendo hermosa. Sé cuidadoso. Lucha por ser feliz.

Humildad, vanidad, soberbia, hipocresía, abyección…

humildadEs claro que lo óptimo sería un justo reconocimiento de nuestras capacidades y de nuestras insuficiencias, de nuestras virtudes y defectos, pero toda vez que tal objetividad es poco menos que utópica, yo quisiera hallarme lejos de la vanidad y la soberbia (no tanto para ser bueno como para no ser tonto), pero más lejos aún de la hipocresía. Y, sobremanera, no desearía caer en la debilidad de la abyección, porque con ésta (cuando es sincera) no eres menos tonto, y sí eres, por el contrario, más infeliz. Tenemos pocas cosas, a parte de a nosotros mismos, como para permitirnos el lujo de subestimarnos. Y como (según creo) lo contrario de esta humildad insana es el orgullo (a ella es a quien realmente se opone, no a la humildad virtuosa o irónica), si hemos de pecar de algo, que sea de orgullosos, porque yo al menos estoy de acuerdo con A. Smith cuando sostiene que: «En casi todas las circunstancias, en cualquier aspecto, es mejor ser un poco demasiado orgulloso que un poco demasiado humilde.»

Fuente: www.nodulo.org

Fabricando dinero…

dineroVía nilibreniocupado nos hacemos eco de una inocente reflexión:

El siguiente monólogo del senegalés se inició justo cuando pasábamos con mi taxi por la Fábrica de la Moneda y Timbre:

«¿Ahí hasen el dinero? pues, pues… que nos den un faho de billetes a cada uno, ¿no?; así de fásil… hasemos todos cola en la puerta y que a cada uno le den unos cuantos billetes de sincuenta, o de sien euros (porque no hay de más, ¿no?) para que todos vivamos bien… ¿qué más les dá?… si sólo es una máquina que se dedica a fabricar billetes, ¿verdá?… y si les cuesta dinero fabricar más máquinas para haser dinero, pues que se lo cobren a ellos mismos… que se fabriquen lo que les cueste las máquinas y que fabriquen también para los demás… y así todos tendríamos dinero y yo le podría mandar mucho dinero a mi familia en Senegal… joder… ¿y por qué no lo hasen, con lo fásil que sería haser dinero para todos?… ¿es que les gusta que en mi país se pase hambre?»

Si no está clara la razón por la cual esto es inviable, lectura recomendada: Inflación y deflación.

Elige una moneda…

monedas1Se cuenta que unos chicos mayores le tomaban el pelo a otro más pequeño. Le ofrecían una moneda de cinco céntimos y una de diez, dándole a elegir entre las dos y quedarse con la que él quisiera. El pequeño siempre elegía la de cinco «porque era más grande». Los mayores le daban la moneda y se reían de él por ser tan ingenuo.

El juego se repetía una y otra vez y en todas las ocasiones el pequeño elegía la moneda de cinco centavos «porque era más grande», y los mayores siempre se la daban mientras se reían de él.

Un profesor que se dio cuenta de lo que estaba pasando, sintiendo pena del pequeño, le preguntó: ¿Es que no sabes que la moneda de diez centavos vale más?

-Por supuesto- contestó el niño

-Y entonces ¿Por qué sigues eligiendo la de cinco?- le preguntó el profesor

-Porque si escojo la de diez ya no me ofrecerán más dinero.

Moraleja: El mayor placer de una persona inteligente es aparentar ser idiota delante de un idiota que aparenta ser inteligente.

Fuente: http://maldicion-sisifo.blogspot.com

Animales domésticos…

pajaro«Me jode que los que tienen perros, gatos, o pájaros enjaulados en la terraza de su casa se hagan llamar ‘defensores de los animales’. ¿Cómo pueden ser tan hipócritas? Si aman a los animales, pues que los dejen vivir en total libertad, vamos, digo yo… y me parece atroz primero porque muchos pagan por conseguirlos… ¡trafican con seres vivos, Dios mío!… luego, porque ese pobrecillo animal, ya sea perro, o gato, o qué sé yo, vivirá para siempre sometido a la voluntad de su ‘dueño’… jodida palabra esa de ‘dueño’, ¿eh?… quiero decir: que el pobre perro comerá cuando su ‘dueño’ le ponga en el platito lo que crea conveniente (ya sean bolitas de esas del supermercado, o las sobras del cocido del día anterior) y cuando lo crea conveniente. Y el ‘dueño’ sacará al perro cuando pueda y las veces al día que pueda, y ¡atado con una correa al cuello, para que no se escape!…

Atroz, sencillamente atroz… ¿y qué me dices de cuando los castran?… ¿Eso es amar a los animales? Señores: si realmente aman a los animales, déjenles en paz… no les sometan a su voluntad, o a su capricho… Pero claro, si les dices todo esto se justificarán siempre con lo mismo: que si ‘los animales domésticos no podrían sobrevivir en libertad’, que si ‘mi Trosky vive mejor que yo’, que si ‘come cuando quiere y le saco tres veces al día’, que si ‘nos hacemos mucha compañía’… bien… si los animales son tan felices como aseguran sus ‘dueños’, ¿por qué salen corriendo en cuanto les sueltan la correa?…»

Fuente: nilibreniocupado

¿Cúal es el muñeco bonito?

He aquí un vídeo del conocido como Test de Doll acerca de la discriminación en EEUU, basado en las investigaciones de Kenneth B. Clark:

En el año de 1940 Kenneth Bancroft Clark, conjuntamente con su esposa Mamie Clark adelantó una investigación con muñecos de color blanco y muñecos de color negro y un grupo de niños. Al parecer los niños mostraban más interés por los muñecos que aparentaban piel blanca y no mostraban interés por los muñecos de apariencia negra. El argumento de los niños era que los muñecos negros eran “feos” y los muñecos blancos “bonitos”.

Clark concluye que posiblemente los niños muestran más interés por los estereotipos más aceptados por la mayoría en la sociedad.

*Aclaración: No responde «porque es blanco y tiene dos ojos» sino «porque es blanco y tiene los ojos azules«

Fuente: www.youtube.com

De piedra ha de ser la cama…

sin-techoSeguro que se acuerdan de esa vieja canción: «De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera… «.

Bueno, pues yo he conocido gente en los albergues, que esperaban a que todo el mundo estuviera acostado, con la luz apagada, para entonces bajarse ellos de la cama y dormir en el suelo. Para ellos, nunca mejor dicho, de piedra ha de ser la cama.

Cuando vi al primero me dejó impresionado. Mejor: marcado para siempre. Yo podía haber llegado a ser uno de ellos. Llevan tanto tiempo desatendidos, durmiendo en el suelo, en la calle, en las calles de nuestra ciudad, que ya no se acostumbran a dormir en un colchón, en una cama. Suelen, además normalmente, dormir pegados, por no decir abrazados a sus pocas pertenencias, una bolsa o una mochila.

¿Cómo es posible que se llegue a esta situación? Se imaginan ustedes cuántos años de desatención supone este comportamiento. Nunca antes se les ayudó. Y que no me digan que es porque ellos no querían ir a los albergues, porque la prueba evidente es que estaban en ellos.

¿Cómo es posible que esta sociedad, esta rica sociedad, no sea consciente de las situaciones de injusticia que genera? ¿Cómo es posible que los responsables de los servicios sociales permitan y, lo que es peor, acepten como naturales estas situaciones?

¿Se imaginan el sufrimiento, la soledad, la tristeza, la desconfianza, la depresión, que han sufrido estas personas durante años y años hasta que les han atendido? Luego dirán: «Es que están muy dañados, son irrecuperables, ellos prefieren su libertad».

De piedra ha de ser la cama, de piedra la cabecera… y de piedra el corazón.

Fuente: www.adn.es/blog/con_dos_cartones

La verdadera crisis…

arrozAgobiados por la crisis de ricos, no nos queremos enterar de la crisis de los pobres. Hasta la ONU se ha dado cuenta de que millones de personas se están muriendo de hambre y sed y asco. Y de que van a morir muchas más. Si el mundo del siglo XXI no puede evitar este disparate de los precios, si el planeta del XXI no es capaz de conseguir que la gente no se muera de hambre, ha llegado el momento de hacer algo. La verdadera crisis no es la de las hipotecas: es la del hambre.

La crisis de los ricos es terrible, y más aún porque nadie la entiende, porque nadie sabe hasta dónde llega el agujero insondable de las deudas, porque nadie se atreve a saber hasta dónde alcanzan las pifias que han cometido los bancos y todo el entramado financiero de la voracidad institucionalizada. Lo que vemos debajo de tanta basura, tanto logo y tanta soflama es que el sistema está podrido. Siempre lo ha estado, pero ahora hemos alcanzado el clímax de la miseria. Hemos perfeccionado tanto el mecanismo que da soporte a la codicia que ya no hay forma de saber qué está pasando. Los estados se van a quedar sin dinero para tapar tanta infamia consentida y a veces alentada por ellos mismos. Las instituciones internacionales del dinero están ya sacando las cosas por la puerta de atrás. Mientras emiten sus obvios dictámenes y sus monsergas seroleras, todos tienen el helicóptero al ralentí esperando en las azoteas de sus lujosos rascacielos. Pero la verdadera crisis, que forma parte del mismo mundo y del mismo sistema, es que cuanto más y mejor se produce, más hambre se pasa. Cuantos más satélites y más redes y más inteligencia y más información, más millones de personas agonizan sin comida y trabajan por un euro de sol a sol.

La solución pasaría por la democracia de verdad, la que aún no nos hemos atrevido a imaginar. El verdadero problema no es el cambio climático, sino el cambio de ideas: estamos igual que en el neolítico. Hasta el espíritu depredador tendrá que evolucionar alguna vez.

Fuente: www.elperiodicodearagon.com

Retrete propio…

dharaviDesde Dharavi, una población del área central de Mumbai (India), conocida como el mayor área tuburial de Asia nos llega esta visión, cuanto menos chocante, de uno de sus habitantes:

«¿Que necesidad tengo de disponer de un retrete propio?, cuestiona Nagamma Shilipiri, que reside en Dharavi desde hace 20 años y vive con su padre discapacitado y otros 13 parientes en dos cuartos de 14 metros cuadrados. Lógicamente, le incomoda la falta de intimidad cuando se acuclilla en la niebla matutina junto al arroyo en el hediondo retrete público extraoficial del barrio. Pero le ofende la idea de un inodoro con cisterna de uso exclusivo. Gastar toda esa agua para tan pocas personas le parece un derroche estúpido e inmoral.»

Curiosamente, y como contraste de esta situación, hace unos meses comentábamos en el blog la noticia de que se había instalado un retrete en lo alto del Mont Blanc. Sin duda algo falla.

Fuente: Revista National Geographic (agosto 2007).

Perspectiva vital…

infinitoPara escribir desde las entrañas no hace falta haber tenido una vida de mierda. Para escribir desde las entrañas no hace falta haber sido yonky, o alcohólico, o gay en la Cuba de Castro, o las tres cosas. No hace falta haber sufrido abusos sexuales ni haber sido abandonado por un padre que ahora cumple condena en una cárcel de Malasia. Eso son chorradas.

Yo he tenido una infancia feliz, una familia tan comprensiva como impecable, una buena educación y oportunidades de medrar a cascoporro (léase el guiño al genial programa Muchachada Nui).

Crecí ajeno al “para estar bella hay que sufrir” (Grease), o “la letra con sangre entra” (educación carca), etc. Crecí ajeno a las coderas (para estudiar) y a las rodilleras (para ascender).

Crecía ajeno a todo y a todos porque en mi mundo interior la vida era mucho más acogedora, a mi medida. Porque la lluvia de dentro nunca moja como la de fuera.

Y ahora, desde la distancia, puedo decir con orgullo que me alegro de mi fracaso escolar. Me alegro de haber sido el niño raro de la clase.

Los de mi quinta ahora son abogados, ingenieros o mucho peor: médicos. Están casados, divorciados, con hijos, chalets en las Rozas y calzan BMWs del color de los ojos de sus esposas. Tienen su iPod y su jardín con enano de cerámica incluido (yo también fui de colegio de pago y de curas con sotana).

Yo estoy soltero, vivo solo, tengo un taxi, amanezco cuando me sale de los párpados y cierro los bares con decenas de servilletas escritas por ambas caras en el bolsillo trasero del pantalón. Soy alma de exnovia y me gusta caminar descalzo cuando llueve, y meter las manos en cada charco que se cruza a mi paso.

Soy un díscolo que no quiso la vida que me enseñaron en el colegio.

Y feliz. Puede que mucho más feliz que ellos. Puede que mucho más feliz que todos aquellos escritores con un pasado de mierda y un futuro con gusanos y carcoma y caja de pino con su genial cita grabada en letras doradas.

Y tengo un blog.

Y escribo lo que me sale de los huevos.

Fuente: http://blogs.20minutos.es/nilibreniocupado

La curiosidad…

curiosidadMuchos seres humanos son infelices por lo que saben o por lo que desconocen. La ignorancia es una bendición sólo mientras es total; tan pronto como uno se da cuenta de que es un ignorante desea dejar de serlo. Es la famosa curiosidad que mató al gato. En el caso de la humanidad, se trata de un sentimiento profundo y esencial.

El deseo de saber, cuando comprendes que no sabes, es universal y probablemente irresistible. Fue la tentación original de la humanidad y no hay mujer ni hombre, y en especial, ningún niño, que pueda luchar contra él mucho tiempo. Pero es un deseo, como dijo Shakespeare, que más crece cuanto más se alimenta. Es imposible saciar la sed de conocimiento. Y cuanto más inteligente eres, más sed tienes.

“Breve historia del saber”, Charles van Doren

Fuente: www.historiasdelaciencia.com

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José Couso , 5 años, NO olvidamos:

couso

Preguntas estúpidas…

preguntasHay situaciones en la vida que jamás se olvidan. Algunas de ellas, en mi caso, fueron ciertas clases de facultad. Una de ellas fue el primer día de la asignatura Electricidad y Magnetismo. Lo recuerdo como si fuera ayer. El profesor llegó, cogió una tiza y mientras escribía en la pizarra dijo:

– Hay cuatro fuerzas en la Naturaleza: las nucleares (fuerte y débil), la gravedad y el electromagnetismo. ¿Son las cuatro independientes o son más bien diferentes expresiones de una única Fuerza? – y con toda la seriedad y sin la más leve sonrisa, mirándonos a todos, añadió – No se sabe. Si algún día uno de vosotros puede demostrar esto, tiene el Nobel asegurado. En esta asignatura, hablaremos del electromagnetismo.

Fue la primera vez que vi a un profesor tratarme como un futuro colega más que como un alumno y ese profesor fue siempre receptivo a que le hiciéramos preguntas. Aprendí muchísimas cosas de él. Sobre hacer preguntas os hablaré en nuestra historia de hoy.

«Hay preguntas ingenuas, preguntas tediosas, preguntas mal formuladas, preguntas planteadas con una inadecuada autocrítica. Pero toda pregunta es un clamor por entender el mundo. No hay preguntas estúpidas. Los niños listos que tienen curiosidad son un recurso nacional y mundial. Se los debe cuidar, mimar y animar. Pero no basta con el mero ánimo. También se les debe dar las herramientas esenciales para pensar.»

Este párrafo anterior es la culminación de un par de páginas del libro, ya citado muchas veces, El mundo y sus demonios. Coincido con Carl Sagan y con Isaac Asimov en que las preguntas de los niños y jóvenes son las más temibles que puede uno recibir. Y, por supuesto, si sus preguntas son las más temibles, sus respuestas llegan a ser de lo más impresionante. Y es que los niños lo ven todo con una óptica mucho más sencilla que la nuestra.

Ya Charles Darwin, en su libro “La expresión de las emociones en el hombre y en los animales” nos explicaba que en cierta ocasión preguntó a un niño de unos cinco años qué era para él ser feliz. Sin pensárselo dos veces, el niño le contestó:

– Hablar, reír y darnos besos.

Una maravillosa respuesta que dejaría a cualquiera fuera de combate, ¿verdad?.

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Mi adicción…

pensarTodo empezó de una forma bastante inocente. Empecé a pensar en fiestas muy de vez en cuando para romper el hielo. Inevitablemente, una cosa llevó a la otra y muy pronto empecé a ser algo más que “un filósofo de bar”.

Empecé a pensar a solas, para “relajarme”. Eso es lo que me decía a mi mismo, aunque en el fondo sabía que no era cierto. Pensar se volvía cada vez más y más importante para mi, hasta que llegué a un punto en el que pensaba continuamente y a todas horas.

Empecé a pensar en el trabajo. Yo sabía que pensar en el trabajo no es nada recomendable, pero no podía controlarme.

Evitaba a mis compañeros de trabajo a la hora del almuerzo para leer a Kafka y Thoreau. Después solía volver a la oficina, mareado y confuso, preguntando, “¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Qué sentido tiene esto?.”

Las cosas tampoco iban demasiado bien en casa. Una tarde apagué la tele y le pregunté a mi mujer sobre el sentido de la vida. Esa noche ella se fué a dormir a casa de su madre.

Me forjé una reputación de pensador intenso. Un día mi jefe me llamó a su despacho. “Juin, me caes bien, y me duele decir esto, pero tu hábito de pensar se ha convertido en un problema serio. Si no dejas de pensar en el trabajo, tendrás que buscarte otro”. Esta conversación me dio mucho que pensar.

Volví pronto a casa después de la conversación con el jefe. “Cariño, ” Confesé, “He estado pensando…”

“Sé que has estado pensando.” dijo ella. “¡Por eso quiero el divorcio!.”

“Pero cariño, no es un problema tan serio.”

“Es muy serio” dijo ella tembĺándole el labio inferior. “Piensas tanto como los profesores de universidad, y los profesores de universidad no ganan un puto duro. Por lo tanto si sigues pensando tanto… ¡Nos quedaremos sin dinero!”

“Ese es un silogismo defectuoso” Dije alterado, y ella empezó a llorar. No podía soportarlo más. “¡Me voy a la biblioteca!” Grité con rabia mientras daba un portazo.

Me dirigía a la biblioteca con ganas de leer a Nietzsche. Aparqué dando un frenazo y me corrí hasta las grandes puertas de cristal… No se abrieron. La biblioteca estaba cerrada.

A día de hoy, sigo creyendo que una fuerza superior estaba velando por mi esa noche.

Caía en la acera destrozado y sollozando, mis manos deslizándose por el frio cristal, suplicando unas palabras de Zaratustra, cuando un poster llamó mi atención: “¿Pensar demasiado está arruinando tu vida?”. Supongo que muchos reconocereis esa frase. Es la estandar de los posters de Pensadores Anónimos.

A los que debo ser lo que soy hoy en día: un pensador en rehabilitación. Nunca falto a ninguna reunión de PA. En cada reunión vemos películas no educacionales; la semana pasada sin ir más lejos vimos “Una rubia muy legal”. También compartimos experiencias y consejos sobre como conseguimos no pensar desde la anterior reunión.

Conservo mi trabajo y las cosas están mucho mejor ahora en casa. La vida es mucho más… fácil desde que dejé de pensar.

Fuente: http://lasaventurasdejuin.com

Semana Santa de rapaces…

He aquí unas fotos como reflexión, que cada persona las interprete a su manera. Pero sobre todo, después no nos llevemos las manos a la cabeza cuando veamos a niños musulmanes orando, aprendiendo el Corán, o niñas tras un Burka.

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Cuando una imágen vale menos que mil palabras…

lujo– Buen nivel de vida encuentro acá… ustedes viven a todo lujo, ¿eh? – me dijo el mexicano mientras frenaba el taxi ante un semáforo sonrojado, entre un Mercedes CLS (a mi izquierda), un BMW 730i (a mi derecha), un Porsche Cayenne (delante) y un Audi Q7 (detrás).

– ¿A todo lujo?. No se crea; las apariencias engañan… en este bendito país tendemos a vivir muy por encima de nuestras posibilidades. Compramos pisos que no nos podemos permitir, conducimos cochazos (a pagar en mil plazos) que no nos podemos permitir, y luego sube el EURIBOR, y en lugar de bajar nuestro nivel de vida, acudimos al banco y ampliamos la hipoteca a 5, 10 ó 15 años más, porque da igual… (el futuro está tan lejos… parece que todos tenemos la esperanza de ganar algún día el Gordo de Navidad, o algo así…), y con lo poco que nos sobra nos compramos una tele de plasma quetecagas de grande, un jersey Ralph-Lauren con su logo bien nítido, que se vea la marca desde lejos…, y unas zapatillas carísimas cuyas suelas son del mismo caucho que los neumáticos del F1 de Fernando Alonso; y luego al escuchar el himno español se nos saltan las lágrimas (aunque no tenga letra), y sin embargo si estafamos a Hacienda (que somos todos; la esencia económica de España) nos sentimos de puta madre, los más listos del planeta, porque como todos estafan, como todos los políticos son unos ladrones, pues yo también… y como todos especulan, pues yo también… y entonces compramos pisos para venderlos unos meses después al doble o al triple de su valor real a jóvenes que no son nuestros hijos, claro… o, mejor aun, a jodidos inmigrantes de mierda, y mientras contamos nuestro billetazos negros pensamos que quien no pega el pelotazo es gilipollas, y sin embargo todo parece funcionar a las mil maravillas… porque el Gobierno de antes no hizo nada al respecto, y el Gobierno de ahora tampoco, y luego se hinchan de orgullo al hablar de nuestra buena salud macroeconómica… y ¿sabe por qué nadie hace nada?… pues nadie hace nada porque aquí gobiernan los Bancos, las Financieras, las Constructoras, las Compañías de Seguros, las compañías telefónicas, los Medios de Comunicación (que sólo hablan de ETA, de los vascos, de los catalanes y de la pobre Madelaine), los amiguismos, los dueños de la subcontrata… de la subcontrata… de la subcontrata… en cuyo escalón siempre habrá algún listillo que ponga el cazo sin hacer nada… a base de pagarle al obrero lo menos posible, en unas condiciones laborales de mierda… y si muere algún sin papeles en el trabajo, si se cae de un andamio, decimos que estaba robando, que no trabaja aquí… y ya está… a dormir bien esa noche, que mañana será otro día… y los sindicatos mirando para otro lado, claro… porque este bendito país es paleto, inculto, sin ideología propia, ni identidad, ni personalidad, ni ética más allá del puto dinero… claro… lo único que interesa es la pasta, el consumo brutal, los Centros Comerciales llenos hasta la bandera, los cochazos en doble fila, los parkings a reventar… aparentar ser los más listos en lugar de aparentar ser los más inteligentes, los más cultos… porque aquí la cultura no es motivo de orgullo, qué va… y eso de los Tres Poderes… que no viene al caso, lo sé, pero… ¡menuda vergüenza!… la derecha dándose de hostias con la izquierda para controlar a sus propios jueces en el CGPJ afines a su ideología, a sus intereses… ¿independencia judicial?… ¡y una mierda!

– Eh… disculpe… me bajo aquí mismo… ¿qué le debo? – me dijo con la voz temblando.

– Nada, nada… me ha servido usted de mucha ayuda. Gracias por todo, y que pase un buen día…

Fuente: nilibreniocupado